Al margen de la crónica

Un Nobel diferente

Ayer se hizo entrega del denominado Nobel Alternativo y sus ganadores enviaron un mensaje contra la impunidad y a favor de la energía renovable, la soberanía alimentaria y el derecho de la mujer a elegir la forma de parto.

En la ceremonia, celebrada en el Parlamento sueco, la fundación Right Livelihood Award distinguió a la abogada Jacqueline Moudeina (Chad), la estadounidense Ina May Gaskin y la organización internacional GRAIN, que se repartieron los 150.000 euros con que está dotado el galardón. El chino Huang Ming fue reconocido con el premio honorífico, que no tiene retribución económica.

La lucha contra la impunidad y la corrupción fue el eje del discurso de Moudeina, premiada por su lucha por las víctimas de la dictadura en su país y los derechos humanos en general en África.

Moudeina alabó los progresos logrados a nivel mundial en ese campo en los últimos veinte años, aunque advirtió que “falta mucho por hacer” en África, donde la impunidad es un “cáncer” que “ha infectado la política y paraliza el progreso del continente”.

Como ejemplo citó el caso del ex dictador sudanés Hisséne Habré, a cuyo régimen se acusa de 40.000 crímenes políticos entre 1982 y 1990 y que Moudeina y otros abogados han tratado de llevar a los tribunales desde hace dos décadas.

La organización GRAIN, representada por su coordinador Henk Hobbelink, centró su discurso en defender la soberanía alimentaria, que no responde a las demandas de las corporaciones trasnacionales, sino a las necesidades y a los mercados locales, además de asegurar la biodiversidad.

Hobbelink denunció la compra masivas de tierras en países en desarrollo por intereses financieros extranjeros y enfatizó la defensa de las comunidades agrícolas, líneas maestras de la labor de esta ONG desde hace dos décadas y que le han valido el premio.

La distinción a la partera estadounidense Ina May Gaskin le llegó por su labor en defensa de los métodos de parto seguros y la libertad de elección para la mujer, ideas que volvió a poner de manifiesto durante su intervención al recibir el premio

Gaskin alertó del aumento de cesáreas en todo el mundo, además de enfermedades y de muertes relacionadas con el parto, y recordó que éste no debe de ser “una mercancía para hacer dinero en la que grandes instituciones o los gobiernos controlan y dictan cómo deben de dar a luz las mujeres, ignorando sus deseos y necesidades”.

El chino Huang Ming, premiado por su éxito en el desarrollo y despliegue de tecnologías para aprovechar la energía solar, hizo por su parte una llamada a la necesidad de realizar “una transición global hacia las energías renovables”.

El Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón, fue instituido en 1980 por el escritor y ex eurodiputado sueco-alemán Jakob von Uexküll, encargado de presentar la ceremonia de entrega en el Riksdagen.