Pies sanos y bellos

Pies sanos y bellos
 

No importa que ya no los veamos tan a menudo como en el verano, no importa que no se luzcan en bonitas sandalias, los pies también tienen que estar cuidados en invierno para evitar problemas, y mantenerlos saludables.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

Nunca se sabe cuál será el momento de lucirlos y aunque permanezcan encerrado en abrigados zapatos, los pies merecen todos los cuidados, aun en los meses más fríos.

En primer lugar, es importante lavarlos siempre en agua templada, jabón neutro y dejarlos al menos unos 10 minutos en remojo. Sacarlos del agua y pasarles la piedra pómez con un masaje circular para activar la circulación e impedir la reaparición de grietas y durezas formadas a causa de la sequedad. Luego, introducirlos una vez más en el agua y secar, insistiendo entre los dedos para evitar hongos o bacterias.

Si se tiene pies muy secos hay que darles un extra de hidratación, recurso que suele utilizarse en verano y olvidarse en invierno. Dejar que la crema actúe toda la noche colocando medias para evitar que se quede en la sábanas. Si aún así no se nota una mejoría, se puede realizar este procedimiento con aceite de almendras.

También hay que acostumbrarse a cortar las uñas regularmente y dejarlas rectas, para evitar lesiones. Quedarán mejor si se les coloca una capa de esmalte, aunque sea en tono claro.

Si se observa que en algunas ocasiones la piel de los pies se descama, tal vez sea necesario hacerles un peeling: quedarán como nuevos y las cremas penetrarán mucho mejor. También es importante alejar los pies de focos de calor, como estufas; el mismo consejo vale para las personas que sufren de varices y de mala circulación.

Si se tienen jornadas laborales largas, es probable que al terminar el día los pies estén hinchados. Nada mejor que poner en práctica los cuidados anteriores y, además, mantenerlos en alto, al menos durante media hora. Se pueden sumar a esta rutina movimientos circulares de tobillos.

Más allá de la visita periódica al podólogo en caso de tener problemas importantes, caminar descalzas por la casa -si el suelo lo permite- y practicar una rutina de cuidados hará el resto para poder mostrar los pies en cualquier momento del día.

TRUCOS CASEROS

- Pies cansados: para descansar los pies, se deben colocar, primero, en agua caliente; luego, en agua fría y continuar así en forma sucesiva por 15 minutos hasta terminar con el agua fría.

- Pies que transpiran: contra el sudor excesivo de los pies, existe un truco de belleza infalible que consiste en baños asiduos de agua caliente, a la que se añadirá una infusión de salvia. A continuación, se enjuagan los pies con agua fría y se frotan hasta que queden secos. Este baño es -además- un paliativo excelente para los pies cansados y doloridos.

- Para evitar la transpiración excesiva se recomienda evitar el uso de zapatos de material sintético o demasiado estrechos, así como las medias de fibras sintéticas.

- Un excelente ejercicio para las piernas y los pies consiste en caminar descalzo en la arena de la playa, pero siempre verificando que el área esté limpia.

- Para eliminar callosidades, colocar los pies en un recipiente que contenga un vaso de almidón en polvo y suficiente agua, más tibia que caliente, para cubrirlos. Mantener dentro cinco minutos y enjuagar bien. Para evitar sequedad, aplicar alguna crema hidratante.

EN CASA

PASO A PASO

- Remojar los pies en agua y sales especiales.

- Cortar cutículas y uñas.

- Trabajar las asperezas de talones y empeines, con piedra pómez o productos exfoliantes.

- Esmaltar, comenzando con una base para proteger y emparejar la uña.

- Colocar el esmalte de color.