Cincuenta razones por las que volvería a integrar el Coro

Georgina Cánaves, ex integrante del Polifónico
Foto: Néstor Gallegos
Cincuenta razones por las que volvería a integrar el Coro

Georgina Cánaves, ex integrante del Polifónico
Foto: Néstor Gallegos
Georgina Cánaves (*)
1) Porque fue para mí un espacio de formación y oportunidades.
2) Porque incorporé a mi vida el disfrute de una actividad artística grupal y de su permanente búsqueda de sentido.
3) Porque aprendí a cantar y ese nuevo lenguaje enriqueció y acompañó siempre mi actividad profesional como docente.
4) Porque fue un lugar de encuentro y convivencia cotidiana, que me ayudó a entender lo que es hacer cultura.
5) Porque experimenté lo que es la emoción estética y descubrí que no podía vivir sin arte.
6) Porque el cantar en Coro tiene que ver con el rico fenómeno de la comunicación humana y para ello se necesita corazón y cabeza.
7) Porque accedí a la poesía y al maravilloso desciframiento de los distintos discursos.
8) Porque canté en la calle, en escuelas, clubes, plazas y teatros.
9) Porque canté siempre con mi mejor disposición emocional y corporal.
10) Porque el cantar, el decir, el llegar a otros y otras a través de la música fue constituyéndome y dando forma a mi identidad.
11) Porque canté codo a codo y sonido a sonido con mi compañera de cuerda.
12) Porque fui y fuimos aplaudidos y siempre canté como si fuera mi último recital.
13) Porque compartí ensayos, actuaciones, festivales y viajes con compañeros y compañeras, amigos y amigas que aún están cerca.
14) Porque el Coro me permitió crecer, autodescubrirme, descifrar, producir y experimentar a través de la música y los vínculos humanos.
15) Porque toda actividad que uno realiza placenteramente durante mucho tiempo, termina siendo una forma de ver el mundo y de preguntarse por él.
16) Porque se trató de una vivencia personal, íntima pero a su vez profundamente social, ya que hablamos de un organismo cultural del Estado al servicio de la comunidad.
17) Porque ser integrante del Coro me ayudó a construir otra sensibilidad.
18) Porque enseñar proviene de “insignare” que significa dejar el signo, la marca en alguien y eso es lo que sucedió con el Coro, que dejó en mi una impronta que permanecerá, reprocesada, en el tiempo que me quede por vivir.
19) Por todo lo que me enseñaron Francisco Maragno, Zoraida Clément y Sergio Siminovich, a través de sus singularidades musicales y humanas.
20) Porque participé de una continua exploración para obtener logros y de un camino de conocimiento.
21) Porque viví la música integrada a la palabra, al teatro, a la danza, a la fotografía y otras disciplinas.
22) Porque también el Coro fue un ámbito de resistencia cultural en los difíciles momentos que atravesó el país.
23) Porque conocí distintos géneros musicales y temas que ampliaron mi visión sobre la condición humana.
24) Porque conocí y leí varios idiomas.
25) Porque traduje obras del inglés al castellano y trabajé su fonética con el grupo.
26) Porque aprendí a distinguir la retórica del silencio y del sonido.
27) Porque compartí la actividad con la persona que amo.
28) Porque el Coro me posibilitó experiencias únicas y travesías grupales que sostuvieron siempre mi deseo de cantar.
29) Porque trabajé duramente para resolver los desafíos musicales de la cuerda de contralto a la que pertenezco.
30) Porque canté como solista muchísimas veces, con el Coro y con orquesta.
31) Porque aprendí a ser responsable y a dar lo mejor de mí misma.
32) Porque desarrollé imaginación para contextualizar obras y autores.
33) Porque me permitió tener iniciativas y trabajar por el Coro en proyectos paralelos.
34) Porque conocí distintos teatros de la Argentina y otros países.
35) Porque accedí como protagonista a la cultura del trabajo y la sensibilidad.
36) Porque ayudé a construir un espacio de acción cultural colectiva, que tiene ayer, hoy y mañana.
37) Porque cantamos con orquestas, bandas, grupos de cámara e instrumentistas, en dúos, tríos, cuartetos y grupos pequeños.
38) Porque indagué sonidos, alturas, colores y timbres en la música de los distintos períodos.
39) Porque compartí escenarios con grandes cantantes líricos y populares.
40) Porque canté bajo la dirección de diversos directores, conceptos e
interpretaciones.
41) Porque repensar lo vivido es una forma de conocerse, reconocerse y descubrir los muchos universos que habitamos.
42) Porque participé de un quehacer cultural que me amplió horizontes.
43) Porque como dice Laura Devetach: “Si miramos el mundo a través de un cuadrado, leeremos luego solo cuentos cuadrados, a su vez esos cuentos reforzarán el gusto para que sigamos mirando el mundo en clave de cuadrado y deseando solo más cuentos cuadrados”.
44) Porque sólo se tiene perspectiva de lo que uno ve o hace, si existe la posibilidad de alejarse.
45) Porque actuamos para distintas comunidades que nos esperaban.
46) Porque una actividad valiosa en la vida es capaz de permanecer viva entre nosotras y nosotros, como quedan también las personas que amamos, de otra
manera.
47) Porque viví confraternidad coral y el cruce de diálogos, vivencias y miradas.
48) Porque el librar dentro del Coro pequeñas y grandes batallas, me ayudó a ser adulta y revisar mandatos establecidos.
49) Porque los recitales son un espacio que reúne a quien canta y quien escucha
para participar de un momento que es un misterio, que al menos por un rato como dice María Teresa Andruetto: “Recoja nuestros pedazos, acople nuestras partes dispersas, traspase nuestras zonas más inhóspitas para decirnos que, en lo más oscuro, también está la luz y para mostrarnos que, en todo el mundo, hasta lo más miserable tiene su destello”, como las latas de aluminio en la basura.
50) Porque el Coro seguirá siempre en mí y yo en el Coro, por toda la historia que nos une, de modo dialéctico pero también fructífero y profundamente humano.
(*) Ex integrante Coro Polifónico, ex integrante fundadora Coro de Niños de la Provincia.