Delicias frutales

Presentamos opciones muy dulces para disfrutar de las frutas de estación que la primavera y el verano nos ofrecen.

Fuente. Recetas de Argentina

Delicias frutales
 

Arrollado de frutillas

Lavar medio kilo de frutillas y luego quitarles los cabitos y las hojas (si se hiciera a la inversa, las frutillas quedarían sin mucho sabor). Guardar las más lindas para decorar. Cortarlas en rodajas no muy finas. Dejarlas en un bols con tres o cuatro cucharadas de azúcar unos 30 minutos. Batir 400 gramos crema con cinco cucharadas de azúcar y dos cucharaditas de esencia vainilla hasta obtener una crema chantilly bastante consistente, cuidando de no batirla demasiado para que no se corte. Colocar la mitad de la crema sobre una plancha de pionono casera o comprada. Desmigajar en trozos no muy pequeños, 175 gramos de merengues y colocarlos sobre la crema. Acomodar las frutillas sobre la crema y los merengues de modo tal que no lleguen al borde. Arrollar tratando de que quede el relleno bien apretado. Envolver fuertemente en papel film y llevar un rato a la heladera. Retirar del frío, quitar el papel, cubrir con la crema y 175 gramos de merengues, decorar con frutillas y servir.

Brochette de frutas

Preparar un kilo de frutas de estación a gusto, deben estar maduras pero firmes. Pueden utilizarse manzanas, bananas, naranjas, duraznos, melón, kiwis, ciruelas, cerezas, uvas, damascos, duraznos, peras, y frutillas. Pelar las que tengan cáscara. Cortar las que así lo requieran para que todo quede del tamaño de un bocado pequeño y mezclar con limón las que pueden oxidarse. Si se utilizan naranjas pelar los gajos a vivo. Ensartar los trozos de frutas en palitos de brochette pequeños, jugando con los colores. Colocar una taza de azúcar en una sartén grande, agregar media taza de agua y calentar. Poner sobre el azúcar las brochettes de frutas. Dejar que se forme un almibar mientras las frutas se van poniendo brillantes. Calentar en un cucharón media taza de licor (grand marnier, cointreau, kirsch, o cognac), encenderlo y flambear las brochettes. Servir acompañadas de una bocha de helado de crema.

Helado de naranja

Preparar un almibar espeso calentando 200 gramos de azúcar con la ralladura de cuatro naranjas y cuatro cucharadas de agua. Una vez listo, dejarlo enfriar. Mezclar en un bol 250 gramos de crema de leche con el jarabe ya frío, un chorrito de licor de naranjas y ocho hojas de menta picadas. Echar la preparación en un molde y llevarlo al freezer durante unas cuatro horas. Servir sólo o en los cucuruchos.

Peras con queso

Suena extraño pero es un excelente postre, muy fácil de hacer. Lavar y pelar cuatro peras. Cortarlas al medio y luego en gajos descartando el centro con las semillas y los cabos. Pelar 150 gramos de queso semiduro (puede ser sardo), cortarlo primero en fetas de cm. Y luego en triángulos del tamaño de dos bocados. Acomodar los trozos de pera y los de queso decorativamente en una fuente. Se puede conservar un par de horas (no mucho más porque las peras se oxidarán y el queso se secará) en la heladera cubiertos con papel film.

Torta de chocolate, frutas y jengibre

La combinación de sabores de esta torta es muy fresca y original. La combinación de frutas puede variarse a gusto.

Calentar el horno a temperatura baja. Enmantecar y enharinar un molde redondo mediano para tortas, preferentemente desmoldable. En un bol metálico, colocar 150 gramos de chocolate picado con tres cucharadas de manteca. Derretir a baño maría muy suave o en microondas, revolviendo hasta que se disuelva bien. Tomar seis huevos y separar las yemas de las claras. Poner las yemas en un bol con seis cucharadas de azúcar, batir con batidora eléctrica hasta que la preparación esté bien blanca y espumosa. Agregar el chocolate derretido, batir bien. Agregar seis cucharadas de harina 0000 con un tamiz, en tres veces. Batir bien luego de cada adición. En otro bol, batir las claras a nieve. Agregar a la preparación de yemas y chocolate y batir hasta integrar. Colocar la preparación en el molde, cocinar en horno moderado-suave hasta que la torta esté hecha, más o menos 40 minutos. Cuando un escarbadiente clavado en ella sale limpio y seco, retirar del horno y dejar enfriar.

