Tras siete años y siete meses

Zapatero se despide del gobierno

Sara Barderas

Agencia DPA

Bolsas marcadas, mirada cansada, arrugas más visibles y varios kilos menos. No sólo el paso del tiempo ha dejado huella en José Luis Rodríguez Zapatero. El líder socialista, presidente del gobierno español durante más de siete años y medio, dice adiós con la crisis económica marcada en el rostro. Una crisis cuya gestión hundió a su Partido Socialista (PSOE) en la urnas y a la que ahora se enfrentará Mariano Rajoy desde La Moncloa.

En el palacio de gobierno culminaron ayer ambos el traspaso de poderes. Zapatero presidió allí su último consejo de ministros -un consejo cargado “de emoción”, dijo el portavoz del Ejecutivo, José Blanco-. Y tras esa última reunión gubernamental, recibió pasado el mediodía a Rajoy al pie de las escalinatas de entrada a La Moncloa. Cara cansada pero sonriente, más relajada.

“He pasado ratos muy malos, la verdad, sobre todo a la hora de decidir las medidas de recorte ante el shock económico”, admitió Zapatero hace un tiempo en una entrevista. La crisis económica que tantos disgustos le ha dado queda en manos de Rajoy a partir de la semana que viene. Entonces será oficial el traspaso, cuando Rajoy tome posesión de la jefatura del gobierno tras la votación de investidura en el Congreso de los Diputados.

Para entonces, Zapatero, de 51 años, ya se habrá mudado junto a Sonsoles Espinosa, su mujer desde hace más de 20 años, y sus dos hijas a la casa que han alquilado en Somosaguas, una zona residencial adinerada al noroeste de Madrid.

Como ex jefe del gobierno, ocupará uno de los asientos del Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Ejecutivo español.

El ya ex jefe del Ejecutivo mantendrá hasta febrero el cargo de secretario general del PSOE, el partido al que se afilió en cuanto cumplió 18 años. La formación, ahora, está sumida en una grave crisis interna. Y entre el 3 y el 5 de febrero celebrará en Sevilla un congreso federal del que saldrá el nuevo líder de la formación.

Quizás sea el ex vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, que en las elecciones generales del 20 de noviembre obtuvo frente a Rajoy el peor resultado en la historia reciente del PSOE. Quizás la hasta ahora ministra de Defensa, Carme Chacón. Quizás otro. Zapatero ha asegurado que se mantendrá neutral en la elección de su sucesor.

Siete años, siete meses y 29 días. El tiempo que Zapatero ha estado al frente del gobierno suena a nombre de película. De tratarse de un film, no tendría final feliz.

“Tomaré las decisiones que España necesita aunque sean difíciles. Voy a seguir ese camino cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”. Corría julio de 2010 cuando pronunció estas palabras. Y la peor crisis económica que ha vivido España acabó arrollándolo.

Poco tiene que ver el final de la era Zapatero con su comienzo, en 2004. El presidente de las reformas sociales se convirtió en el presidente de unas duras reformas económicas que no lograron sacar al país de la grave crisis, la que negó en un primer momento y a la que con el tiempo ha admitido haber reaccionado tarde.

El líder socialista se va de La Moncloa con una España a la que aún le quedan por delante importantes sacrificios y en la que casi cinco millones de personas, un 21,52 por ciento de la población activa, están desempleados.

“Me gustaría pasar a la historia de España como el presidente que, además de hacer frente a la crisis, transformó la economía y llevó a cabo la tercera gran transición económica de la democracia”, dijo Zapatero en alguna ocasión. Ahora mismo no parece posible.

Cuando pase el tiempo, “la labor del gobierno socialista y de su presidente ganará peso y reconocimiento”, porque siempre han “antepuesto el bien común a cualquier interés parcial”, aseguró el portavoz del Ejecutivo en funciones, José Blanco.