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Abigeato, promesas y miedo

Abigeato, promesas y miedo

En una reciente reunión mantenida por las fuerzas vivas del departamento, se expusieron los reiterados casos de abigeato y de represalias a quien lo denuncia. Además, se le reclamó a la fuerza policial que mejore la eficacia de su gestión.

 

Campolitoral/Ernesto Arzamendia

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“Yo quiero contar mi experiencia: en octubre pasado, a mí me faltaron 11 vaquillas en un campo cerca del 60, en Villa Guillermina”, dice Walter Mussín, productor ganadero.

“Cuando hice la denuncia, si bien hubo predisposición de la gestión policial anterior (inclusive cuando hubo alguna sospecha de dónde podía estar la hacienda). Los acompañé, pero no hubo ninguna respuesta, no se encontró nada”, agrega.

“Estamos cansados del robo de hacienda”, sentencia a su turno Orlando Stechina, productor a quien le sustrajeron en febrero 15 cabezas de ganado (de las que nunca se supo más nada), hecho que operó como “la gota que derrama el vaso” y motivó una reunión con las fuerzas vivas del departamento la semana pasada.

“Hay gran preocupación, porque en la reunión la gente confesó otros casos, que no fueron denunciados por temor a represalias”, agrega.

Para Stechina, las características de los establecimientos de la zona hacen inviable estos casos sin la connivencia de las autoridades. “Son campos chicos, de hasta 200 hectáreas, con caminos rurales y poblaciones a cada kilómetro. Estamos a 4 km. de la zona urbana con 3 caminos por los cuales se puede salir. De acuerdo a la investigación de la policía, nadie vio ni escuchó nada”, sugiere. Pero no quiere bajar los brazos: “En la gestión anterior ni siquiera se tomaban las denuncias. Vi los móviles investigando, pero nada más, no hubo respuestas ni culpables”, recuerda. “Ahora cambió la cúpula de la guardia rural y nos prometieron cambiar la metodología de trabajo, por eso tengo esperanzas que se resuelva”.

Justicia, ciega y lenta

“El apoyo, la participación y la presencia son la herramienta más eficaces cuando se trata de perder los miedos y denunciar. Cada uno cumple su rol”, disparó el secretario de Gobierno de Villa Ocampo, Eduardo José, en la reunión del jueves pasado.

“Creo que falta insistir con la pata judicial relacionada con la puesta en marcha del juzgado penal de Las Toscas, porque uno de los problemas que tenemos es la falta de inmediatez de la fiscalía y otros funcionarios”, agregó. Vale destacar que dicho juzgado ya está creado, pero todavía no está funcionando, por lo que los productores o los afectados por este tipo de delitos tiene que trasladarse hasta Reconquista para efectuar las denuncias correspondientes.

El funcionario se comprometió a mantener las reuniones para reforzar los controles. “Creo que el tema amerita una nueva reunión para que el área de salubridad trabaje con mayor rigor, y también alentar a denunciar. Creemos que es el mecanismo y la vía más optima para resolver estos temas. Perder los miedos, trabajar como comunidad y vencer este flagelo creciente. No se puede creer que en un territorio en donde todos nos conocemos no se puedan resolver estas cuestiones”, analizó.

Verdes y azules

“Mi misión es la coordinación y la cooperación con el resto de las autoridades”, dijo en la reunión el nuevo jefe de la Sección 9 de Villa Ocampo.

“Muchos de los ganaderos que hoy están presentes me conocen porque, porque ya estuve cuatro años en la zona. Conozco la problemática y entiendo mucho de todas las inquietudes que hoy se están planteando en esta convocatoria”, explicó.

En dicho encuentro, el funcionario policial se comprometió a “poner toda la fuerza de voluntad en el trabajo propio de nuestro cuerpo y tratar en lo posible de que los hechos del índice delictivo que se está dando en este momento, para que bajen o no se produzcan”.

Además, prometió que cada vez que un productor quiera denunciar, podrá hacerlo libremente. “Nadie se va a ir sin denunciar. Si su intención es hacerla, se le va a recepcionar y se le va a dar una certificación de denuncia para su tranquilidad”, prometió.

