La muerte del Dr. bernardo Alemán
Por los caminos del tiempo
En familia. Un año antes, recibió a Campolitoral en su casa, junto a los suyos.
Foto:Federico Aguer
Bernardo Alemán fue un hombre marcado a fuego por la vida de campo, que supo transmitir sus saberes y pasiones a quienes lo rodearon. Investigador, escritor, padre y abuelo, dejó grabada en quienes lo conocieron de manera indeleble su genuina huella campera.
Campolitoral
El 25 del mes pasado, dejó de existir en Santa Fe a los 89 años de edad, el Dr. Bernardo Eugenio Alemán.
Nacido en Buenos Aires, desde muy pequeño demostró su inclinación hacia las cosas y la gente camperas del norte santafesino. Habiéndose recibido de abogado, contrajo matrimonio con doña Rosa Herrera Vegas, y hacia fines de la década del ‘40 instaló su hogar en el campo familiar en el departamento de San Cristóbal. En medio del duro clima y la falta de comodidades y comunicaciones de la época, criaron a sus 7 hijos en un hogar bendecido por la fe cristiana.
Sus inquietudes lo transformaron en una figura líder, tanto en la actividad técnica agropecuaria (buscando siempre modernizar su explotación), como en la actividad gremial, habiendo participado y dirigido como presidente en repetidos periodos a las Sociedades Rurales de San Cristóbal y de Santa Fe, como así también a la entidad de segundo grado que en aquel entonces se denominaba CARCLO.
Innumerables sociedades rurales, comisiones y entidades conocieron sus virtudes, su habilidad para componer las situaciones mas difíciles y su afición por todo lo relacionado al campo y a las cosas nuestras. Afición que junto a sus dotes de investigador histórico lo llevaron a una larga amistad con Don Agustín Zapata Gollán, junto con el cual, y otros amigos con iguales inclinaciones fundaron en Cayastá la Asociación conmemorativa de la primera yerra.
Sus libros “Camperadas” y “De arrieros, tropas y troperos” dan muestra acabada de sus aficiones y conocimientos históricos.
Su paso por esta vida nos deja la huella marcada de un hombre campero, sabio, conocedor, y por sobre todas las cosas de profunda fe católica y muy dedicado a su familia.
Lo extrañaremos.
Rafael
Por Zapata Gollán. En 2002, en ocasión del homenaje a su amigo descubridor de las ruinas de Santa Fe la Vieja.
Foto:Alejandro Villar
Su lugar en el mundo. El paraje La Lucila fue el mojón inicial de su emprendimiento. Foto:Federico Aguer
Camperadas. En diciembre de 2005 lanzó su libro sobre las vivencias de un hombre de campo.
Foto:Luis Cetraro
Coraje. En todos sus escritos, destacó la bravía del criollo de a caballo, un arte que se ha ido perdiendo con el tiempo.
Foto:Archivo Pardo
