En el cuarto consistorio de su pontificado
Benedicto XVI pidió que recen por él
El Papa habló en la ceremonia de consagración de 22 nuevos cardenales realizada en la basílica de San Pedro. El Pontífice pidió a los fieles que lo tengan presente en sus oraciones “para que pueda regir con humilde firmeza el timón de la santa Iglesia”.
Juan Lara
Agencia EFE
El Papa Benedicto XVI celebró hoy el cuarto consistorio de su pontificado en el que nombró 22 nuevos cardenales, en una solemne ceremonia en la que pidió a los fieles que recen por él “para que pueda regir con humilde firmeza el timón de la santa Iglesia”.
“Rezar para que en ellos (los nuevos cardenales) se refleje de manera viva Jesús, que indica a todos el camino, y pedir también por mí, para que pueda ofrecer siempre al Pueblo de Dios el testimonio de la doctrina segura y regir con humilde firmeza el timón de la santa Iglesia”, dijo Benedicto XVI en su alocución.
Esas palabras trajeron a la memoria las pronunciadas el 24 de abril de 2005, cuando en su primera misa tras ser proclamado papa pidió a los católicos que rezaran por él, “para que no tenga miedo y huya ante los lobos y deje abandonadas a sus ovejas (los fieles)”.
Dirigiéndose a los nuevos cardenales, el Papa, de casi 85 años, les advirtió que el poder, el egoísmo, la posesión y el interés son contrarios a la doctrina de Cristo y les exhortó a ser “sabios y transparentes”.
En una solemne ceremonia celebrada en la basílica de San Pedro, bellamente iluminada y que dejaba al descubierto todas sus obras de arte, el Pontífice les entregó la birreta y el anillo -los símbolos del cardenalato- y les asignó una iglesia o diaconía de Roma, como signo de su participación en el cuidado pastoral del Pontífice por la Ciudad Eterna.
A la ceremonia asistieron cerca de 150 cardenales de todo el mundo, así como unos siete mil fieles y representaciones oficiales de los países de procedencia de los nuevos cardenales.
Benedicto XVI destacó que los cardenales están llamados a cooperar “estrechamente” con él en el gobierno de la Iglesia universal y les dijo que la birreta roja significa que tienen que estar dispuestos a dar su vida, si es necesario, por la Iglesia.
Benedicto XVI les recordó las palabras de Cristo “quien quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor y quien quiera ser el primero entre vosotros será esclavo de todos”.
El papa Ratzinger también manifestó que el dominio, el egoísmo, la posesión y el interés son contrarios a la doctrina de Cristo, en la que manda el servicio, el altruismo, el entregarse y la gratuidad.
Tras la alocución, Benedicto XVI procedió a la imposición de la birreta y el anillo, la entrega de la Bula de creación de cardenal y la asignación de una iglesia romana.
Mañana, Benedicto XVI celebrará una misa con los 22 nuevos cardenales, de los que 18 tienen menos de 80 años, por lo que podrán participar en un eventual cónclave para elegir papa.
El Colegio Cardenalicio queda formado por 214 purpurados, de los que 125 pueden participar en un eventual cónclave al tener menos de 80 años.