De vender El Litoral a levantar tantas copas

De vender El Litoral a levantar tantas copas
 

Festeja Battaglia trepado al travesaño en la cancha de Racing, el día de la consagración ante Arsenal, en 2003. Foto. Télam.

Con el último campeonato ganado por Boca, Sebastián Alejandro Battaglia se coronó como el jugador con mayor cantidad de títulos obtenidos en la historia: 17.

TEXTOS. ENRIQUE CRUZ (H).

Se consagró en la última fecha del torneo pasado como el jugador con mayor cantidad de títulos en Boca. No había jugado nunca en el Apertura 2011 y las lesiones conspiraron otra vez contra su frustrada continuidad, pero Sebastián Battaglia ya se conoce la enciclopedia entera de cómo debe sobreponerse un jugador de fútbol a los riesgos de la profesión. El 6 de diciembre de 2000 se rompió la rodilla contra Independiente, en Avellaneda, al regreso de Japón, donde había sido titular ante el Real Madrid por la Intercontinental, el día inolvidable de los goles de Palermo. Volvió a los 172 días, pero al poco tiempo se desgarró el isquiotibial de la misma pierna en una práctica.

En 2001 jugó sólo 10 partidos de los 59 que disputó Boca y se perdió, entre otros, la final con el Bayern Munich. En 2005 se operó de osteocondritis (desgaste de cartílago) en la rodilla derecha, sufrió de pubialgia en 2006 y tuvo que parar tres meses, perdiéndose el Mundial de Alemania. En ese año apenas jugó siete partidos. Años más tarde estaba para jugar el Mundial de Sudáfrica, porque con Maradona terminó jugando las eliminatorias. Esa primera mitad del año pasado no jugó y en este año estuvo parado casi nueve meses. De no ser por tantas lesiones tan largas de superar, seguramente Battaglia hoy no sólo sería el de mayor cantidad de títulos, sino el de mayor cantidad de partidos, aventajando a un histórico “xeneize” como Roberto Mouzo.

Para muchos, aquella conquista del 28 de noviembre de 2000 fue lo más importante que le pasó a Boca en su riquísima historia. Es que un equipo con un mediocampo en el que Battaglia y Serna le daban el equilibrio, mientras que Basualdo colaboraba con Riquelme, logró con los dos goles del “Titán” Palermo derrotar a un equipo que parecía invencible por esos tiempos, el Real de Casillas, Hierro, Roberto Carlos, Figo, Guti y Raúl, dirigido por Vicente del Bosque.

Ese día, con apenas 20 años, Sebastián Battaglia se consagraba al poco tiempo de haber abandonado el barrio Transporte, de Santa Fe, y seguramente habrán surgido muy frescos los recuerdos de sus primeros pasos en Ciclón Racing, donde lo apodaban “Enano”, porque jugaba siempre con chicos de mayor edad.

Alfio Basile lo llamó “el equilibrista”, los hinchas lo ven como un “león”, pero para todo el mundo sigue siendo “el Seba”.

DEBUT Y CAMPEONATO

Un histórico de Boca fue el que lo hizo debutar: Carlos María García Cambón. Fue cuando le faltaban unos meses para cumplir 18 años y entró por Diego Cagna cuando restaban cuatro minutos para que termine un Boca 4 - Gimnasia y Tiro de Salta 0, en el Clausura de 1998. Desde allí en más arrancó una carrera fenomenal que lo llevó a ganar 17 campeonatos y a convertirse en el que más veces festejó en la historia de Boca.

Cuando dejó el barrio Transporte, Battaglia se fue a probar a San Lorenzo, Roberto Mariani lo vio y quedó, pero como no había lugar en la pensión y el padre no tenía dinero para bancar su permanencia en Buenos Aires, se volvió a Santa Fe para seguir jugando en Ciclón Racing.

En ese momento aparecieron en escena Jorge Bernardo Griffa y el Choclo Regenhardt, aquel recio marcador de punta rubio que jugó en Unión a fines de los ‘70, en un equipo inolvidable integrado, entre otros, por Pumpido, Hugo López, Alberto, Cárdenas, Mazzoni, Telch, Pitarch, Ribeca y el Turco Alí. Bastó un solo partido para que Battaglia tuviese un lugar asegurado en la desaparecida Candela.

