Esta noche, en Sauce Viejo

Canto Callejero y solidario

Canto Callejero y solidario

Originado en 1987, el grupo se llamó De la Calle durante algunos años; ahora, con nueva formación, recupera el viejo nombre. Foto: Gentileza producción.

El renacido grupo folclórico se presentará esta noche en el barrio Las Delicias, junto a Guillermo Candelero y Sin Permiso, a beneficio del grupo Arlequines.

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Esta noche desde las 21, en el barrio Las Delicias de Sauce Viejo se presentará el grupo Canto Callejero, junto a Guillermo Candelero y Sin Permiso en un evento cultural y presentación de la película “Culebrón de Sauce” (guión realizado por niños de dicha localidad). Además, habrá una actuación de Los Peques (murgueros del barrio). Este evento esta organizado por Arlequines, un grupo de padres y madres que trabajan sin fines de lucro en pos de la cultura en todos los ámbitos. La entrada es libre y gratuita.

Canto Callejero es un grupo que ha dedicado mucho esfuerzo para producir interacciones culturales en toda nuestra provincia. Se formó en el año 1987, pronto a cumplir 25 años en el 2012, y después de una larga carrera en nuestra provincia, otras provincias del país y países limítrofes, hoy está terminando de grabar su tercer disco, que se presentará en febrero de 2012.

Su formación actual está integrada por Esteban Machado (teclados, charango, saxo y coros), Marcelo Sosa (voz, guitarra, charango y aerófonos), Juan Pablo Roldán (guitarra acústica y eléctrica, coros), Rubén Coria (bajo y coros) y Ciro Daniel Bertone (batería y coros).

“Arlequines es un grupo de padres y madres que trabajan sin fines de lucro. Armaron una murga primero, para incentivar a los chicos, para contenerlos”, cuenta Bertone.

—Un trabajo social...

—Ahora, consiguieron un profesor de guitarra, todas las cosas que la comuna no les da, las hacen ellos. Ahora tuvieron la suerte de que gente de Buenos Aires les diera una mano para hacer una película: cada uno de los chicos hizo una parte del guión y ellos son los actores. Aprovechamos para dar una mano, el Guille Candelero está presentando su nuevo disco, así que vamos a estar con él. La entrada es gratis, la idea es que puedan seguir juntando fondos y haciendo cosas.

—¿Cómo se recauda?

—Les donaron una vaquillona, entonces van a vender, es una buena idea. Ahora van a comprar instrumentos.

Pasado y presente

Relata Bertone: “Debutamos en el ‘88, en Rincón, en un lugar que se llamaba El Rincón de Molinari, que era una casona vieja. En el ‘91 nos convocan directamente de Cosquín: nos escucharon en Laguna Paiva, en la fiesta que se hacía del Ferroviario. Hugo Bergese, que era el secretario de Relaciones Públicas en esa época nos llamó.

Recorrimos una parte grandísima de nuestro país: Neuquén, Bariloche, Epuyén, El Bolsón, El Hoyo, Puerto Madryn. También Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile. También estuvimos en los festivales más importantes del folclore”.

—¿Cómo fue el cambio de nombre?

—El grupo se desarma por un problema de salud de un integrante. Entonces decidí rearmar con el nombre De la Calle, para dejar “virgen” el otro. Con De la Calle hicimos un trabajo muy lindo. Somos dos viejos los que quedamos: Rubén Coria que es el bajista: con quien hace 25 años que tocamos y yo. Seguimos, hicimos un homenaje muy lindo a León Gieco, la tapa del disco es el sótano en Cañada Rosquín. Tocamos con él, lo presentamos en Cañada Rosquín.

Después hicimos la música del programa “El Pato TV”. Estamos dentro de los 100 años de la historia de San Guillermo, presentamos una película hecha por chicos de ahí, que habían filmado en toda la zona de La Forestal. Y la trajimos aquí a la Casa de la Cultura: hicimos dos funciones.

Paralelo a esto siempre trabajamos con talleres didácticos musicales para las escuelas primarias del norte de nuestra provincia.

A raíz de todo esto, y en honor a todos los que pasaron por el grupo, la pérdida de Sergio Ramayo, que fue un gran músico de Santa Fe, arrancamos de nuevo como Canto Callejero. Para estar en paz con muchas cosas, que fueron muy lindas. El disco lo vamos a empezar a presentar después de enero.

—¿En qué etapa está?

—Está prácticamente terminado, falta masterizar nada más, y hacer las copias. Pero tiene que estar terminado en enero, porque en febrero hay compromisos.

—¿Qué repertorio incluyeron en el disco?

—Tiene algunos covers, y después son temas propios; por ahí tenés que meter algún anzuelo, porque es muy difícil, así que pusimos algunas cosas de Los Jarkas, más tirado a lo andino, pero tiene la parte folk. Es bien festivalero: no es para comparar, pero suena bastante parecido a Los Tekis, que están pegando.

—¿Dónde grabaron?

—Tenemos estudio propio. Chiquito, pero alcanza y sobra.