Esperancina desaparecida

El fiscal solicitó prisión preventiva del esposo

La desaparición de la esperancina Marcela Chiaro en Tucumán no se trató de un simple alejamiento voluntario del hogar. Al menos eso es lo que sostiene el fiscal Guillermo Herrera, quien la semana pasada elevó la requisitoria de prisión preventiva para el veterinario Luis Corral y su presunta amante Paola Castro por “homicidio simple”, según publicó el diario La Gaceta en su página web. Ahora, es el juez de Garantías Francisco Pisa quien deberá definir en los próximos días si la concede o no.

Según contó la hermana de Marcela, Rosana Chiaro, para el fiscal es imposible que la mujer de 38 años haya abandonado la casa de Inca Garcilaso al 300 por sus propios medios. Según argumentó en la requisitoria, Corral tenía en su poder los dos únicos juegos de llaves de la puerta de entrada, que además no tiene picaporte.

En el documento que lleva su firma, Herrera estimó que “hubo un acto violento que debió concluir con el deceso de Chiaro”, dado que la Policía Científica encontró rastros de sangre humana en diferentes lugares: en el quirófano y el piso de la veterinaria; en las paredes, el piso y un lavamanos del departamento de Castro; y en la camioneta de Corral, más precisamente en el respaldo posterior del asiento del conductor.

En el pedido de prisión preventiva para la supuesta pareja, Herrera culminó diciendo que ambos serían coautores voluntarios del delito de homicidio y que el cuerpo de Chiaro estaría oculto en un lugar hasta ahora desconocido.

La mujer desapareció el 13 de febrero pasado. Pero su concubino se lo comunicó a la familia de Marcela, que vive en Santa Fe, varios días después.