Del tablero a la pantalla grande

Ilustración realizada para presentar a los estudios de la Fox.

Del tablero a la pantalla grande

Ralph McQuarrie fue uno de los ilustradores de producción más requeridos de la industria del cine norteamericano de ciencia ficción. Artista prolífico y laborioso, supo construir, en sociedad con George Lucas, un mundo imaginario donde habitaban seres E.T., naves e imponentes escenarios futuristas.

TEXTO. LUCAS CEJAS.

 

Ralph McQuarrie nació en Gary, Indiana, el 13 de junio de 1929. Desde muy joven y siguiendo la tradición familiar, este talentoso artista americano mostró notables condiciones para el dibujo, por lo que se trasladó a Los Ángeles para comenzar y terminar sus estudios en la Art Center School de esa ciudad. Luego trabajó como ilustrador en la Boeing Aircraft Company.

En los ‘60 realizó “backgrounds” para la NASA; éstos son, ni más ni menos, que fondos pintados a mano, algo que hoy se hace digitalmente, y que era vital para ambientar las animaciones en ese entonces. Es decir, gracias a este recurso un cohete podía alunizar tanto como atravesar el espacio exterior. Luego McQarrie reconocería en su página web que “haber participado en una simple animación simulada de la NASA me introduciría en muchas películas de estas características”.

A principios de los ‘70, efectuó algunos diseños para Hal Barwood, un realizador de cortos cinematográficos y videojuegos. Este encuentro provocó uno más fortuito aún, el que tuvo con George Lucas, para regocijo de todos los amantes de la ciencia ficción. A partir de ahí, Ralph no paró más. No sólo demostró talento, sino también creatividad -se puede ser talentoso sin la aptitud de la imaginación-: basta con ver la cantidad de “conceptos” que realizó para la saga de Star Wars, que fueron pintados a mano en una época en que no existían las tabletas digitales y los errores no se borraban con un click. Sus imágenes poseen la impronta de lo manual (que no pretende en este escrito ir en desmedro de lo digital). Los dibujos cumplen el cometido desde/de lo conceptual, aplicado a una función específica, pero sin atentar contra la belleza de lo artístico (ese primer registro que impregna el soporte de manchas, vigorosos trazos, arrepentimientos y cambios rítmicos en la línea). En pocas palabras, era un laburante talentoso y metódico .

CREANDO EL UNIVERSO STAR WARS

Cuando en 1973 George Lucas debió convencer a los estudios de la Twentieth Century Fox para que financiaran su opera prima de ciencia ficción “Star Wars” (si bien el corto “THX1138” fue su predecesor), tuvo que ofrecerles algo realmente impactante -desde lo visual- para apoyar semejante empresa. Y nada mejor para ello que las ilustraciones conceptuales de Ralph McQuarry. Los directivos de la Fox comenzaron a mirarse entre sí, al mismo tiempo que Alan Ladd Jr., productor ejecutivo de la compañía, intentaba ofrecerles un panorama de lo conveniente que era invertir en un emprendimiento de esas características. Lucas, demostrando aplomo pese a su juventud, les mostró media docena de dibujos que hacían referencia a dicha historia espacial. En estas pinturas había una primera aproximación a cómo serían los personajes, los lugares donde vivirían sus aventuras y en qué medios de transporte viajarían, de una galaxia a otra, las atractivas naves espaciales. Darth Vader, Luke Skywalker, Chewbacca, la princesa Leia, los androides C3PO y R2 D2 y Obi Wan cobraban vida propia en el papel, pero faltaba llevarlos a la pantalla grande para generar un impacto aún mayor.

Harto conocida es ya la historia del éxito de la trilogía de “Star Wars” y su maravillosa “precuela”, palabra muy utilizada actualmente por el mundillo cinéfilo. Aunque lo notable es la cantidad y calidad de imágenes que McQuarrie produjo para concebir un estética determinada, capaz de convencer al propio Lucas -algo que no era fácil- y, al mismo tiempo, de impresionar a los responsables que financiarían el futuro film. Es decir, resulta imposible disociar el éxito de Lucas del trabajo de Ralph, impecable en la creación de personajes, dotándolos de una carnadura memorable. Cada personaje tenía una vestimenta acorde a su personalidad y a su perfil psicológico. “Star Wars” produjo un fenómeno cultural y de taquilla impensado para la época. Treinta años más tarde, en un reportaje incluido en el makin off de la misma, Ralph McQuarrie lo recordaba así: “estábamos en la sala del cine, cuando culminó la película, niños, jóvenes y adultos comenzaron a aplaudir enloquecidos, nunca ví algo igual”.

