Ocupaban edificios del gobierno desde 1991

Miles de desalojados en Somalía

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La ONU declaró el fin de la hambruna que azotaba a Somalia desde 2011, aunque la pobreza extrema sigue latente en el país.

Foto: Agencia EFE

de la Redacción de El Litoral

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Agencia EFE

Miles de padres que pasean estos días por las calles de Mogadiscio, tirando de sus hijos con una mano, recuerdan al éxodo masivo de 2011 que causó la hambruna somalí, pero esta vez la escena es consecuencia del desalojo de edificios en ruinas del Gobierno.

La organización no gubernamental (ONG) Centro para la Paz y los Derechos Humanos (CPHR) estima que son más de 50.000 personas las que se han visto forzadas a dejar los edificios gubernamentales, que han sido ocupados gradualmente desde 1991, cuando se desmoronó el Gobierno de Somalia.

“La gente está siendo desalojada de ministerios, colegios, hospitales y oficinas locales, así que pensamos que son más de 50.000”, afirma el presidente de CPHR, Hassan Moalim Yusuf.

El alcalde de Mogadiscio, Mohamud Nur, afirmó esta semana que el Gobierno Federal de Transición somalí pueda ya rehabilitar esos inmuebles con fondos que proceden en gran medida de Turquía, país que se comprometió en 2011 a reconstruir las maltrechas infraestructuras de la ciudad.

De momento, las autoridades no han dispuesto un alojamiento alternativo porque parte de los expulsados tenía dinero para pagar a caseros ilegales.

Una de las afectadas es Maryan Salad Hassan, de 43 años, madre de cinco niños, quien espera frente a las puertas del campamento de Sayidka, en Mogadiscio, un complejo convertido en hogar de unos 600 desplazados internos que huyeron de la hambruna del sur de Somalia.

Hassan, oriunda de la capital somalí, pide a los guardas del campamento que le abran las puertas, pero no cumple con los requisitos para ingresar en él, al no venir de fuera de Mogadiscio.

“Somos desplazados, no tenemos a dónde ir, no tenemos refugio. Lo único que pedimos es que nos dejen entrar al campamento hasta que nos ayuden las ONG internacionales. El Gobierno nos acaba de obligar a dejar sus edificios sin decirnos a dónde ir. Ahora no tenemos ni casa ni esperanzas”, ruega Hassan a los vigilantes.

Pese al sufrimiento de los habitantes de Mogadiscio, el presidente de Somalia, Sharif Seikh Ahmed, considera la operación un éxito.

El jefe de Estado se reunió además con algunos de los desalojados, quienes le comunicaron que no tenían dónde ir y le pidieron ayuda, pero Ahmed replicó que el asunto aún se estaba analizando y que tendrían una respuesta pronto.