Entrevista exclusiva con Gabriel Omar Batistuta...
Entrevista exclusiva con Gabriel Omar Batistuta...
“Queremos ganar el clásico pero el objetivo va más allá”
El “Bati” habló del arbitraje de Delfino y reclamó tranquilidad a la gente. “Tenemos una hinchada que está entre las primeras del fútbol argentino, pero la queremos a favor. No hay un solo jugador que no quiera ganarle a Unión, pero es un partido importante y no determinante”.
Enrique Cruz (h)
Me hacía el ‘Tarzán’ y jugaba siempre, nunca paraba. Así quedé. Solamente puedo caminar, de correr ni hablar”. El “Bati” era el jugador del pueblo. Indiscutido, goleador, dejaba todo en la cancha y tenía un sentido de pertenencia brutal. Hoy lamenta el “castigo” permanente a su físico en los tiempos de jugador, pero con días de calor insoportable como el de ayer, quedarse adentro del magnífico hotel de campo a la vera de la autopista era una obligación. Ni golf, ni caminatas ni nada. Pero Gabriel Batistuta andaba con muchas ganas de hablar de Colón. Y fue una hora de charla a fondo.
—¿Qué te pareció el equipo?, ¿te gustó?
—Lo vi bien, apagado hasta los 25 minutos, como dudando de la situación, pero a partir de allí se jugó muy bien hasta el final, con dos ocasiones muy claras como las de Pipa Higuaín y Gracián, que creo no alcanzó a apoyarse bien para definir. En el segundo tiempo seguimos así hasta los 20 minutos, Pipa tuvo varias más y merecimos ganar.
—Faltó el gol...
—Sí, faltó el gol... Pero vi el resumen de los otros partidos y ningún equipo creó tantas situaciones como nosotros. Y eso es lo más difícil que tiene el fútbol.
—Ya que viste otros partidos, ¿qué te sorprende hoy del fútbol argentino?
—Hay un buen nivel, los equipos son difíciles de quebrar y faltan talentos. Los técnicos han mejorado, se trabaja mucho en los sistemas defensivos.
—Hablando de talentos, ¿que te pareció Gracián?
—La respuesta va en dos partes. El equipo creó más juego que el año pasado y eso se dio, en parte, por la presencia de Gracián. En ese aspecto, hubo un adelanto. A él lo vi bien, pero esperamos mucho más. En el segundo tiempo, cuando crecimos en intensidad, se notó la falta de ritmo que venía teniendo por no jugar de titular en los últimos tiempos.
—¿Lo viste mejor cuando se liberó del sector izquierdo o la posición no tuvo incidencia?
—¡Esa es una pregunta para Marito! (risas). En serio, me gustaría que a esto lo diga él.
—¿Qué te pareció el arbitraje de Delfino?
—Son seres humanos que se equivocan, pero lo bueno sería que sea lo menos posible, porque el lunes nos dejó sin dos jugadores determinantes para el próximo partido. Quisiera que nos sintamos respaldados, sobre todo a los que somos del interior. Lo que yo pido, como dirigente, es el respeto e igualdad de condiciones. No estoy pidiendo nada raro, sólo que midan y cobren con el mismo criterio.
—¿Fue determinante para vos?
—El debió darse cuenta de cómo juega Bastía, que es un jugador agresivo pero sin mala intención. Bastía no trata de quebrar ocho piernas por partido y Delfino debió tenerlo en cuenta, porque tuvo 90 minutos hasta el momento de la expulsión y le puso amarilla cuando ni siquiera debió cobrar infracción.
—¿Hablaste con él después del partido?
—Sí, es muy simpático... Me dijo que para él era tarjeta roja, pero no había visto la reiteración y quizás ahora se haya dado cuenta de que se equivocó. No lo juzgo, porque todos nos equivocamos. El me dijo que vio que Bastía se tiraba al piso y el rival caía, o sea que vio una barrida. Fue su impresión, que difiere mucho de lo que todos vimos. Lo entendí porque es humano, pero no debió haber pasado. Hasta ese momento no había dirigido mal para nada.
—¿Te sorprendió el reclamo de la gente, al final del partido, para ganar el clásico de la cuarta fecha?
—Es que me sorprendió porque no llegó al final, sino antes. Nosotros lo estábamos haciendo figura al arquero rival, dominábamos y en ese momento llegó el reclamo. Colón tiene una hinchada que está entre las primeras del fútbol argentino y la queremos a favor. Sé que fue sólo un grupo, porque tres cuartos de la cancha nos alentaba. Nosotros necesitamos hacernos fuertes de local y, para eso, el plus lo da la gente.
—¿Se siente adentro de la cancha, te comentaron algo los jugadores?
—¡Claro que se siente! El equipo estaba jugando bien cuando “saltaron” y coincidió con que desde ese momento nos empezamos a caer. Yo no digo que la gente no insulte si se juega mal, pero que sea al final si es que no les gusta. Esto pasa en todos los estadios del mundo. Y respecto del clásico, todo el mundo quiere ganarlos. Pero si queremos pensar como un equipo grande, el clásico es un partido importante pero no es determinante. Puede pasar que se pierda un clásico, pero no puede pasar lo que ocurrió el año pasado, que por perder un partido se pierda de vista lo más importante, que es el campeonato. ¿Qué quieren que hagamos?, ¿que no juguemos contra All Boys o contra Olimpo para pensar sólo en el clásico? ¡No! Hay que pensar en el clásico en la cuarta fecha, no antes.
