El próximo año en la UNL

Gracias a las becas “inclusivas”,

18 chicos irán a la universidad

Son alumnos de escuelas medias de barrios postergados del noroeste, suroeste y la Costa. Dispondrán de becas de estudios que implican una ayuda económica y orientación académica. Se impulsan más oportunidades de ingreso a estudios superiores.

 

De la redacción de El Litoral

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La universidad argentina es pública y gratuita, pero acceder a un estudio superior no siempre es fácil para los sectores sociales más postergados. Hay condicionantes materiales -como la lejanía geográfica- y hasta barreras culturales que se interponen. Por eso, hay que actuar territorialmente: facilitar la información sobre las opciones de carreras disponibles, abrir espacios de orientación académica con alumnos de escuelas medias periféricas, y propiciar becas de estudios. Se trata de llevar la universidad a los barrios.

Ésa es la premisa central que encaran en conjunto las secretarías de Bienestar y de Extensión -a través de sus centros territoriales- de la UNL en la ciudad. Premisa por la cual 18 estudiantes de 5º año de escuelas medias periféricas podrán acceder a becas de inclusión educativa y comenzar sus carreras de grado el próximo año. Las solicitudes de estos alumnos fueron aprobadas por la Comisión de Becas de Bienestar; éstos, una vez inscriptos, contarán con una ayuda económica mensual de 280 pesos, recibirán el material de estudio para el curso de articulación, podrán usar en forma gratuita el predio UNL-ATE y acceder a asistencia vocacional, entre otras ventajas.

Los beneficiarios provienen de escuelas de los distritos noroeste, suroeste y de la Costa (Alto Verde, El Pozo, Rincón). “Hablamos de contextos complejos de vulnerabilidad social, donde no siempre se ve como una oportunidad de vida el hecho de acceder a un estudio universitario. Con estas becas se contribuye a facilitar el acceso a la educación superior de los sectores sociales más postergados”, coincidieron la T.O. Katya Zuska Zurbriggen -directora de Bienestar Universitario de la UNL- y la Lic. T.O. Verónica Heinrich, coordinadora de los Centros UNL dependientes de Extensión.

Las restricciones al ingreso a la universidad de los sectores menos favorecidos no dependen exclusivamente de lo económico. “Hay que hablar de las distancias geográficas, y también de ciertas barreras culturales; hoy impera esa idea equivocada de que porque un chico pertenece a un barrio como Alto Verde, por ejemplo, no puede seguir una carrera”, coincidieron en diálogo con El Litoral. Entonces, tratamos de llevar la información académica a los barrios -subrayó Zuska-. Dar a conocer que hoy existe un boleto urbano para estudiantes, bicicletas gratuitas o beneficios en el Comedor. Es decir, que cualquiera puede estudiar”, subrayaron.

Talleres orientativos

Dentro de este programa de becas se realizaron talleres de orientación educativa, que son el espacio de desembarco real de la universidad en los barrios, a través de los centros territoriales. Se realizan desde 2010, y son instancias diseñadas para alumnos secundarios de escuelas periféricas que tienen la inquietud de continuar con un estudio superior. En los talleres se informan sobre la oferta de carreras, y la convocatoria de becas de estudios para el ingreso.

Se realizaron tres talleres en octubre pasado. De 11 escuelas participantes, asistieron en total unas 90 personas, entre alumnos, sus papás, docentes y hermanos mayores.

“Estos encuentros fueron muy productivos”, dijeron Zuska y Heinrich. “Sobre todo porque en las escuelas medias nos vienen diciendo de que cada vez hay menos interés de parte de los alumnos de seguir una carrera universitaria, porque no ven el estudio como una opción de futuro. Hay que terminar con eso. Es importante llevar información y orientación en los barrios, para que los jóvenes conozcan la diversificación académica que existe”, cerraron.

Gracias a las becas “inclusivas”, 18 chicos irán a la universidad

Los talleres realizados en los barrios abrieron una instancia de información y orientación académica.

Foto: Gentileza Verónica Heinrich

Ingreso

Los alumnos beneficiarios pertenecen a barrios del noroeste, suroeste y la Costa, y eligieron una llamativa variedad de carreras, que va desde Medicina, Arquitectura y Matemática, hasta Trabajo Social y profesorado de Música. De los 21 becarios que hubo en 2011, sólo dos abandonaron los estudios.

Las becas de inclusión educativa implican el acceso gratuito al material para el curso articulación de ingreso; la utilización de las instalaciones del predio UNL-ATE, y un aporte económico mensual de 280 pesos, además de un acompañamiento permanente de la Bienestar. La beca se puede renovar a los 15 meses, siempre y cuando el beneficiario cumpla los requisitos académicos exigidos (aprobar al menos tres materias por año).