“El Choclo era una gran ayuda para mí, porque el viernes a la tarde nos volvíamos a pasar el fin de semana a Santa Fe, por lo menos hasta que empezara el campeonato. Yo jugaba en mi división pero quería llegar a la Primera, y aunque estaba en Boca y sabía que era difícil, ya estaba el proyecto de promover chicos de las inferiores. Mientras se construía Casa Amarilla vivíamos en el Parque Sarmiento. Dormíamos en un gimnasio, un pabellón con camas cuchetas, una al lado de la otra, tipo la colimba. Seríamos unos 60 chicos. Los baños eran en los vestuarios, los teníamos a media cuadra. A la noche, con el frío, se complicaba un poco ir al baño, pero igual nos trataban muy bien; incluso los profes vivían con nosotros. Estaban Civarelli, Altieri, Fabián Bazán. Después, cuando fuimos a Casa Amarilla, vino un día García Cambón a avisarme que tenía que concentrar con la Primera”, cuenta Sebastián Battaglia, quien -sin embargo- al poco tiempo se fue al Badajoz de España sin cargo y sin opción.

Estuvo un mes porque el técnico le dijo que era muy chico para jugar y volvió a principios del ‘99. El técnico ya era Bianchi y Battaglia resolvió pelearla en Boca. Menos de dos años después, era campeón del mundo con 20 años.

EL “EQUILIBRISTA”

La historia de Battaglia tiene algo de parecido con Bianchi: los dos fueron canillitas. “Él pasaba y me decía: “¿Canillita bueno como yo?”, o nos felicitábamos el día del canillita. El padre de Carlos tenía un puesto y él salía a vender a la calle o por los colectivos, mientras que mi viejo tenía un recorrido en bicicleta. Nosotros íbamos a buscar El Litoral a un depósito, esperábamos con otro montón de personas que llegara el camión y los repartíamos casa por casa. Teníamos un par de bicicletas con el canastito adelante, y a pedalear. Lo habré hecho durante dos años”.

En la cancha ordena, habla un poco pero no es de gritar. Confiesa que nunca entró a un vestuario gritando y que jamás pensó en cambiar ese carácter. Nunca le molestó que haya jugadores más “marketineros”. Cuando el Coco Basile le puso el “equilibrista”, fue porque formaba parte de un mediocampo en el que jugaba como volante por derecha, atento a las subidas del Negro Ibarra por derecha y a meterse detrás de Gago cuando el “5” resolvía acompañar a los delanteros y no tenía tiempo para volver.

Firmó contrato con Boca hasta mediados de 2013 y lo único que espera es recuperarse definitivamente, y seguir jugando y ganando campeonatos. Lleva 17 y pasó a la historia en un Boca acostumbrado a gritar éxitos en los últimos tiempos. Superó a Palermo y al mellizo Barros Schelotto. A Martín le quedó el mote de máximo goleador de la historia “xeneize”, llevándose a su casa uno de los arcos de la mítica Bombonera. ¿Qué le van a dar a Battaglia el día que se retire?

Es santafesino y vendió El Litoral cuando era chico. Sebastián Alejandro Battaglia es un nombre grabado a fuego, uno de los “bosteros” más famosos.

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Imagen repetida de Battaglia, llevado en andas por la gente luego de ganar un campeonato. Esta foto pertenece al festejo del torneo ganado en 2003 y antes de viajar a jugar la Intercontinental de ese año. Foto: Efe

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Foto de archivo de enero de 1996, apenas se produjo la incorporación del “pibe” Battaglia, con 15 años, a Boca. Lo acompañan Juan Salemi y Juan Chena, quien sostiene la camiseta de Ciclón Racing. Foto: Néstor Gallego.

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En un entrenamiento de Boca, Battaglia junto al Pipa Estévez, Carlitos Tevez y Diego Cagna, a quien tuvo que reemplazar el día del debut. Foto. Afp.

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Un mano a mano con el inolvidable “Enano” Bontemps en un choque entre Colón y Boca en el Centenario. Foto: Mercedes Pardo.

La historia de Battaglia tiene algo de parecido con Bianchi: los dos fueron canillitas. “Él pasaba y me decía: ‘¿Canillita bueno como yo?’, o nos felicitábamos el día del canillita”.

Los logros de Battaglia

TÍTULOS NACIONALES

- Clausura 1999

- Apertura 2000

- Apertura 2003

- Apertura 2005

- Apertura 2006

- Apertura 2008

- Apertura 2011

TÍTULOS INTERNACIONALES

- Libertadores 2000

- Intercontinental 2000

- Libertadores 2001

- Libertadores 2003

- Intercontinenal 2003

- Sudamericana 2005

- Recopa Sudamericana 2005

- Recopa Sudamericana 2006

- Libertadores 2007

- Recopa Sudamericana 2008