Cómo ve a la ciudad

ALBERTO ROBLEDO

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Actualmente se desempeña como director de la Escuela de Enseñanza Media Nº 440 “Simón de Iriondo” ex Colegio Nacional. Está casado y tiene 53 años.

Foto: Mauricio Garín

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¿CÓMO VE A SANTA FE?

Cuando se analiza una situación se presentan dos perspectivas, la del “medio vaso lleno” y la del “medio vaso vacío”. La primera es una visión optimista que se satisface desde lo hecho; la segunda se puede tildar de pesimista, aunque creo que es movilizadora porque implica no conformarse con lo realizado para resolver lo que aún falta.

Desde este punto vista, veo a la ciudad fragmentada, con una dirigencia política que no supo equilibrar los procesos de desarrollo de los diferentes barrios y lograr captar la mayor cantidad de votos implementando políticas públicas coherentes y adecuadas. Ésto requiere de un trabajo intelectual, político y de campo para resolver los desequilibrios a través del consenso. Espero que este sea el nuevo rumbo.

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¿QUÉ ES LO MEJOR QUE TIENE?

Sin dudas, es la potencialidad de su gente, allí es donde hay que hacer hincapié para sostener lo que se ha hecho bien, reforzando el trabajo en lo que se debe mejorar y lo que aún falta. Para esto es necesario la participación activa de todas las organizaciones intermedias, fuerzas vivas y la inclusión de los jóvenes para un fin: “la construcción de ciudadanía”, que permite la apropiación de los espacios públicos con responsabilidad y como pertenencia de todos, donde la educación se convierte en un pilar fundamental como eje dinamizador. Es indispensable también trasformar al habitante en ciudadano, para lo que es necesario brindar las condiciones de dignidad en lo habitacional, en los servicios, en el tránsito y los accesos de toda la ciudad, que puede ser difícil pero no es imposible.

3 /¿QUÉ DEBERÍA CAMBIAR?

Cuando recorro la ciudad me parece ver una suerte de fronteras intangibles en ciertas avenidas que parecen decir: “hasta acá llegó la red de agua, el asfalto, la línea de colectivos, la seguridad”. Es posible que tal situación esté relacionada con la expansión de la ciudad pero creo que son temas que se deben analizar profundamente.

Las obras hidráulicas son otra materia pendiente. Las tristes experiencias que hemos tenido parecen no haber sido lo suficientemente dramáticas como para tomar las resoluciones necesarias, todo queda en discusiones políticas y las urgencias de la gente pasan a un segundo plano. Además, noto un alto grado de nerviosismo en la gente. Cuando deben realizar un trámite, en el tránsito o en las disputas interpersonales; el nivel ansiedad y de impaciencia parece hacernos acreedores de la verdad y permitirnos el maltrato. Nos falta un tiempo de reflexión.

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¿CUÁL SERÍA SU PRINCIPAL PREOCUPACIÓN SI TUVIERA LA POSIBILIDAD DE TOMAR DECISIONES?

Creo que lo fundamental radica en trabajar sobre la solidaridad. Durante muchos años se sembró la semilla del individualismo, el “sálvese quien pueda” y hoy se perciben algunas de las consecuencias de esa lógica. Una sociedad debe pensar en conjunto como única forma de encontrar soluciones comunes; de otra manera, si prevalecen los intereses sectoriales, sobre todo los que aquellos más “acomodados”; sin dudas los beneficiados será unos pocos sobre la mayoría y es ahí donde surgen otros problemas que son consecuentes como la inseguridad, la indignidad de la pobreza, entre otros. Debemos pensarnos como parte del problema para ser parte de las soluciones. Tenemos una ciudad con hermosos matices y estoy convencido de que realzar sus colores depende de cada uno de nosotros.