Natalie Wood

La belleza siempre subsiste en el recuerdo

La belleza  siempre subsiste en el recuerdo

A treinta años de su muerte, se reabrió el caso para realizar nuevos trámites judiciales. Aquí la actriz en la plenitud de su carrera. Foto: EFE

Ana María Zancada

La frase pertenece al poema del inglés William Wordsworth, “Esplendor en la hierba”, y da nombre a una de las películas que consagró a Natalie Wood. Su belleza era innegable, su rostro iluminaba la pantalla: grandes y expresivos ojos oscuros, boca sensual, no tenía problemas con la cámara que sacaba provecho de su hermosura.

Había nacido en San Francisco como Natalia Nikolayevna Zajarenko, hija de una pareja de inmigrantes rusos. Para evitar complicaciones su padre pronto cambió su nombre por el de Gurdin. Pero su madre, ambiciosa e inquieta, vio en la pequeña, la posibilidad de cambiar de vida. Natalie era vivaz, inteligente, dotada de una gracia natural que la hacía destacarse.

Fue a cuanto casting pudo hasta que finalmente la pequeña, de apenas cuatro años, comenzó a integrar los elencos de todas las producciones. Sólo había un problema y era que la niña le tenía fobia al agua y ni soñar con participar en ninguna escena que la tuviese cerca. La leyenda cuenta que a menudo la perseguía la pesadilla de gritar desesperada pidiendo ayuda en medio de una piscina.

Lo cierto es que la niña prodigio se transformó en una bellísima adolescente con una promisoria carrera. Fue uno de los pocos casos en que esta transición no fue un fracaso. Al contrario, su figura se fue consolidando basada en una soltura innata y un rostro perfecto que gozaba de los primeros planos.

Su primera actuación de relevancia fue en “Rebelde sin causa”, en pareja estelar con otro joven que fue ícono sin desearlo, James Dean. Por esta labor fue nominada al Oscar, situación que se repetiría en “Esplendor en la hierba” y “Amores con un extraño”.

La consagración

En “Esplendor en la hierba” hizo pareja con el hermano menor de Shirley McLaine, un joven y carilindo Warren Beatty que también hacía sus pininos frente a cámara. Fueron dirigidos por Elia Kazan que realizó un memorable trabajo. La película dejó una verdadera impronta. Fue candidata al Oscar en varios rubros. Demostró que dos jóvenes y desconocidos actores, en ese momento, podían dar lo mejor de sí y consagró a ambos, que por supuesto se enamoraron dentro y fuera de la pantalla.

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“Rebelde sin causa” fue su primer rol de prestigio. Hizo pareja estelar con otro joven emblemático, James Dean. Por esta labor fue nominada al Oscar, aunque no lo ganó. Foto: Archivo El Litoral

Pero también sirvió para que Robert Wise, que andaba tras la búsqueda de una joven para la protagonista de su próximo film, se fijase en Natalie. En realidad el que fue convocado fue Warren Beatty, pero al hacer el casting, fue acompañado de Natalie. En ese momento vivían su apasionado romance, y Wise pronto reparó en la belleza y aplomo de Natalie. Así fue como la prueba con Beaty no resultó pero Natalie se convirtió en María, en una de las películas más nombradas en la historia de Hollywood: “West Side Story”, para nosotros “Amor sin barreras”, con la inolvidable música de Leonard Bernstein.

Natalie no era cantante ni bailarina, pero luego de varias lecciones de vocalización interpretó todas las canciones, pero luego para su decepción, tanto ella como su partenaire, Richard Beymer, fueron doblados. Pero ya su fama se había instalado en el dorado y cruel mundo de Hollywood.

En ese momento se llegó a decir que junto a Elizabeth Taylor eran las dos mujeres que más centímetros ocupaban en la prensa del espectáculo.

A pesar de la popularidad que la rodeó desde sus primeras actuaciones, no hubo grandes escándalos en su vida privada. Robert Wagner fue, aparentemente, el amor de su vida y en ese mundo enloquecedor de Hollywood y siguiendo la tradición del espectáculo frívolo se casaron, se separaron y se volvieron a casar por segunda vez.

La tragedia

Mientras, Natalie, seguía con su carrera, actuando en más de veinte films. Fue nominada tres veces al Oscar, pero nunca lo obtuvo. El tiempo pasaba, la niña prodigio, luego joven talentosa iba camino de convertirse en una hermosa mujer madura, cuando la noticia de la tragedia ganó la primera plana de los diarios del mundo: Natalie Wood había sido encontrada flotando en las aguas frente a la costa de California.

La versión oficial en ese momento fue la siguiente: el matrimonio Wagner, en compañía del actor Christopher Walken, estaban en el yate Splendor, propiedad del matrimonio Wood-Wagner, pasando el fin de semana. Ya de noche, luego de una cena compartida, Natalie se retiró primero a descansar, quedando solos los dos hombres. Luego de unas horas, cuando Robert se dirigió a su camarote, declaró que su esposa no estaba en él, pero consideró que ella estaría paseando por cubierta. Era la noche del 29 de noviembre de 1981. A la mañana siguiente su cuerpo fue hallado sin vida flotando en las aguas. Finalmente el sueño trágico de la niñez se había convertido en una fatídica realidad.

La causa fue cerrada al poco tiempo y se la caratuló como muerte por asfixia. Nada más se dijo hasta ahora en que vuelve a las primeras planas de los diarios del mundo.

Recientes declaraciones del capitán del barco, Denis Drave, han obligado a nuevos trámites judiciales. La policía en su momento, y en base a las declaraciones del esposo, estableció que Wood se habría despertado en medio de la noche y semidormida, con exceso de alcohol en su sangre, caminando por cubierta, tropezó y cayó al agua.

Pero Draven cambió ahora su declaración sosteniendo que fue una fuerte discusión entre Natalie y su esposo lo que llevó a la muerte a la actriz. El detonante habría sido los celos de Robert hacia Christopher Walken, además le habría reprochado que el exceso de trabajo la llevaba a descuidar sus obligaciones como madre.

¿Por qué después de tantos años, recién ahora, Draven se decide a hablar? La familia de la actriz declaró que apoyará en todo las declaraciones del capitán y todas las medidas que se tomen para un posible esclarecimiento del caso, pero que también existen las dudas sobre el posible interés de lucro que exista, casualmente en el trigésimo aniversario de la muerte de la actriz

Natalie Wood tenía cuarenta y tres años cuando murió, era una hermosa mujer y tenía mucho por delante. Sus restos se encuentran en el Cementerio Westwood Village Memorial Park, de los Angeles, California y sobre su tumba la frase “More than love” (Mucho más que amor).


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En “Esplendor en la hierba”, un chico de la alta sociedad y una joven de clase media se enamoran y tienen los prejuicios, la hipocresía y el puritanismo de la época como sus enemigos. Aquí Natalie protagonizó junto a Warren Beatty.

Foto: Archivo El Litoral