HOMBRES

Del terciopelo al cuero

Desde las pasarelas de París se vislumbraron las tendencias masculinas para la próxima temporada. Las texturas invaden todas las prendas y pisan fuerte en la moda para ellos.

TEXTOS. LOLA LOSCOS (EFE).

1001065.JPG
 

Creaciones de Sacha Walckhoff para Christian Lacroix durante la Semana de la Moda de París.

1001078.JPG

Hombres vestidos de terciopelo, oro y cachemira por la firma John Lawrence Sullivan, y amantes de casacas y chalecos de cuero negro y prendas con grandes cuellos con el marroquí Yohan Serfaty, abrieron en París las colecciones de moda masculina para el próximo invierno.

El ex campeón nacional de boxeo japonés Arashi Yanagawa, reconvertido en diseñador de moda para defender la firma JL Sullivan, lanzó para el otoño-invierno 2012 una explosión de color sobre terciopelo, satén, lana, cachemira y cuero, generalmente mezclados entre sí en un mismo conjunto.

Nacido en Hiroshima, en 1975, Yanagawa no sólo reunió las materias más dispares, sino que también mezcló colores y formas, de modo que sus pantalones pitillo de cuero teñido de oro viejo o de resplandecientes dorados se llevarán el próximo invierno bajo elegantes abrigos largos de cachemira marrón claro o azul.

Sobre la pasarela de la Maison des Metallos, histórica casa de los obreros metalúrgicos de París, triunfaron cazadoras de cuero doradas sobre pantalones extra anchos, abundantes prendas de cuello alto y americanas de cuadros negros y blancos combinadas con camisas de cuadros similares.

Yanagawa, además, ideó el porte de americana sobre americana, de parkas, chalecos acolchados sobre camisa y pantalón rayados y los trajes monocolores de diferentes verdes.

La chaquetilla corta y el superconfortable jersey grueso de punto, los cuadros de sus prendas acolchadas, el corte de sus trajes y las rayas y cuadros de algunos de sus conjuntos dieron el toque británico a esta marca que tomó su nombre de un campeón de boxeo estadounidense del siglo XIX.

GÓTICO

Mucho más lejos en el tiempo y el espacio buscó su inspiración el diseñador de origen marroquí Yohan Serfaty.

Góticos, con toques de marcada inspiración medieval en ocasiones, sus modelos buscaban la “atemporalidad”, según las declaraciones de este amante de las creaciones “perennes”.

Su desfile fue en realidad una “performance”, pues junto a sus modelos negros, grises, verdes y marrones; asimétricos, con abundantes superposiciones, dobles solapas y protectores cuellos altos; la Compañia Du Bon Goût proyectó un vídeo de las tres cabinas transparentes donde se cambiaban los modelos tras un juego de sombras.

Un leve toque plateado en el forro de una prenda y otra teñida de blanco sobre pantalón y especie de túnica-falda, ofrecieron el contraste de esta colección, llevada siempre con botines sobre los tobillos y a menudo gorros de punto.

CHIC

Christian Lacroix Men optó por involucrarse con las redes sociales y sorteó, a través de ellas, diez entradas a su desfile, en el que Sacha Walckhoff vistió al hombre del invierno 2012 de negro, blanco y gris, con algunos toques de rojo.

Ami Alexandre Mattiussi, ex colaborador de Christian Dior, Givenchy y Marc Jacobs, amante de un estilo chic pero fácil de llevar, sobre materias naturales, fue otro de los grandes protagonistas, junto con su colega Nicola Formichetti para Thierry Mugler.

El amigo de Lady Gaga volvió a dar en el toque futurista, no siempre muy fácil de vestir, con capas y efectos capas, modelos grises con piezas y mangas negras o azules acharoladas, conjuntos enteramente plateados, o modelos rojizos de chaqueta y pantalones muy ajustados por detrás, con aparatoso efecto falda-túnica en el delantero. Característica histórica de la casa, en algunos momentos la cremallera tuvo un papel principal.

995839.JPG

Homenaje a las capas

Dolce & Gabbana presentó sus propuestas para el próximo otoño-invierno en la Semana de la Moda Masculina de Milán, a través de una colección con aires añejos en la que destaca el homenaje que la siempre innovadora casa textil hace a la capa y al abrigo. Ambientados en una pasarela que recordaba a los desvanes o las casas de pueblo abandonadas, con muebles antiguos apilados, los italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana ofrecieron todo un espectáculo textil que se inspira en lo antiguo para tomar impulso hacia el futuro.

Con el blanco, el negro y el dorado como principales colores, los modistos apuestan para la próxima temporada fría por un hombre que se abrigue con capas, largas o cortas, o con abrigos en cuyas mangas, botonaduras o bajos van a confluir bordados de hilo de estilo floral.

Pura pasamanería es la que ofrece Dolce & Gabbana, con prendas que recuerdan a las utilizadas en la antigua corte real francesa y donde no se descuida ni la ropa interior -con calzoncillos largos o cortos, pero de talle alto- ni los pantalones, algunos de tipo capri y otros que también recurren a los bordados para adornarse.

995196.JPG
999183.JPG

Elegancia sobria y bohemia

La firma Gucci presentó en la Semana de la Moda Masculina de Milán sus propuestas para el próximo otoño-invierno, con las que perfila un hombre de sobria y bohemia elegancia, que pisa con fuerza gracias a sus botas de caña alta, al más puro estilo de los jinetes.

La colección masculina de Gucci para el otoño-invierno 2012 -a cargo de la diseñadora Frida Giannini- se mueve entre los blazers cortos y los abrigos largos, algunos con doble botonadura y con forros de piel de cordero que ven la luz en los cuellos.

Los pantalones siguen siendo chupines y se estrechan aún más, si cabe, en torno a las pantorrillas, dado que el hombre de la próxima temporada fría que propone la casa de alta moda utiliza botas de caña alta que luce por fuera o por dentro.

En cuanto a los colores, las prendas se mueven en gamas apagadas que van desde los más oscuros negros, grises y azules, hasta coloridos rojos o verde turquesa, y en la mayor parte de los casos con efectos de gradaciones propias del terciopelo.

La colección de Giannini bebe de las fuentes de la inspiración de los poetas bohemios, con ciertos toques “grunge” y de intelectualidad decadente que no se olvida del importante complemento de los bolsos de grandes dimensiones, inspirados en los que llevaban los pasajeros de las antiguas diligencias.