Los festejos navideños en la ciudad

Pirotecnia: hubo heridos pero no víctimas fatales

En las guardias de los hospitales Cullen y Alassia no se registraron muertes por la manipulación de elementos pirotécnicos. Los casos más graves fueron los de un hombre que perdió un ojo y el de un chico que sufrió la amputación de un dedo.

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Emergencias. Durante el fin de semana, los médicos atendieron a cinco personas con quemaduras y lesiones por pirotecnia en el Cullen. Foto: Archivo El Litoral / Mauricio Garín

De la Redacción de El Litoral

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Nuevamente la ciudad quedó exenta de las noticias trágicas por el mal uso de los elementos pirotécnicos durante los festejos de Navidad. El reporte de los servicios de guardia de los hospitales José María Cullen y Dr. Orlando Alassia (hospital de niños) indica que en total hubo doce accidentados, dos de ellos con características más severas, pero sin consecuencias fatales.

En el Cullen se registraron cinco ingresos entre sábado y domingo. El más complicado es un hombre que perdió un ojo a causa de la explosión de una bomba de estruendo, que todavía continúa internado; los restantes sufrieron quemaduras leves, informaron desde ese nosocomio a El Litoral.

En tanto, la guardia del hospital Alassia recibió siete menores con heridas por manipulación de pirotecnia, de los cuales tres quedaron internados. El más grave resultó ser un chico de 12 años, quien sufrió la amputación de un dedo de la mano izquierda. Otros dos niños también permanecen en observación por traumatismo perforante de ojo. Los cuatro restantes tuvieron quemaduras leves (sólo uno fue derivado desde San Jorge, el resto de los casos ocurrieron en la ciudad).

Hace unos diez años que los accidentados en las fiestas van disminuyendo año tras año. Antes, las guardias recibían personas muy lastimadas, las cuales terminaban con amputaciones graves o, incluso, muertas. Los factores desencadenantes eran dos: la poca conciencia respecto de la manipulación y la mala calidad de los productos pirotécnicos.

Ahora, no sólo se fueron perfeccionando los elementos sino que la gente de a poco toma noción del riesgo que hay a la hora de utilizar pirotecnia sin los cuidados necesarios. Por otra parte, el municipio reforzó los controles de los puestos de venta, ya que los locales no habilitados comercializan elementos pirotécnicos de menor calidad.

El municipio informó que se decomisó la mercadería de tres puestos de venta de pirotecnia, que no cumplían la reglamentación vigente. Uno fue en Ruta Nº 1 km. 4,5 y Callejón Laborie, otro tuvo lugar en Aristóbulo del Valle y Hernandarias, y un tercero ocurrió en Aristóbulo del Valle y Gorriti.

A pesar de los controles, en la previa de Nochebuena, El Litoral constató que había puestos de ventas clandestinos en algunos sectores del norte de la ciudad, en barrio Roma y en la Ruta 1 (en el sector que ya corresponde a la jurisdicción de Rincón).

En cuanto a los ruidos molestos, un vecino de la zona de la Costanera Vieja (calle Grand Bourg) le comentó esta mañana a El Litoral que “no fue tan molesto como todos los fines de semana. Ayudó el corte de tránsito por la propuesta que el municipio realiza desde 2007: la Costanera de Fiesta, con música y actividades en varios puntos del lado oeste, a la vera de la laguna Setúbal.

Desde la Secretaría de Control de la Municipalidad también se informó que durante la Nochebuena no hubo que lamentar incidentes mayores. Un total de 80 agentes tuvo a su cargo los operativos que, en la mayoría de los casos, fueron rotativos por diferentes lugares.

Por controles de alcoholemia a conductores, desde el municipio se informó que los casos positivos fueron once.

En cuanto a la actividad nocturna, los agentes de control corroboraron el cumplimiento de la legislación vigente en los principales boliches del Puerto, la Ruta 168 y la Costanera.

En total, se contabilizó una asistencia de unas 10 mil personas. En todos los casos, se controló que no hubiera venta de alcohol a menores de 18 años, y que se respeten los límites impuestos por la ordenanza, que establece que por las fiestas de fin de año se puede ingresar a los locales hasta las 4 de la mañana, que se puede vender alcohol hasta las 6 y que la hora de cierre se fija a las 7. Lo mismo ocurrirá el próximo domingo 1º de enero.

Un caso fatal cerca de Rosario

El caso más grave por el mal uso de la pirotecnia durante la celebración de la Navidad ocurrió en la localidad de Puerto General San Martín, a unos 28 kilómetros de Rosario. Un joven de 27 años murió al explotarle un cohete de la modalidad “tres tiros” en la boca, que le destrozó parte de su rostro ocasionándose la muerte, informaron voceros del Hospital Eva Perón de la localidad santafesina de Granadero Baigorria.

Los médicos detallaron que el joven ingresó a las 2.30 del domingo al nosocomio derivado desde Puerto San Martín, y que pese a los ejercicios de reanimación falleció en ese centro asistencial a los pocos minutos de entrar.

También en esa ciudad, otros tres niños de 14, 9 y 8 años sufrieron heridas de gravedad, dos por el mal uso de pirotecnia y el otro al ser alcanzado por una bala perdida mientras jugaba en la puerta de su casa. El niño de 14 años tuvo que ser amputado en uno de los dedos de su mano derecha durante una intervención practicada en el Hospital Vilela de Rosario.

La agencia Télam reportó, además, que más de 200 personas resultaron heridas por el manipulación de pirotecnia, descorche de bebidas espumantes y balas perdidas después de los festejos de Navidad en la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, provincia de Buenos Aires y La Rioja, según informaron fuentes médicas y policiales.