Socialistas y justicialistas
Opiniones cruzadas por el rojo de las cuentas provinciales
Lamberto lo atribuye a la fuerte incidencia de un gasto rígido y una tendencia del gobierno central de tener mayores recursos. Aclaró que la Nación tiene mayores herramientas para atender su déficit. Lacava hizo notar que financiarse con deuda flotante ya tiene el costo de despidos en la construcción.
Raúl Lamberto (PS) y Mario Lacava (PJ)
De la Redacción de El Litoral
Mientras el gobernador Antonio Bonfatti intenta abrir canales de diálogo con el gobierno nacional, a la expectativa de las definiciones salariales del año y la suba de algunos impuestos provinciales, legisladores oficialistas y de la oposición cruzan acusaciones sobre el rojo de las cuentas fiscales santafesinas.
“La provincia de Santa Fe cerró el año 2011 con un déficit; contabilizando la gestión 2007-2011 la mitad de sus ejercicios tuvieron superávit y la mitad déficit, una estadística más ecuánime que la propia historia observada entre los años 1991-2007”, disparó el socialista Raúl Lamberto en respuesta “a las recurrentes y dogmáticas críticas del PJ”, según aclaró.
Desde el otro ángulo, el justicialista Mario Lacava disparó que “la deuda flotante del gobierno alcanzó a los sueldos y al trabajo de los obreros de la construcción”. Enseguida aclaró que la paralización de distintas obras públicas “pone de manifiesto que los efectos del déficit generado por una mala e ineficiente administración de los recursos del Estado por parte del gobierno socialista no es una cuestión inocua, contable y administrativa, tal como lo afirmaba despreocupadamente el ex gobernador Binner, sino algo concreto y lamentable que tiene causas y cuyas consecuencias toca ahora el bolsillo de los trabajadores”.
Para Lamberto, desde los años 90, los estados provinciales y municipales “vienen acentuando su carácter de deficitarios estructuralmente: los servicios y funciones que han tomado a cargo (salud, educación en todos los niveles, seguridad, seguridad social, desarrollo social, entre otras) demandan más financiamiento de lo que sus propios recursos permiten, sumado a una tendencia cada vez menos favorable en materia de reparto de recursos entre Nación y provincias. Esta situación estructural trae consigo una fuerte rigidez en el gasto provincial. La incidencia de los salarios junto a los servicios sociales imprescindibles y la coparticipación a municipios y comunas alcanzan el 90% del gasto, lo cual implica una gran estrechez en los márgenes de maniobra financiera, que se agrava cuando la actividad económica ingresa en amesetamientos, los recursos se estancan. El gasto no tiene la flexibilidad para moverse en sintonía con el recurso”.
Salarios y cajas alternativas
El socialista reconoció que en las cuentas 2011 hubo fuerte influencia salarial. “Las paritarias cerradas a fines de 2010 y comienzos de 2011 tuvieron un impacto financiero en el ejercicio 2011 de 3.600 millones de pesos, los cuales no habían sido presupuestados. Esta demanda salarial, junto a otras necesidades en servicios críticos atizadas por un contexto inflacionario notorio, llevaron a requerimientos de erogaciones que no habían sido previstas y para las cuales los recursos incrementales por encima de lo presupuestado resultaron insuficientes. Este es el “corazón” del déficit del 2011. Y las razones son entendibles: ni los trabajadores ni los usuarios de los servicios más críticos deberían haber asumido las consecuencias”.
Aclaró que la provincia no dispone de la diversidad de fuentes de financiamiento que tiene la Nación para atender sus 30.000 millones de déficit con Anses, Banco Central, etc. “No hay excedentes de ejercicios anteriores, no hay autorización para emitir deuda. La única alternativa es el incremento de la deuda flotante: proveedores, contratistas y otros”. Recalcó que la Nación no transfirió en el 2011 los 647 millones de pesos para el financiamiento de la Caja de Jubilaciones, llevando la deuda por ese concepto a 1.300 millones de pesos
Para Lacava, en tanto, la deuda flotante afecta directamente a los trabajadores por los despidos en empresas constructoras. “Se lo venimos advirtiendo al gobierno desde hace cuatro años, que si gastan más de lo que recaudan en gastos corrientes innecesarios la provincia terminaría en una crisis que recaería irremediablemente sobre todos los santafesinos y eso es lo que está ocurriendo”.
El justicialista cuestionó que el gobierno “en lugar de mirar para adentro de la propia administración para mejorar la utilización de los frondosos recursos que tiene, pretende apelar a la sencilla metodología de aumentar una vez más los impuestos, que es más de lo mismo que hizo durante cuatro años con impuestos, tarifas, peajes, patentes”. Recomendó “actuar con austeridad en el gasto, atacar las causas del déficit, disminuir drásticamente el gasto político, congelar vacantes en todos los servicios no esenciales y suprimir gastos innecesarios”.