Por otro lado, explicó si bien algunos expedientes pasan a archivo, no significa que no se resuelvan. “La denuncia no determina la etapa investigativa de 15 días, sino que para nosotros sigue. A veces por un hecho menor que se llega a dar bajo otras circunstancias se descubren otros hechos.

Finalmente, alertó que a partir de ahora muchos ganaderos “nos van a ver de ahora en más en distintos horarios: de día ya de noche, y van a ser ustedes los que van a evaluar si realmente la prevención existe o no”, invitó.

Propuestas

Para Mussín, la solución pasa por involucrar a todos. “Yo creo que habría que invitar a los jueces que tienen competencia, la policía (azules) y bromatología, quienes tienen una gran responsabilidad. Cuando te ponés a hablar con ellos todo el mundo se saca el lazo, se tiran la pelota uno con el otro, yo creo que hay que ponerse la mochila en el hombro la gente que tiene a cargo cada segmento de autoridad y creo que entre todos podremos resolver el problema”, garantiza.

Como corolario, Stechina analiza la cuestión de fondo, apelando a mantener la participación ciudadana para revertir esta tendencia. “La idea es continuar con la participación de todos; no tener miedo, ya que hubo represalias para quien denunciaba. El que lo compra es tan delincuente como el que lo roba. Queremos apoyar a las autoridades que hacen las cosas como corresponden”.

“Estamos cansados del robo de hacienda”, sentencia a su turno Orlando Stechina, productor a quien le sustrajeron en febrero 15 cabezas de ganado”

Diligencias realizadas

En la causa denunciada por Stechina, las fuerzas policiales dijeron estar trabajando en contacto con el Juzgado de Instrucción, quien dio las directivas pertinentes. “Ya hay diligencias realizadas y hay personas que están involucradas en el expediente. Hay diligencias que todavía nos tienen que informar, ya sea de SENASA, o de algunos cruzamientos de teléfonos y eso está todo al llegar y ponerlo a disposición del Juzgado para que determine si hay alguna otra persona más involucrada”, dijo a medios locales el jefe de la sección 9 de la Guardia Rural Los Pumas.

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Reunión. Más de un centenar de productores denunciaron falta de compromiso oficial y un entramado de comercialización de hacienda robada en Villa Ocampo, Tacuarendí y El Sombrerito.

Foto: Gentileza

“El que lo compra es tan delincuente como el que lo roba. Queremos apoyar a las autoridades que hacen las cosas como corresponden”

El día ya la noche

Fuentes reservadas comentaron a este medio que en Villa Ocampo, incluso se “levantan pedidos” de carne en la ciudad. Se habrían visto camionetas repartiendo esta carne de manera clandestina. “Es difícil detectarlos porque esta gente trabaja de noche y nosotros de noche descansamos”, dijeron los vecinos.

Marco legal

Desde hace 8 años, la provincia cuenta con su programa de coordinación, seguridad de la comunidad rural y prevención y lucha contra el abigeato, luego de la sanción de la ley Nº12256. Sin embargo, la misma -que fuera propuesta por el ex legislador Federico Pezz- sigue sin ponerse en práctica. El objetivo de la norma apunta a crear un ámbito de trabajo en el que gobierno provincial y las fuerzas de seguridad, junto a autoridades judiciales, legisladores, autoridades locales, entidades ruralistas y productores, conduzcan el programa, fijen actividades a seguir y definan ámbitos zonales. El concepto fue de la “participación ciudadana”, para que sea el propio productor damnificado, quien no sólo pague sus impuestos y espere que el Estado (policía provincial) proteja sus bienes, sino que se involucre en la definición de políticas preventivas, acciones concretas, procedimientos. “En este ámbito multisectorial hay que elaborar mapas delictivos, llevar antecedentes y estadísticas y un registro especial de hechos ocurridos y denunciados, naturaleza, evolución y estado judicial de los mismos”, reza la norma. Se trata de una herramienta que, lejos de considerarla la solución para terminar con el abigeato, implica ponerla en práctica para empezar a trabajar organizada y coordinadamente entre todos los actores de la cadena.

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Herramientas de trabajo. Los “utensilios” que disponen los delincuentes.

Foto:Archivo