—¿Vas a ir a la cancha?
—No sé cómo se manejan acá. Me encantaría, pero no sé si estila que los dirigentes visitantes vayan. Si es así, voy a ir.
—¿Estás teniendo contacto con los jugadores?
—Sí, claro... Lamentablemente soy más viejo que ellos (risas)... Puedo aportarle cosas.
—Con el Bichi estás ahí nomás con el tema de la edad...
—(Risas)... El Bichi me está enseñando cosas a mí...
—¿Estás consustanciado con el proyecto que tiene el club?
—Es lo que me atrajo cuando el presidente me fue a hablar. Colón está bien posicionado, Rossi está haciendo un muy buen trabajo en inferiores, la pensión tiene 80 chicos de distintas partes del país, me encanta lo de Colón en tu barrio porque de ahí, de los barrios, es donde salen los jugadores, y hay una absoluta convicción de la dirigencia por hacer grande al club.
—Una vez le pregunté a Grondona qué debía hacer un club chico para salir campeón y me dijo que debía apostar a las inferiores. ¿Pensás igual?
—Sí, claro. Se puede ser campeón apostando a las inferiores y sin gastar mucha plata. Ese es el futuro. Los chicos tienen que sentirse orgullosos de jugar en Colón como yo me sentí orgulloso de hacerlo en Newell’s. Para mí fue un honor, porque sabía que ahí estaba la mejor fábrica de jugadores y yo pertenecía a ella. Yo quería ser como Balbo, como Dezotti o Almirón. Esto es lo que tenemos que conseguir.
—Entonces, te metés poco en lo táctico o sólo si te preguntan...
—Sí, seguro. Formo mis opiniones, pero soy muy respetuoso del técnico y eso es lo que pido de los jugadores. El límite entre sugerir y, si el técnico no hace lo que le decís, bajar los brazos, es muy fino. Siempre hay tres o cuatro jugadores que piensan así. Entonces, ahí tenemos que aparecer la dirigencia o el mismo grupo que le diga: “Loco, pará un poco y corré como nosotros, que acá estamos todos subidos en el mismo barco”. Esa fue siempre mi filosofía como jugador.
“Arsenal no era el mejor equipo para debutar”
El Bati dijo que se sorprendió con la cantidad de situaciones que el equipo creó y advirtió que “sabemos que todos pueden dar más de lo que dieron”. Dijo que mantiene charlas individuales y grupales con los jugadores. “Opino de cuestiones tácticas si Marito Sciacqua me pregunta, porque eso es terreno de él”.
Pequeño “Bati” ilustrado
—¿Si hay un problema entre el DT y el jugador, lo arregla el secretario técnico?
—Es que no debiera ocurrir. Nosotros al jugador le pagamos para que sea jugador y no director técnico. El jugador se entrena y puede jugar o ser suplente y nosotros le pagamos para eso. Si el problema existe, yo me encargaría de poner al jugador en su lugar.
—Entonces, ¿te ponés siempre del lado del técnico?
—No, no... Lo que digo es que el jugador tiene que jugar porque se le paga para eso. Si está de acuerdo con lo que el técnico le pide, que juegue. Y si no, que juegue igual porque para eso cobra. Si cada técnico tiene que hacer jugar como cada jugador piensa, ¿cómo armamos el equipo?
—¿Pensás entonces que el jugador no debe darle su opinión al técnico?
—Si es para mejorar, sí. Pero lo que no se puede admitir es que el jugador le diga que tiene que jugar en un puesto o no juega, o juega pero lo hace al 50 por ciento, o juega pero si al lado está tal o cual compañero.
—A veces el jugador se siente más importante que el técnico...
—Allí tengo que intervenir yo o el presidente y decirle que adentro, a las 7 y media de la mañana cuando nos juntamos, somos todos iguales. Cuando salimos del entrenamiento, a él le pedirán 10 autógrafos y al técnico o a mí, ninguno. Pero adentro no hay “estrellas”.
—¿Alguna vez le criticaste un planteo a un técnico?
—Jamás, jamás... ¡Y mirá que tuve posibilidades! Me parecía una desubicación total decirle al técnico que ponga a tal jugador porque me tira mejores centros que el otro. A mí me pagaban para hacer goles y en el entrenamiento trabajaba para hacer goles, no para armar el equipo.
Es la primera vez que el Bati habla de Colón luego del debut.
Lamentó mucho la decisión de Delfino en las expulsiones y pidió ecuanimidad. Aspira a que los jugadores se sientan orgullosos de jugar en Colón, “como yo me sentía cuando lo hacía en Newell’s, porque sabía que salía de la mejor fábrica de jugadores del país”.
Pasa mucho tiempo en Santa Fe y al lado del plantel.
/ “Esto me gusta más de lo que pensé que me iba a gustar. No vine con ideas locas ni a decirles que hay que salir primero o esto no sirve. Pero veo que el grupo está listo para dar el gran salto”.
Su aporte como imagen al club.
/ “Si voy a Italia y propongo que Colón vaya, habrá pocos problemas. Pero si Colón gana o sale campeón, no habrá ningún problema. Prefiero que vayamos porque ganamos en la cancha y no tanto por mí”.
Gerardo Alcoba, ¿rendirá?
/ “Es el jugador que nos sorprendió, está bien en lo físico, casi a la par de sus compañeros, tiene personalidad y en dos o tres partidos, como máximo, estará a las órdenes del técnico para jugar”.