UN ENCUENTRO CERCANO

El mismo año del estreno de Star Wars (1977) otra gran obra de ciencia ficción del séptimo arte cautivaba a espectadores de todo el mundo: “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo”, de Steven Spíelberg. La película mostraba una serie de acontecimientos extraordinarios en distintos continentes y varios avistamientos de ovnis en un pueblo de Estados Unidos llamado Muncie, en el estado de Indiana -curiosamente el mismo lugar donde había nacido Ralph-.

Esta producción tuvo llamativos y extraordinarios efectos para la época, tanto visuales como físicos. La responsabilidad de diseñar la nave nodriza recayó, cuando no, en McQuarrie. Desarrolló bocetos con distintas variantes morfológicas; pero como todo trabajo en verdadero equipo -sobre todo en pos-producción cinematográfica- escuchó las propuestas del director. Spielberg le pidió una nave imponente, algo así como una “ciudad flotante o fortaleza volante”, colmada de antenas y luces de neón. Finalmente, “The Mother Ship” fue inspirada en una refinería de petróleo llena de reflectores y chimeneas ubicada en Bombay, India, donde filmaban una escena en exteriores. Sólo faltaba integrar todo a una forma convexa, pero claro, eso no sería un problema para Ralph. Cuando se cumplieron 30 años de “Encuentros Cercanos”, se hizo un relanzamiento para quienes habían hecho de esta obra una película de culto. La caja constaba de dos DVD, el film con escenas agregadas y el backstage del mismo, en el cual recordaba “Steven me dijo que pintara algo a partir de lo que habíamos comentado, me fui a casa y le dediqué dos días a la pintura que es bastante parecida al modelo que aparece en el film”. Una de las escenas más emocionantes es, sin duda, el avistamiento de la mencionada nave manifiestándose detrás de la montaña donde tienen lugar los encuentros cercanos. Y, como si esto fuera poco, y en virtud de que el cine reúne varias disciplinas artísticas, la banda sonora fue compuesta por John Williams, otro maestro capaz de crear momentos de elevado contenido emocional mediante la música.

. Resulta curioso, para quien además de dejarse engañar por la magia del cine se deslumbra con el making off, ver los recursos utilizados para la época, las limitaciones técnicas, como así también de presupuesto. Semejante esfuerzo derivó en una confluencia de técnicos visuales, dibujantes, modelistas, miniaturistas y diseñadores alineados armoniosamente detrás de Steven Spielberg. Entre todos ellos, los mejores en los ‘70, sobresalió McQarrie.

SIGUEN LOS AVISTAMIENTOS

Posteriormente, trabajó como ilustrador de producción para películas que fueron íconos de la ciencia ficción en la década del ‘80 y en adelante, siempre vinculado al diseño de producción.

En el verano de 1982 adultos y niños de Norteamérica se emocionaron -una constante en los films de Spielberg- con la llegada de un E.T de baja estatura y gran corazón. Este dibujante americano colaboró con la apariencia del Alien y, fundamentalmente, en la concepción de la nave. Fue convocado, además, para formar parte de numerosos proyectos como “Star Trek”, “Cocoon”, “Galáctica”, “Milagro en la calle 8” y “El Vengador del Futuro” (“Total Recall”).

Es decir que, cuando en el cine observemos magnificentes ciudades habitadas por humanoides, imponentes naves espaciales o seres de otro planeta -no importa su credo, raza o nacionalidad-, hay algo de este genuino creador en cada uno de ellos. Aún cuando hayan sido creados por otros dibujantes, pues la matriz de la fantasía, la ilusión y el goce visual proviene de este genial artista, que alguna vez se atrevió a soñar con tan sólo un lápiz, un papel y algo de imaginación.

FUENTE

Las ilustraciones que acompañan esta nota fueron extraidas de “The making of Star Wars: The Definitive Story Behind the Original Film”, de J.W. Rinzler (2007).

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Primeras aproximaciones de las ideas de Lucas sobre sus personajes, pintadas por Mc Quarrie.

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Dibujos y pinturas hechas por Mc Quarrie para brindarle a George Lucas las referencias necesarias para el rodaje.

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Dibujo de R2 D2, uno de los principales robots de la trilogía, luego pasado a tridimensión.

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Boceto del afiche promocional que luego sufriría numerosas modificaciones tanto en el diseño como en el concepto de los personajes.