Homicidios en la zona norte

Dos muertes y una carabina

La mención de una carabina 22 en manos de un desconocido automovilista está presente en dos crímenes consumados durante el atardecer del jueves 5 contra dos vecinos de esta ciudad que vivían al norte de la planta urbana.

El mediodía del último domingo dejó de existir en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Cullen una joven que, cuando atravesaba el séptimo mes de embarazo, fue alcanzada por un proyectil que le atravesó el pecho para dañar sus pulmones y terminar incrustado en la médula espinal.

La víctima vivía con sus dos hijas de corta edad, sus padres y hermanos en calle Santiago de Chille al 8000, se llamaba Sandra Guadalupe Pelozo y tenía 25 años de edad. La bala que llegó de lejos y no era para ella habría partido de una carabina que fue disparada en medio de un incidente registrado en avenida Peñaloza.

Esta mañana Angel Cardozo, padre de la víctima dijo que espera que se haga justicia con el responsable de la tragedia, pero dijo que a nadie puede atribuir los disparos “que llegaron de tan lejos”. Cardozo sólo recuerda con infinita tristeza el ruido que hizo el impacto. “Un ruido como un tac, seco, como cuando se corta un alambre”.

Cardozo agregó que enseguida su hija se tomó el pecho con las manos y quedó muda, pero segundos después movió los labios apenas para pedir ayuda a su madre, no se había movido de su silla en la rueda del mate, pero no podía respirar.

“Hice lo imposible por mantenerla con vida y con la ayuda de un vecino que ofreció su auto la llevamos al hospital. Ahí estuvo internada hasta que los médicos decidieron practicar una cesárea, la nena nació prematura y recibe asistencia adecuada, pero mi hija no resistió”.

Ahora los Cardozo sólo tienen ojos para el cuidado de sus nietas, pero anhelan que la Justicia llegue a los responsables de ese episodio criminal cuando sienten la tremenda impotencia de no sospechar siquiera quiénes pudieron ser los culpables.

Al margen de los dichos del padre de la mujer fallecida, el último domingo los periodistas de este diario pudimos saber en otro ámbito que existen dos versiones que refieren a un incidente armado en calle Ayacucho y avenida Peñaloza.

Respecto de ese suceso algunos hablan de un enfrentamiento armado que estalló entre dos grupos que se desplazaban a bordo de otros tantos automóviles, aunque están quienes sostienen que tiraron desde un auto en marcha contra una pareja.

Sea como sea uno de esos disparos fue a dar en el pecho de una mujer por completa ajena al enfrentamiento que tiene en común con otro crimen cometido esa misma noche en Monseñor Rodríguez al 6700 la mención de una carabina disparada desde un vehículo de color claro.

También en la zona norte, más precisamente en Monseñor Rodríguez al 6700 Sebastián Cisnero cayó herido de muerte por tres proyectiles que le dieron en pecho y abdomen. Al menos uno de los testigos del crimen consumado alrededor de las 19 en la esquina de su casa cuando conducía una moto, dijo que el asesino disparó con una carabina 22.

La investigación tanto de un caso como del otro está en manos de la División Homicidios de la Unidad Regional I.

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Sandra Pelozo, la joven madre a quien mató una bala perdida. Foto: Archivo

Dos muertes y una carabina

Angel Cardozo, el padre de la infortunada mujer siente la impotencia de no saber quién fue el irresponsable del disparo mortal.

Foto: Danilo Chiapello