Artes visuales

77º Salón Anual de Artistas

Plásticos Santafesinos

Domingo Sahda

Días atrás fue inaugurado el 77º Salón Anual de Artistas Plásticos Santafesinos, tradicional evento que pasa revista a la producción artística de sus asociados, acoplándose a la apertura del 6º Salón Región Centro de Pintura 2011, el que involucra a participantes de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

La apertura se dio en el lugar en que se exhiben las obras, a saber, las salas del Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, 4 de Enero 1510, ciudad de Santa Fe. El mismo puede recorrerse y apreciarse en los horarios habituales del organismo precitado.

El itinerario general del salón no ofrece sorpresas cualitativas ni manifestaciones artísticas fuertemente destacadas del contexto, caracterizándose la muestra comentada por una modesta línea expresiva en la generalidad de los trabajos expuestos. La ausencia de vigor plástico conmocionante o al menos perturbador deriva hacia territorios de medidas y cuidados procesos de ejecución plástica, que viajan desde la más explícita figuración a la abstracción más o menos absoluta en sus diversas variables.

En la edición del presente salón, se homenajea a tres artistas plásticas vinculadas a la institución convocante recientemente fallecidas. Ellas son: Ofelia Marioni, de quien se exhiben tres excelentes pinturas elaboradas a lápiz pastel, delicada técnica plástica que Marioni desarrolló hasta su optimización en el medio, cargando cada una de sus obras con un “phatos” particular de serena y melancólica quietud. Su singularidad creativa, tanto en lo procesual cuanto en sus contenidos poéticos nunca fue debidamente valorada en el medio artístico local. De Graciela González Mir se exhiben trabajos propios de la especialidad que cultivó de preferencia, esto es el dibujo y el grabado, y de Titi Demartini se exhiben tres prolijas “naturalezas muertas” como ejercicios plásticos cuidadosamente elaborados.

Reconocimiento

El Jurado de este 77º Salón, integrado por el Dr. Jorge Taverna Irigoyen, la Prof. Mónica Rodríguez y la Prof. Viviana Forno, presidido por el Arq. Hugo Lazzarini, presidente de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos concedió a la Invitada de Honor, artista plástica Celia Schneider, la distinción de Arzobispado de la Arquidiócesis de la ciudad de Santa Fe, otorgándole el rango de Socia Honoraria 2011 por su trayectoria como docente y artista plástica.

Celia Schneider, artista de reconocidos méritos, pintora y escultora de extensa y destacada trayectoria tal cual se documenta en el catálogo de la muestra que historia suscintamente su vida y obra cuyo currículo se concatena con la aventura de crear, expone en una sala especialmente dedicada a su obra, una colección de pinturas de tamaño mayor de particular intensidad expresiva abstracta que caracteriza una etapa de su prolífico quehacer que dio comienzos al despuntar la década de los ‘60 (siglo XX) y que se continúa con idéntico vigor, aunando trabajos en el plano a esculturas y monumentos escultóricos emplazados.

El Premio de Honor Lionel Contini, Medalla de Oro, le fue adjudicado a Luis Gervasoni por su trayectoria, distinción ésta un tanto insólita en tanto se interpreta que el carácter de la misma se justiprecia como colofón de una vida de extensa presencia en el arte como activo partícipe. Entiéndase que la referencia no se hace a la calidad de la obra sino a la relativa juventud del galardonado. Del autor se exhiben dos pinturas de puntilloso tratamiento visual sin fisuras cromáticas o compositivas. Ambas son escenas teatralizadas al estilo del más ortodoxo naturalismo plástico.

En el apartado destinado a artistas partícipes del 77º Salón Anual ya citado se entregaron otras seis distinciones de rango decreciente, en este orden: a Ricardo Nadalutti por su obra “Momentos de Rotación”, escultura-talla en madera de prolija realización técnica. A Luis Dona, por su dibujo a lápiz “El Atril”, excelente trabajo que se destaca en el entorno por calidades propias. A María Laura Pacitti quien fue distinguida por su obra “El calor de la palabra”, grabado de técnica mixta. Sergio Sozo fue distinguido por su obra “S/T”, dibujo, de esmerada realización. Otras distinciones se otorgaron a Susana Rossi, por su obra “Sin saber”, acrílico, y a Mariel Cangiano, que recibió una Mención Especial por su obra “S/T”, acrílico de técnica mixta.

Con referencia al 6º Salón Región Centro, cuya pobreza en la participación de artistas, tanto en cantidad como en calidad es manifiesta, el jurado en funciones adjudicó varias distinciones, de las que destacaremos el Primer Premio Adquisición Francisco Pucinelli concedido a Alberto Bonus, de Gualeguaychú (Entre Ríos) por su obra, una pintura de tamaño medio-mayor realizada con técnicas de esmalte y acrílico titulada “Paisaje Nº 1”, que no va más allá que un pulcro ejercicio pictórico que se autorreferencia sin mayor proyección lingüística o icónica alguna. Es un irreprochable trabajo cuasi monocromático que contrarresta compositivamente curvas y contracurvas de esmerada factura.

Tatiana Corte en la Alianza

En los Salones de la Alianza Francesa de Santa Fe (nommé “Chateau Rosé”), Bv. Gálvez 2147, Tatiana Corte expone una colección de pinturas a la acuarela y otras técnicas de representación pictórica afín. En esta colección a la vista, la autora construye registros visuales de intensidad poética manifiesta que asientan su razón de ser en la captura inmediata del paisaje de horizontes inconmensurables, en los cuales se aventura la mirada para cerrarse en sí misma.

Las pinturas expuestas, de manifiesta tensión dramática, definidas por el gesto pictórico y el contraste de luces y sombras, se acoplan sin dificultades a las obras trabajadas con técnicas mixtas en las cuales la textura de superficie otorga una particular vivencia a las formas que se envuelven en sí mismas, o que fugan rítmicamente. Un manifiesto equilibrio cromático-compositivo planea en todos los trabajos a la vista.

La intensidad y los contrastes reafirman, antes que sugieren, la densidad de una carga emocional de carnadura romántica que la autora transfiere a cada proposición plástica, sin caer en estampas de obvias y pueriles resoluciones.

Tatiana Corte habla de y con el paisaje en un soliloquio constante. En estos escenarios, no suceden cuestiones baladíes. Son recortados ámbitos en los cuales se proyecta intensamente el sentimiento de lo fugaz, de lo inabarcable, del trasiego de una mirada melancólica constreñida por la elegancia del gesto pictórico. Aquí y allá, Corte ajusta su oficio de pintora sin apelar a triviales recursos. Pinta aquello que le importa, no como ajetreado oficio sino por el imperio de comunicar a terceros ensoñaciones dignas de ser compartidas.

1.jpg