Para el relleno, hacer un almíbar con cuatro cucharadas de azúcar y una taza de agua. Cocinarlas en una olla pequeña hasta que el azúcar se disuelva. Colocar un trozo de cuatro centímetros de jengibre fresco, pelado y picado muy fino y dejar hervir por un minuto. Apagar el fuego. Lavar medio kilo de frutillas, retirar los cabitos y cortarlas en rodajas. Colocar en un bol con la mitad del almíbar de jengibre, dejar marinar 20 minutos. Pelar dos mangos bien maduros, cortarlos en tajadas finas, colocar en un bol con el resto del almíbar, dejar marinar 20 minutos. Batir 500 gramos de crema de leche a punto chantillí, endulzar con dos cucharadas de azúcar y reservar.

Luego, colar el mango y las frutillas, guardando el almíbar de la marinada. Cortar la torta en tres capas, con cuidado (las capas será muy finas). En una fuente para servir, colocar una capa de bizcochuelo y pincelar con el almíbar de jengibre reservado. Untar con una capa de crema chantilly, cubrir con rodajas de mango, y untar con más crema. Pincelar la segunda capa de bizcochuelo con el almíbar y colocarla sobre la crema, con el lado humedecido para abajo. Pincelar nuevamente con almíbar. Untar con crema, cubrir con las rodajas de frutilla, untar con más crema. Pincelar la última capa, tapar con ella las frutillas y crema (con el lado humedecido hacia abajo). Pincelar el exterior de la torta.

Untar la torta con la crema sobrante y sobre ella disponer las frutillas que hayan quedado y algunas rodajas de mango, contrastando los colores. Pincelar con el almíbar sobrante. Dejar la torta en heladera por lo menos cuatro horas antes de consumir.

Postre crocante de frutillas, mango, peras y coco rallado

Este postre es súper fácil, muy rendidor, y al mismo tiempo muy sofisticado. Se puede comer caliente, tibio o frío, aunque tibio es lo ideal. Se puede usar la fruta que más guste: cerezas, manzanas, ciruelas, ananá, duraznos, damascos, uvas, higos; cualquier combinación sirve. El coco rallado es opcional pero combina muy bien con frutas tropicales como el mango. Es casi obligatorio servir este postre con algún helado, de crema, vainilla, o de frutas tropicales.

Prender y calentar el horno. Lavar medio kilo de frutillas y cortarlas en rodajas. Pelar dos mangos (no demasiado maduros) y medio kilos de peras, retirar el carozo y las semillas, y cortar en cubos. En una fuente que pueda ir al horno y la mesa colocar la fruta y espolvorear con dos cucharadas de azúcar. Dejar que suelte un poco de jugo. En la procesadora o un bol colocar una taza de harina común, una pizca de sal, media taza de azúcar, la ralladura de medio limón y media taza de coco rallado. Agregar 100 gramos de manteca fría cortada en cubos y una cucharadita de esencia de vainilla. Si se usa procesadora, procesar uno o dos pulsos, sólo hasta que la manteca se desmenuce y quede una arena húmeda. Si se hace con las manos, deshacer la manteca con las palmas de las manos y hacer una arena con la harina, con rapidez, para no derretir la manteca. No trabajar la mezcla de más, solo hasta que quede como un aserrín húmedo. Espolvorear la mezcla sobre las frutas; no debe quedar la fruta completamente cubierta, sino con algunos huecos. Cocinar en el horno 30 minutos, o hasta que la cobertura esté dorada y el jugo de la fruta haga burbujas. Controlar, porque el coco rallado se quema con facilidad. Dejar entibiar cinco o diez minutos y servir con una cuchara. Acompañar con helado.

Delicias frutales