Colastiné Norte

Los vecinos dicen que continúan tirando basura en Los Urunday

Antes. En enero, a ambos márgenes de la calle que atraviesa el terraplén, era posible ver una gran cantidad de basura de todo tipo acumulada.

Foto: Amancio Alem.

El municipio limpió la zona, pero la gente asegura que hay camiones que siguen arrojando desperdicios. A muy pocos metros está una de las estaciones de bombeo de la Costa.

Salomé Crespo

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Durante el último verano, un grupo de vecinos y organizaciones ambientalistas que trabajan en las localidades costeras advirtieron sobre el importante crecimiento que tuvieron en el último tiempo algunos basurales a cielo abierto en la zona.

Particularmente, los vecinos de calle Los Urunday (en Colastiné Norte), preocupados por el cuidado del medio ambiente, el riesgo de contaminación del agua y el posible perjuicio del buen funcionamiento de la bomba en caso de crecida de la laguna, alertaron en sucesivas oportunidades a funcionarios municipales y a los medios de comunicación sobre la formación de un volcadero de basura en el fondo de la mencionada vía, contra el terraplén de defensa.

Cuando El Litoral realizó la primera recorrida por el lugar, en enero de este año, se veían restos de poda, de construcción, residuos domiciliarios y una gran cantidad de bolsas que volaban por ambos lados del terraplén y se enredaban en la vegetación.

Luego de que la situación tomara estado público, el municipio intervino el lugar levantando en parte la basura acumulada en el sector, aunque por estos días la inquietud de los vecinos recrudeció, ya que el problema nunca desapareció.

“Seguimos viendo pasar camiones cargados de basura y carros para el fondo. Si bien la Municipalidad limpió, nadie controla que no se tire más, por lo que en poco tiempo va a estar igual”, se lamentó Luciano Nani, un vecino de la zona.

“Lo que llama la atención es que la gente tenga una actitud tan despreocupada con respecto a un terreno que representa una parte importante del sistema de defensas del barrio. Es un área que debe estar en óptimas condiciones por si viene una creciente”, advirtió Rafael Portillo, otro vecino.

Ambos hicieron hincapié en la inseguridad que también les genera que desconocidos circulen permanentemente por el barrio.

Desde agosto de 2011 está vigente la resolución Nº 13.928, que dispone en su articulado que el Ejecutivo Municipal logre la erradicación de este minibasural y realice un control permanente para evitar que se vuelva a arrojar residuos. Además, debe cerrarse el paso por el terraplén en el fondo de calle Los Urunday.

En tal sentido, el subsecretario de Ambiente municipal, Roberto Celano explicó, ante la consulta de El Litoral, que hace aproximadamente dos meses se intervino el lugar retirando los restos acumulados, lo que hoy es evidente, aunque el paso por el terraplén sigue abierto.

“No se solucionó en un 100% pero mejoró mucho, y estamos en contacto con los vecinos del lugar”, señaló el funcionario, en relación con algunas personas que habitan en la misma zona donde estaba la basura y que se dedican a la cría de chanchos y a la recolección informal de residuos para alimentar a los animales. En tal sentido, dijo que “esas propiedades también se ordenaron y les solicitamos que las mantengan en buenas condiciones”.

El camping de UPCN

En recorridas anteriores que realizó El Litoral, algunos vecinos y ong’s habían denunciado que había basura del Camping de UPCN en el minibasural de calle Los Urunday.

Ante la consulta de El Litoral, la secretaria de Comunicación del sindicato, Marcela Torres reconoció que la basura que se produce en el complejo “se le entrega a un emprendimiento privado de la zona de Colastiné, cerca del camping”.

Torres dijo que el emprendimiento “teóricamente es una chanchería de la zona” -El Litoral confirmó que se trata de la que está ubicada al fondo de calle Los Urunday-, aunque aclaró que “el camping no tiene nada que ver con entregar basura a carros de cirujas porque se transporta en un camión”.

La secretaria de Comunicación UPCN también admitió que hace un tiempo hubo conversaciones con alguien de la Municipalidad por el tema de la basura que genera el camping y el tratamiento que actualmente le dan.

Si bien Torres no precisó el volumen estimado de residuos que sale del complejo recreativo, calculó que “durante un sábado de temporada alta con un buen día llegan a pasar la jornada al camping alrededor de 6.000 personas. Tampoco es tanta la gente que va”, aseguró, a pesar de que se puede presumir que esta cantidad de visitantes sí genera una cantidad importante de basura.

Foto: Luis Cetraro