SU TRABAJO ALCANZA RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
SU TRABAJO ALCANZA RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El instituto Coni cumple 50 años
Se inauguró el 2 de diciembre de 1961 como centro de lucha antituberculosa. Hoy, su área de incumbencia abarca la investigación para la prevención y el diagnóstico de enfermedades respiratorias de todo tipo.

Aniversario. La celebración “oficial” fue en septiembre, en coincidencia con la reunión del Consejo de Control de la Tuberculosis. Pero ayer, estaba previsto un festejo más “íntimo”: un almuerzo con empleados y jubilados.
Foto: Mauricio Garín
De la Redacción de El Litoral
Hace poco más de medio siglo, la tuberculosis se ubicaba en un lugar preponderante dentro de la salud pública. Y los adelantos en la investigación médica logrados en la década de 1950 determinaron que la Argentina debía implementar cambios para sostener la lucha contra esta problemática. En ese contexto, el 2 de diciembre de 1961 se inauguró en Recreo, el Centro Nacional de Lucha Antituberculosa, que hoy se llama Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni, funciona en Blas Parera 8260 y desde Santa Fe se erige como referencia nacional e internacional.
“Nos llaman permanentemente para ser docentes en cursos internacionales y brindar asesoramiento a otros países. También profesionales de aquí fueron funcionarios provinciales y nacionales”.
La Dra. Elsa Zerbini, actual directora del organismo, sostiene que ese reconocimiento “está”. Lo deja en claro mientras desanda, en diálogo con El Litoral, parte de la historia, logros y desafíos a futuro de la institución que lleva cinco décadas de labor al servicio de la salud.
Durante los primeros años, los esfuerzos estuvieron centrados en la implementación de las acciones necesarias para controlar la tuberculosis, atendiendo al alto impacto que tenía esta enfermedad sobre la población. Y -tal como surge de la reflexión de sus actuales autoridades- cumplió ostensiblemente los objetivos trazados.
En la actualidad, adaptó su estructura y sumó a sus áreas de incumbencia todas las enfermedades respiratorias, sean o no infecciosas. De hecho, la misión es planificar actividades de investigación, prevención, diagnóstico, tratamiento, capacitación y normatización nacional de este tipo de patologías, que figuran entre las principales causas de solicitud de atención en los servicios de salud de todo el país.
“Nuestro trabajo no es el del diagnóstico clínico médico que se hace en los servicios de salud. Sino que pasa por realizar investigaciones, evaluar el impacto de las enfermedades y realizar estudios operativos a los fines de ver qué metodologías, intervenciones o capacitaciones son las más adecuadas. Pero no hacemos una intervención directa con enfermos”, sintetizó la Dra. Zerbini.
Otros desafíos
La tuberculosis, aun cuando demostró una evolución al descenso y no tiene la magnitud de décadas atrás, permanece como una problemática atendible, por lo que el trabajo sobre esta patología sigue entre las prioridades del Iner Dr. Emilio Coni. De hecho, conduce el Programa de Control y la Red de Laboratorios de esta enfermedad.
“Con todas las herramientas disponibles, cuando anualmente la tasa de tuberculosis debería descender en el país un 8 % o un 10 % mensual, desciende un 1 % o un 2 %. Algo que ya debería estar en etapa de eliminación declina muy lentamente. Por eso, no lo podemos abandonar, es un área que sigue presentando desafíos”, explicó la Dra. Zerbini.
El Iner Dr. Emilio Coni se amoldó a esta circunstancia: aunque sigue trabajando activamente sobre tuberculosis, aplicó los conocimientos adquiridos para el abordaje de la totalidad de las patologías respiratorias y otros problemas prioritarios relacionados con la salud de la población. Como el caso, en esta zona geográfica, de la leptospirosis. Para eso, ejerce una vinculación constante con instituciones nacionales e internacionales.
“Es otro el desafío. Y frente a eso, el instituto tiene las herramientas y conocimientos que le aportó haber trabajado en tuberculosis. Hoy, las enfermedades respiratorias agudas representan un importante problema de salud y se suman las enfermedades crónicas”, finalizó la directora del organismo.
Laboratorios
Un proyecto del organismo es un nuevo laboratorio de alta complejidad para reemplazar al que está en uso y desconcentrar acciones a nivel nacional para brindar una rápida respuesta en la región frente a brotes y epidemias. “Se abrió la licitación, que se cayó por precio excesivo. Ahora tiene que revisarse. Seguimos en pos de que se logre”, explicó la Dra. Elsa Zerbini, directora del instituto. La financiación se hará con créditos internacionales.

/// EVOLUCIÓN
1961: Inauguración oficial del Centro Nacional de Lucha Antituberculosa
1971: pasa a llamarse Instituto Nacional de Epidemiología.
1973: se convierte en Instituto Nacional de Tuberculosis.
1982: es designado centro colaborador de la OPS/OMS en Epidemiología y Control de la Tuberculosis, uno de los 5 que hay en el mundo. Fue redesignado en 2002 y 2006.
1983: se aprueba una nueva estructura y se denomina Instituto Nacional de Epidemiología.
1992: nueva estructura organizativa. Se agrega el nombre de Dr. Emilio Coni, en honor al destacado epidemiólogo argentino que vivió entre 1855 y 1928.
1996: se crea la Administración Nacional de Laboratorios e Instituto de Salud (Anlis). La institución adopta el nombre actual: Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni.
75
personas
trabajan en el Instituto. 24 son profesionales, en su mayoría bioquímicos. “Está prevista una nueva estructura con 120 personas, porque estamos demasiado ajustados”, admitió la Dra. Elsa Zerbini.
La cobertura de El Litoral
“El Centro Nacional de Lucha Antituberculosa inauguróse esta mañana en Recreo”. En su edición del 2 de diciembre de 1961 El Litoral reflejaba con ese título la creación del organismo que lleva en la actualidad el nombre del Dr. Emilio Coni. Según consta en la crónica de entonces, el acto arrancó a las 10.35 y participaron el ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación, Héctor Noblia, el gobernador de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis, el ministro de Salud Pública de la provincia, Juan L. Lo Bianco y el director del flamante Centro, Justo López Bonilla.