Para Miguel Romano

“Volveremos a faenar más vacas”

Según el rematador, la eliminación temporal de las retenciones a los termoprocesados es a medida de una empresa y no tendrá gran relevancia en nuestra zona.

Campolitoral

“Sin dudas que es una buena medida, pero hay que dejar en claro que es un paliativo para solucionar el problema a una empresas que en dos años se estaba retirando de la Argentina”, dice el analista. Para Romano, sin analizar si ese estilo de presión si era para ver si lograban algo como esto o no, tuvo sus resultados. “Hemos perdido Cuota Hilton del año pasado a éste, y ahora le damos de baja a las retenciones a los termoprocesados, algo insignificante, que no se puede aprovechar para gran parte de la cadena”, agrega.

Según Romano la medida es buena, pero a partir de ahora, se verá otra consecuencia: “y es que ahora tenemos menos retenciones para el enlatado. Y si la vaca conserva sigue aumentando su cotización, vamos a faenar más vacas de la cuenta”, explica.

A nivel general, la vaca gorda va a faena para el mercado interno o al norte del país. De cada rodeo no se llega ni al 30 % de animales de conserva. Y mientras que la manufactura se usa para milanesa, la gorda se exporta o se come en asado. La conserva va a la lata. Para el analista, si la proyección se mantiene, puede observarse una tendencia que merece seguirse de cerca. “Si se la demanda más puede llegar a valer más que la vaca gorda. Para nosotros (Cooperativa Guillermo Lehmann) es un beneficio, porque somos grandes vendedores de vacas, por el tambo y por el descarte de vacas (50 % de nuestra operatoria de gordo es vaca). Tenemos una gran descarga de la vaca de los tambos y de los establecimientos ganaderos”, explica.

El tambo va

En referencia a la actualidad de los tambos de la zona, Romano es tajante: “los tamberos están disconformes, sobre todo quienes trabajan en campos arrendados”, sentencia. Y agrega que se traza un paralelo con la agricultura en cuanto a la posesión dela tierra. “Para el que tiene campo propio es como hacer agricultura en campo propio. Los alquileres están muy caros, se hace insostenible un tambo con alquiler de cerca de $ 150 a 200 la hectárea”.

Y redobla la apuesta contra un preconcepto bastante generalizado: “Los tambos se hacen en campos buenos, no mediocres, porque hay que hacer buenas reservas y buenas alfalfas, y es difícil competirle a la agricultura. La producción y la industria le tienen que pelear a la cadena comercial, quien se lleva los réditos más grandes. Indudablemente hay un desfasaje muy grande entre lo que sale de la tranquera a lo que se vende en la góndola”.

Finalmente, destaca que el clima está muy bueno, y que los precios se van a seguir afirmando. “Los rindes pasarán los 22 qq/ha, hay muy buenos maíces de segunda que compensarán los de primera que van a ir a la reserva, son las reglas del juego”, presagia.