En París
Romy Schneider en el recuerdo
La bellísima Romy junto a Alain Delon, con quien tuvo una larga relación sentimental. Foto: EFE
De la redacción de El Litoral
La actriz austríaca Romy Schneider, fallecida en 1982 a los 43 años, es homenajeada en París con una muestra de imágenes de archivo, fotos, ropa, joyas y recuerdos familiares en el Espace Landowski de Boulogne-Billancourt, donde tiempo atrás se levantaban estudios de cine.
El recorrido de la exposición sigue las principales etapas de la vida y carrera de Rosemarie Magdalena Albach-Retty, nacida en Viena en 1938 en el seno de una familia de actores: su madre, la alemana Magda Schneider, y su padre, WolfAlbach-Retty, recordó la agencia Ansa.
El padre abandonó a la familia cuando Romy era todavía pequeña, y su madre la impulsó a emprender la carrera cinematográfica desde los 15 años.
Sus primeras películas fueron rodadas junto a su madre, como “El amor de una gran reina” (1954), sobre la juventud de la reina Victoria, y a los 20 años ya era una estrella internacional gracias a la trilogía de “Sissi”, dirigida por Ernst Marischka, producida entre 1955 y 1957 y dedicada a la emperatriz de Austria Elisabeth, esposa del emperador Francisco José.
Desde entonces y a su pesar, Romy fue “Sissi” para el gran público, hasta que el giro en su carrera se produjo en el set de “Cristina” (1958), de Pierre Gaspard-Huit, donde conoció a Alain Delon, con quien tuvo una larga relación sentimental que la llevó a mudarse a París.
Siguieron producciones sobre todo francesas o italianas, con grandes directores como Luchino Visconti (“Boccaccio 70” y “Ludwig, la pasión de un rey”), Orson Welles (“El proceso”), Bertrand Tavernier (“La muerte en directo”), Jacques Deray (“La piscina”), Dino Risi (“Fantasma de amor”), Claude Sautet (“Las cosas de la vida”).
La musa
“La muestra recorre la existencia de una actriz y mujer que supo conquistar el corazón de los espectadores y signó la historia del cine del siglo pasado. También tuvo un papel en la reconciliación franco-alemana”, dijo el curador Jean-Pierre Lavoignat.
“Romy es la mujer francesa por excelencia: moderna, emancipada, libre en sus deseos y sentimientos”, observó. “Fue la musa de grandes fotógrafos, gracias a su belleza fresca y espontánea, y todavía hoy es un modelo para muchas actrices, como Vanessa Paradis y Diane Kruger”, concluyó.
La actriz había pedido la ciudadanía francesa en testimonio de su profundo vínculo con Francia.
La vida sentimental de Schneider fue complicada y tormentosa, con el fracaso de la relación con Delon en 1964 y dos matrimonios frustrados: con el realizador Herry Meyen, de quien tuvo a su hijo David, fallecido trágicamente en un accidente a los 14 años, y con Daniel Biasini, con quien tuvo a Sarah, también actriz en la actualidad.
Nunca recuperada de la tragedia de su hijo, Romy cayó en depresión y murió en 1982, oficialmente por un ataque cardíaco, aunque hubo rumores de suicidio.
“Sissi” fue la película que consagró definitivamente a Romy Schneider en el plano internacional. Foto: Archivo El Litoral
