OBRA DE LUIS ALBERTO ESCOBAR

Francisco Ayala y la UNL

El libro recupera una serie de textos que Ayala publicó en los circuitos editoriales de la UNL. Publicado por la Editorial Universidad de Granada y la Fundación Francisco Ayala.

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El autor, también profesor de Historia, fue detrás de los pasos del escritor con textos rescatados del olvido. Foto:PABLO AGUIRRE

De la redacción de El Litoral

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El profesor de Historia y escritor santafesino Luis Alberto Escobar concretó su obra -publicada por la Editorial Universidad de Granada y la Fundación Francisco Ayala- que atañe a la Sociología, a España, a Francisco Ayala y también a Santa Fe y la UNL. El libro se titula “Francisco Ayala y la Universidad Nacional del Litoral”, con prólogo del profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Alberto Ribes, consta de trece capítulos breves elaborados por Escobar, y seis textos de Ayala.

“Trataremos de ingresar en los mundos posibles del autor granadino, los que atravesó en los primeros años del exilio, desde su arribo a la Argentina en 1939 hasta alrededor de 1945, año en que vive completo en Río de Janeiro impartiendo cursos y conferencias”, señala Escobar que profundiza en el trabajo de Ayala como profesor de Sociología en la UNL.

“Abriremos líneas íntimamente relacionadas que nos permitirán reconstruir las redes vinculares e intelectuales en las que se fue insertando; y las que se fueron constituyendo desde su llegada. Por otra parte, nos introduciremos en su enfoque sociológico, tratando de comprender rasgos singulares y contribuciones a partir de la indagación de textos producidos por el autor en esta etapa del exilio; así como las potenciales huellas que sus escritos y acciones aportaron dentro del campo cultural argentino”. Escobar adelanta que en la obra se analiza cómo Francisco Ayala posibilitó y potenció la construcción de un grupo de investigación de Sociología desde la Cátedra en la UNL, abriendo el camino a una nueva tradición sociológica universitaria en el medio santafesino.

“El período que estudiaremos coincide con los primeros años de lo que Alberto Ribes Leiva (2007) denomina la etapa de sociología sistemática en la producción del autor granadino, caracterizada por la publicación de sus obras académicas más reconocidas en la disciplina sociológica, a la par que traduce obras relacionadas con la materia -es el momento del traductor a destajo, al decir del propio Ayala en sus memorias-y, luego de un breve paréntesis, retoma la publicación de ficciones. Es preciso anotar que para Ribes Leiva este período de sociología sistemática abarca desde la partida ayaliana de su país natal hasta que se radica en Estados Unidos, es decir, coincide con todo el exilio latinoamericano de Ayala”.

Marcas de Ayala

“Una mediadora local” es el título del capítulo que habla de Angela Romera Vera: “Se establecen las relaciones entre los dos en España que dan pie a mostrar cómo Romera Vera hace de mediadora para conseguir un cargo como profesor contratado de Sociología en la FCJS (UNL) a Francisco Ayala.

“Por otra parte se menciona todo el entramado que en la época tenía la UNL (principalmente en las ciudades de Santa Fe, Paraná y Rosario): académico, con diarios locales (El Litoral en Santa Fe), con sectores políticos y culturales. Todo hace que se den las condiciones para el ingreso de Ayala a la cátedra de Sociología. Pero como mencionaba, es fundamental la figura de Romera Vera.

Para ver los circuitos locales se recurre a dos notas que Ayala publicó en el diario El Litoral: “Nuestra América” (24/05/1942) y “Saludo a Waldo Frank” (11/06/1942). Ambos artículos muestran la articulación que se estaba dando de espacios locales, nacionales y latinoamericanos, a la vez que muestran toda la crisis vivida producto de la Segunda Guerra Mundial (trasfondo general de crisis del capitalismo que atraviesa todo el siglo XX y que Ayala visualiza desde su arribo a Alemania y con la guerra civil española).

Finalmente en 1943, días previos a la intervención de la UNL, Ayala es removido de la cátedra por presión de los sectores nacionalistas y católicos de la ciudad, finalmente los grupos que cuestionan se hacen cargo de la UNL a través de la intervención encarnada en Jordán Bruno Genta.

Las marcas que deja Ayala continúan de diversas maneras en la cátedra, fundamentalmente luego de 1955 cuando Romera Vera se hace cargo de la misma.

“Los caminos que recorre la UNL como institución desde la partida de Francisco Ayala son muy sinuosos: hubo nuevas intervenciones, momentos de recuperación, escisiones de las que surgieron dos universidades nuevas (Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional de Entre Ríos), entre muchos otras procesos acompasados a los del resto del país.

Como recoge el diario El Litoral, el 21 de marzo de 1988, en el Paraninfo de la UNL -salón emblemático de la institución-, el rector Juan Carlos Hidalgo hace entrega a Francisco Ayala del título de “Huésped de Honor de la Universidad Nacional del Litoral”; en dicho acto el autor granadino brindó una conferencia titulada “La España actual”; ésta fue la última visita de Ayala a la universidad en la que vivió sus “episodios profesorales” más de cuarenta años antes.

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Francisco Ayala posibilitó y potenció la construcción de un grupo de investigación de Sociología desde la Cátedra en la UNL. Foto:ARCHIVO EL LITORAL

/// análisis

Escuela ayaliana

Alberto Ribes Leiva (*)

... Con minuciosidad, Escobar rastrea la presencia de Ayala en Argentina, sitúa su figura en el contexto de las Ciencias Sociales en Latinoamérica, analiza su llegada y su salida de la Universidad Nacional del Litoral, al tiempo que muestra la existencia de una escuela ayaliana. Poco se sabía, hasta ahora, sobre la presencia de nuestro autor en dicha Universidad argentina, y el propio Ayala en sus Recuerdos y Olvidos pasó por alto, con modestia infinita, su labor y su huella en dicha Universidad, y con notable generosidad también pasa por alto las cuitas y pugnas - políticas y disciplinares - que le alejan de la institución y ponen fin a su proyecto renovador. El trabajo de Escobar genera, pues, la excitación de un descubrimiento, dado que al situar a Ayala en uno de sus paisajes, muestra algunas nuevas facetas del autor y de la persona, al tiempo que nos ofrece conocimiento sobre las circunstancias, las redes en las que se inserta y las instituciones que rodeaban la creación sociológica y literaria de nuestro autor durante su estancia en la Argentina, aunque especialmente durante su vinculación con la Universidad Nacional del Litoral, pero, sobre todo, porque da cuenta de la existencia de una efímera escuela ayaliana. Ayala, a pesar de ser un “sociólogo sin sociedad”, no fue un sociólogo sin discípulos ni escuela.

(...) El libro que el lector tiene en sus manos cuenta con una serie de textos de Ayala, que han sido rescatados por Escobar en el transcurso de su investigación, cuyo valor documental e historiográfico es innegable. Entre ellos, el resumen de la primera lección del recién incorporado profesor de Sociología en la Universidad Nacional del Litoral, me parece especialmente valioso. Algunos de los argumentos que Ayala irá publicando aquí y allá, y que acaban convirtiéndose en epígrafes del Tratado de Sociología están ya presentes en una forma embrionaria. En un breve espacio, Ayala esboza el perfil de la disciplina, atendiendo a su historia, todo ello desde su particular óptica. Y, por supuesto, la relación crisis-sociología es central (...).

(*) Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.