SEÑAL DE AJUSTE
SEÑAL DE AJUSTE
Se despiden los hijos reconocidos de Tinelli

Santiago del Moro, conductor del reality “Soñando por Bailar”.
Foto: Gentileza Ideas del Sur
Roberto Maurer
En estos días, varias naves de Ideas del Sur se están retirando, temporariamente. Cuando Marcelo Tinelli descubrió los abusos parasitarios de otros programas y canales que vivían a expensas de “Showmatch” y su “Bailando por un sueño”, nacieron los hijos reconocidos, es decir, sus propios subproductos, que fueron bautizados con nombres en los que se repetían vocablos como “show”, “cantando” y “bailar” para confusión de los inexpertos. Es el caso de “La cocina del show”, “Sábado show”, “Este es el show”, “Cantando 2011” y “Soñando por bailar”, con un mismo torrente circulatorio bombeado por “Bailando por un sueño”.
Al lado de “Showmatch”, son satélites cuya producción avergonzaría a los organizadores de un corso de barrio; aunque bastó con los gritos de Dumas y Listorti, un poco de papel picado y chicas moviéndose a destiempo en “Sábado Show” para aniquilar al pobre Nicolás Repetto y su pretencioso “Sábado Bus”.
Masajeando al espíritu
Cada tanto, Él desciende a esos programas. La última vez sucedió en “La cocina de show”, cuando se oyó la voz de Tinelli por teléfono, luego de la eliminación de Peter Alfonso. Según la crónica fue “un Marcelo Tinelli que pocas veces podemos escuchar, hablando de la vida, de la espiritualidad y contando sus experiencias”. La Palabra, más allá de llevar consuelo a Peter Alfonso, avanzó hacia otros territorios. “Quiero hablarles de los Toltecas y sus cuatro acuerdos, para terminar”, anunció Tinelli, quien, en “tono paternal”, como se informó, fue explicando esos principios uno por uno en un discurso donde su productora Ideas del Sur era concebida como un templo que nos contenía a todos. “Estoy emocionado”, concluyó, y se entiende: el trabajo de mesías debe resultar abrumador.
Brindemos
Esta familia de programas no se está despidiendo para siempre, y vuelven pronto, demasiado, antes de finalizar enero. “Sábado show” se fue con la final del “Minuto de gloria” en su sección dedicada a los imitadores, cuyo premio de veinte mil pesos lo ganó el marplatense Fernando Parra, con sólo disfrazarse de Mirtha Legrand. El jurado que se lo concedió está integrado por algunos “tiempo completo” de la empresa, como Aníbal Pachano y Reina Reech, a quienes se suma José María Muscari, la hormiguita viajera del teatro argentino.
Denise Dumas y José María Listorti se despidieron llorando, aunque las lágrimas han llegado a cotizarse muy bajo en la televisión. Hubo brindis con espumante, presentaban a todos los colaboradores, y no se iban nunca. Entre tanta emoción, llegaron a referirse al adefesio que estaban ofreciendo como a “un programa tan bien producido, y tan bien cuidado desde la estética”, o sea que estábamos frente a un par de hipócritas o ante un caso grave de alteración mental. Al fin, eran asistidos por algo de razón: bailaban sobre la tumba de Nicolás Repetto y su imaginación suntuaria, que ya llevaban una semana de inhumados. “Se viene la tercera temporada”, amenazaron finalmente.
Al cuidado del fuerte
Como se dijo, estaremos dispensados de ver a estos programas durante un mes más o menos, salvo uno, el único que prosigue para cuidar el fuerte de Ideas del Sur: “Soñando por bailar”. Comenzó inmediatamente de finalizado “Sábado show”, sin tiempo para respirar, ¿y quién estaba en el jurado? Reina Reech, otra vez, incansable.
Se trataba de la segunda gala de eliminación de “Soñando por bailar 2012”, que comenzó hace un par de semanas. Fue una astuta creación del año pasado, para proporcionar una bofetada a la competencia, ya que, es sabido, se trata de un reality lanzado para herir a Gran Hermano, y en el cual son recluidos 24 jóvenes que se disputan un lugar en el “Bailando por un sueño” del año próximo.
En su primera edición, los bailarines convivieron en una isla del Tigre, pero este año están alojados en una estancia donde realizan trabajos rurales (*) y viven locamente. El cambio más afortunado ha sido el reemplazo de Viviana Canosa, cuya hiperkinesia provocaba sensaciones de angustia, ya que nos colocaba ante la posibilidad cierta de que cualquiera de nosotros puede ser atacado por cualquier tipo de perturbación psíquica. Además, la Canosa proclamaba tanta devoción por su nuevo jefe, Tinelli, que producía cierta repulsión, aunque vivimos en un medio ambiente donde la obsecuencia es considerada una virtud.
Atracciones
Ahora, con la conducción del apropiado Santiago del Moro, en “Soñando por bailar” se celebró la segunda gala de eliminación, cuyas candidatas eran dos santiagueñas. El momento dramático lo proporcionó la muerte de la abuela de una de las participantes, unas horas antes, aunque el dramatismo no fue tan intenso porque la nieta bailó igual.
Otro momento difícil se vivió cuando Mariano de la Canal descubrió que le habían roto las fotos de Wanda y Zaira Nara, de las que es fogoso admirador, y que fueron encontradas debajo de la cama de su archienemigo Joaquín Starosta (como las figuritas). “Siento que todos me atacan”, se quejó el lastimado joven.
En tanto, el jurado recibe la presión emocional indirecta del correntino Martín Parra, que participa para conocer a su padre. Mira a la cámara y dice: “Tenés tu oportunidad ahora, si querés, aprovechala”, dirigiéndose a ese padre que no conoce.
Los mimos que intercambian Yanina y Carolina también representan un aporte, en el rubro que la prensa denominó “amor lésbico hot”. Yani declaró: “Hoy me inclino más por las mujeres”. Caro, su compañera de juegos, la definió como “una negra hermosa”.
Una de las atracciones es Amalia Granata, que ha debutado como jurado. Por ejemplo, advirtió a Federico Baldino: “Te bajaste el pantalón cuando te estaba dando una devolución. Me mostraste la mitad del miembro”. Los bailarines se hacen llamar “los prosti” y Granata les preguntó si era por “prostitutos”. Se oyó decir “mirá quien habla”.
La gala fue dedicada a la música disco y contó con María Vázquez como invitada. El voto del público destruyó los sueños de Gabriela Flores, que venía muy hostilizada por su aumento de peso.
(*) Los prepara el polista Manuel Vismara, que ha declarado que algunos de los chicos tienen miedo de los animales. “Cuando les digo que todo va a estar bien con los chanchos, se relajan y van para adelante”, comenta con orgullo el coach rural.