Fotografía obtenida por nuevo satélite de la Nasa

La Tierra disponible en alta resolución

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Foto: Agencia EFE

La imagen, llamada Blue Marble en honor a la famosa fotografía tomada en 1972 por Apolo 17, posee una resolución de 64 millones de píxeles, la del año pasado había sido de 2.048.

 

La Agencia Estadounidense del Espacio y la Aeronáutica (Nasa) difundió hoy una foto de la Tierra, tomada el 4 de enero pasado por el nuevo satélite de observación Suomi NPP, con una resolución de 8.000 píxeles por 8.000 píxeles, la más alta tomada hasta el momento.

La imagen, llamada “Canica Azul” (Blue Marble), en honor a la famosa fotografía homónima tomada en 1972 por la misión Apolo 17, fue armada con tomas hechas por el Suomi desde una altura de 1.900 millas (unos 3.000 kilómetros).

La Nasa tiene la costumbre de tomar esta fotografía todos los años. Desde la primera toma realizada el 7 de diciembre de 1972 por la tripulación del Apolo 17, a 45 mil kilómetros de la superficie, el ritual se cumplió ininterrumpidamente.

El Suomi NPP orbita a 512 millas de la Tierra (824 kilómetros) y lleva cinco instrumentos a bordo. De ellos, el más grande y más importante es el llamado Viirs (The Visible/Infrared Imager Radiometer Suite), un radiómetro de imágenes visibles mediante infrarrojos.

La Nasa bautizó con ese nombre al satélite en homenaje al meteorólogo de la Universidad de Wisconsin, Verner Suomi, pionero en el desarrollo de sondas para analizar el clima terrestre y reconocido por la comunidad científica como “el padre del satélite meteorológico”.

El Suomi NPP es el primero de una nueva generación de satélites que “observarán muchas facetas de nuestra Tierra cambiante”.

Suomi NPP, un proyecto conjunto de la Nasa, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) y el Departamento de Defensa, permite predicciones más fiables de las condiciones en el clima, el estado de los océanos y análisis de la biosfera terrestre.

Vernes Suomi fue pionero en 1959 en el desarrollo de satélites con órbita polar (norte-sur), y en los 60 del uso de sondas geoestacionarias, con órbitas fijas en un punto de la Tierra.

En su prolífica carrera, hasta su muerte en 1995, Suomi participó también en el diseño de misiones de sondas dirigidas a Venus, Júpiter, Saturno, Urano o Neptuno y recibió en 1977 la Medalla Nacional de la Ciencia.