Llegan cartas

Colastiné Norte versus San Martín

Rodolfo Juan Oviedo

DNI. 6.613.060, Ciudad.

Señores directores: Desde hace muchos años soy vecino de Colastiné Norte (calle Los Jazmines) y tengo mi estudio profesional ubicado en calle San Martín al 2700 de esta ciudad, circunstancia por la cual conozco, padezco y disfruto en forma directa las dos caras que presente nuestro municipio.

Como vecino de la zona céntrica no critico, por lógica, ni la peatonalización de San Martín norte ni la de Bulevar Gálvez, por el contrario, me parecen emprendimientos necesarios para el desarrollo de la ciudad, tanto como lo son la recuperación de la Estación Belgrano, el Molino Franchino, La Redonda y desarrollos similares llevados a cabo por la anterior y por la actual gestión del Frente Progresista.

Pero puedo asegurar que, para mi y para mis vecinos de Colastiné Norte, que padecemos un precario servicio de transporte urbano, contínuos y prolongados cortes de luz, falta de desmalezamiento y de recolección de residuos de podas, de calles intransitables que desde hace más de un semestre no conocen la presencia de una máquina niveladora, la total falta de reposición de luminarias en las calles internas, inseguridad con reiterados y cada vez más preocupantes robos y asaltos, anegamientos prolongados los días de lluvia y mil penurias más, los emprendimientos urbanísticos previamente citados nos parecen una total afrenta y falta de respeto. Los mismos no mejoran en lo más mínimo nuestra calidad de vida, como tampoco lo hacen con la de los habitantes de la mayoría de los barrios suburbanos, y esta contradicción, exacerbada día a día por una gestión que se afana en resaltar estos discutibles “logros” ante una población que diariamente padece su inacción en tareas que son de inexcusable urgencia, desgasta inexorablemente un esperanzado cambio que yo, como tantos otros ciudadanos, apoyamos electoralmente en las dos últimas elecciones.

Creo que nuestras autoridades deben recorrer más los barrios periféricos y escuchar la voz del pueblo, razonar y cambiar antes de llevarse una desagradable sorpresa.

Muchas gracias por el espacio.