Por los exámenes previos en el secundario

Febrero es la “temporada alta”

de los profesores particulares

Mariela Goy

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Muchos adolescentes no estudian a lo largo del año y a último momento se desesperan por rendir las materias previas para pasar de año. Es ahí cuando entran en escena las academias, institutos y profesores particulares que se dedican a preparar a los alumnos que deben rendir los exámenes del secundario o reforzar los conocimientos para el ingreso a la universidad.

El mes de febrero es algo así como la “temporada alta” para esta actividad educativa que no está regulada por el Ministerio de Educación sino que se maneja en forma privada.

Hay academias con más de 30 años de trayectoria en la ciudad, pero también están los profesores, profesionales y universitarios avanzados que, para hacerse unos pesos extra, se dedican al apoyo escolar en sus domicilios. Más de 20 avisos con esta oferta se publicitaron en los clasificados de El Litoral del domingo último.

Los institutos y docentes particulares coinciden en el diagnóstico: los chicos no estudian durante el año y creen que con leer las materias en diciembre les alcanza. Resultado: llegan a marzo con un promedio de 4 previas y se apuran por aprobarlas para pasar de curso.

“Hay chicos con hasta 6 previas y tienen que sacar 4 para pasar de año. Tenemos padres que han llegado a gastar entre 1.200 y 2.000 pesos en un mes en profesores particulares con tal de que su hijo no repita el año”, aseguró Nancy, secretaria de la Academia 1º de Mayo con 30 años de trayectoria en el apoyo escolar.

El número de alumnos es fluctuante año a año y depende de la situación económica del momento. “Además, existe un crecimiento en la cantidad de gente que se dedica a esta actividad en la ciudad”, aseguraron desde ese instituto céntrico que recibe a 50 alumnos por día.

Hugo Spadoni es un ingeniero en Construcción que dejó sus trabajos profesionales para dedicarse de lleno a la docencia desde la Academia Asim, fundada hace tres décadas. “La mayoría de los alumnos que tenemos son de secundario; vienen alrededor de 30 por día”, dijo el ingeniero que se dedica a preparar alumnos de las escuelas técnicas y de las ingenierías.

A su entender, “no hay entorno de estudio en las escuelas ni en los hogares. Aprenden los primeros 10 que están frente al pizarrón y los otros molestan. En la TV hay canales muy buenos de historia o de obras de ingeniería, pero ven cosas triviales. O quedan atrapados por los juegos de la computadora en lugar de usarla para aprender”, cerró.

Su academia ofrece apoyo escolar en todas las materias e inclusive hace un servicio personalizado, contratando al docente específico si algún alumno lo requiere. “Hemos preparado hasta para exámenes de gastronomía”, aseguró.

Dos hojitas y un problema

La despreocupación de los alumnos durante el año llega al punto tal que ni siquiera tienen carpeta de clase. “Algunos vienen con dos hojitas y te relatan más o menos los temas que vieron, sin autores ni apuntes. Los profesores y sus padres deben salir a buscar carpetas del colegio para saber cómo encarar el apoyo”, dijo Nancy.

Por su parte, la profesora Eliana López recomienda al alumno ir a la academia un mes completo, cuatro horas por semana para llegar al examen bien preparado. “Obviamente, les sugerimos que también hagan ejercicios en sus casas porque en 4 horas semanales no recuperan un año de estudio perdido”, destacó esta docente que se desempeña en la Asociación para el Desarrollo Ciudadano (Adec), una entidad sin fines de lucro que incorporó el apoyo educativo entre sus actividades.

Sin embargo, no son pocos los que buscan un “salvataje” de última hora. “Preparé un examen de 3er año de secundaria en 9 horas y el alumno salió bien”, indicó Spadoni.

“La mayoría rinde la semana que viene y empezaron a venir apenas hace una semana. Encima no es que les falta un tema ¡les faltan todos!”, destacó Germán, que dedica unas cuantas horas al día a la preparación para las pruebas de Matemática, después de su trabajo fijo. “Ecuaciones, operaciones combinadas y fracciones son los temas en los que siempre están flojos”, describió.

No entienden consignas ni palabras

Matemática, Lengua, Química e Inglés van a la cabeza de la demanda. Pero últimamente los alumnos buscan cada vez más apoyo en materias de corte netamente teórico como Historia o Formación Ética y Ciudadana. ¿Cómo se enseñan esas asignaturas que requieren básicamente de lectura? ¿No pueden estudiarlas solos? ¿Qué falla?

“Los chicos tienen gran dificultad para comprender textos. Eso explica por qué se llevan Lengua o Historia. Tenemos que trabajar la lectura párrafo por párrafo, que digan si hay palabras que no entienden. Vemos que no sólo no saben el significado de un vocabulario específico sino tampoco de palabras comunes”, destacó la profesora López, de Adec.

Liliana Llull es licenciada en Letras, está jubilada pero despunta el vicio de la docencia enseñando a alumnos particulares en su casa. Ella nota una falencia que viene de hace dos generaciones en el nivel primario. “Se ha agregado una cantidad de contenido que se puede ver en el secundario y se ha dejado de poner énfasis en las 4 operaciones básicas de Matemática, y en saber leer y escribir en forma operativa y correcta, en tener una buena grafía, comprensión, dicción y ortografía”, señaló.

Aseguró que antes se enseñaban las reglas gramaticales, había mucho dictado, se ponía énfasis en la grafía y en la búsqueda en el diccionario, mientras que ahora “los chicos llegan al secundario sin comprender textos ni entender su propia letra”, cerró.

Los padres llegan a gastar sumas considerables para que sus hijos pasen de año. Matemática, Lengua, Química e Inglés son las más requeridas pero la demanda no deja afuera ninguna asignatura.

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Tanto para el ingreso a la universidad como para rendir exámenes del secundario, los alumnos recurren a docentes particulares para un apoyo extra. Foto: Archivo

El precio de

pasar de año

La hora de enseñanza particular se cobra entre 20 y 40 pesos, dependiendo de la dificultad de la materia, del nivel de educación y si la clase es individual o grupal. Las más caras generalmente son las asignaturas de las escuelas técnicas y las de ingreso a carreras de ingeniería.

/// EL DATO

Fórmulas

Cada profesor tiene su táctica para que el alumno logre rendir bien la materia. “En la preparación de un examen, pongo énfasis donde veo que el alumno se equivoca. No le hago el caldo gordo de decirle ‘repasá este resumen’, sino que le hago leer la novela completa”, destacó la profesora Liliana Llull.

Sonia Suárez, abogada y profesora particular, les lee el texto a sus alumnos y se los explica hasta que lo van interiorizando. “Lo común es que alguna base tengan porque ya rindieron varios recuperatorios”, dijo.

En Matemática otra docente trabaja la concentración de los chicos porque se distraen mucho, cambian o copian mal un signo y les cambia todo el resultado. Otra profesora apunta a que los alumnos relacionen los hechos históricos porque “generalmente ven la historia como acontecimientos aislados y eso no les sirve”.