El buen uso de la razón

Arturo Lomello

Tenemos múltiples ejemplos de que la facultad racional, ese don maravilloso que se nos ha otorgado a los hombres, se desvía fácilmente si lo utilizamos librados solamente a sí mismo. Eso que Emanuel Kant llamó la razón pura y que en sus meditaciones demostró que con ella solamente no se podía llegar al camino de la verdad.

La historia, nuestra historia, está saturada de ejemplos de los espejismos creados por la razón pura. Así nos encontramos con la influencia decisiva que tuvo en occidente la afirmación de Hegel de que todo lo real es racional y todo lo racional es real. Las consecuencias están a la vista si utilizamos bien la razón. Del pensamiento del nombrado surgieron filosofías que cerraron el horizonte humano. Lo cual involucró una violencia de la realidad y derivó en hechos que finalmente han mostrado que, por ejemplo, lo económico es solamente un factor y no puede abarcarlo todo. Es que la razón es un instrumento al servicio de la experiencia, no puede navegar en el vacío, está contenida por la integridad de lo real, sirve si está dirigida por una apertura hacia la totalidad de los factores que componen la realidad humana. Es una cuestión fundamental que aceptemos los límites del alcance de la racionalidad, que precisamente nos conduce a comprender que la vida es un misterio, lo cual nos otorga salud mental porque hace al atractivo infinito de la realidad.

Ortega y Gasset nos habla como otros filósofos contemporáneos de una utilización de lo racional que coloca a esa facultad en su justo término. Se trata de lo que él denomina razón vital, vale decir, no la razón pura sino aquella que surge con la compañía de las demás facultades humanas y por ende de la experiencia vivida como permanente novedad.

¿Cuánto dolor, cuánta frustración, cuánto fracaso ha provocado y provoca el mal uso de la razón? Pero no olvidemos que con la sola intervención del hombre no podemos llegar a la verdad. La racionalidad nos advierte que la verdad proviene de lo trascendente, es el producto de un diálogo entre el Creador y sus creaturas.