Apuntes sobre YPF

José Luis Milessi (*)

1. La privatización inicial de YPF en 1992 tomó el modelo de abrir la empresa al mercado de capitales.

Manejada desde 1990 por el hombre que más sabía de petróleo en el país: José Estenssoro. La empresa navegó con eficiencia en ese modelo, por seis años, con control de la Comisión Nacional de Valores y de los propios accionistas a través de los mecanismos societarios. Estenssoro (61 años) muere en un accidente aéreo (Mayo de 1995), mientras trabajaba junto con gente de la petrolera chilena en el análisis de posibles zonas para explorar en Ecuador. El esquema de privatización fue tan eficiente que fue caso modelo en escuelas de negocios mundiales. El Estado Nacional quedó con el 20% y eso le bastaba para ser el mayor accionista de la empresa.

2. Al producirse la muerte de Estenssoro la acción de YPF baja en Buenos Aires y Nueva York, en Buenos Aires incluso se suspende la cotización esperando noticias del accidente. El Diario El Tiempo de Bogotá decía: ‘La tragedia se produce un mes después que YPF completara la compra por US$ 745 millones de Maxus Energy Corp., compañía estadounidense de gas y petróleo, con sede en Dallas, fuertemente endeudada y con propiedades en EE.UU., Sudamérica e Indonesia. Estenssoro esperaba que la compra de Maxus le diera a YPF el talento técnico y administrativo para expandirse por toda América Latina. Estenssoro tenía planes de aprovechar su éxito y presentar ofertas en las futuras privatizaciones de petróleo y gas en Bolivia y Perú, así como abrir nuevas zonas de exploración a lo largo del cordón andino, rico en hidrocarburos, y en alta mar en el inexplorado Atlántico Sur. (5 de mayo de 1995 - Por Jonathan Friedland)‘.

3. La adquisición de la empresa por parte de Repsol (1999) fue autorizada por el Estado Nacional (Menem) y cambió de un modelo de empresa abierta a un modelo empresa con ‘dueño‘. El Estado argentino quedó con la acción de oro. Hoy día hay que sumar algún centésimo porcentual en la Anses. Recuerdo a expertos en petróleo decir que si hubiera estado vivo el Sr. Estenssoro, en lugar de Repsol comprar YPF; YPF hubiera comprado Repsol. Desde mi modesta visión ello hubiera sido perfectamente posible y recuerdo nítidamente como personas que conocían el sector, (además verdaderos neoliberales), tuvieron serios reparos en que YPF pasara de ser de capital verdaderamente abierto a ser una empresa con dueño. El directorio de entonces presidido por el Sr. Roberto Monti (ejecutivo con excelente formación en el sector), recomendó a los accionistas de YPF la venta de las acciones a Repsol (recomendación no vinculante). La oferta se calificaba de irresistible (insisto no para los conocedores del sector).

4. La gestión de YPF pasó a tener un dueño claro que era Repsol y con un accionista de oro que ponía un director y un fiscalizador. Además funcionó bajo la fiscalización de los entes que intervienen en un sector altamente regulado y de la Comisión Nacional de Valores. Nada de lo que hizo la empresa fue desconocido por el Estado.

5. No hay dogma alguno que indique que si la propiedad del capital de una empresa es del Estado, de privados, de fondos de inversiones o pensiones, la gestión de la empresa debe ser ineficiente o eficiente. Administrada por privados la gestión de Enron (con hechos delictivos) y de la General Motors en EE.UU. (afectada por la crisis 2007) no fueron en beneficio de sus accionistas. Además, cuando aparece un dueño decisivo cabe preguntarse ¿administran para beneficio de todos los accionistas o solo del dueño? Para que administren en beneficio de todos los accionistas están los controles y regulaciones, que lejos están de ser infalibles, y mucho más lejos cuando se aplican como en nuestro país.

6. Repsol tomó una decisión: Vender parte de sus acciones a un grupo nacional. El valor del 100% de YPF utilizado para la transacción fue de 15.000 millones de dólares. Seleccionado su socio local por ‘...por su experiencia en mercados regulados, por su estructura industrial y financiera y por su conocimiento de la realidad del país, a lo largo de sus más de 85 años‘. Pensó que con ello lograria armonizar adecuadamente con el Estado (acción de oro), mantener el manejo de la empresa y atenuar los efectos de las regulaciones. De hecho eso sucedió pues el Estado aprobó todos y cada uno de los balances de YPF, todas las propuestas de distribución de utilidades, todas las designaciones en el Directorio, todas las propuestas de modificaciones a los Estatuto y nombró un Director y un miembro de la Comisión Fiscalizadora. El patrimonio neto de YPF era el 31/12/2007 de 26.000 millones de pesos y al 31/12/2011 los es de 18.700 millones de pesos y no por falta de ganancias sino por su política de dividendos. Incluso no hay noticia alguna en la Comisión Nacional de Valores referida a que el representante estatal se opusiera a los balances trimestrales del Ejercicio 2011, salvo las últimas incidencias hostiles que quedaron plasmadas en Actas de Directorio recientes. Dicha hostilidad fue valorada por el mercado bajando el valor de las acciones.

7. Hoy día Repsol debe sustituir en su balance como activo a YPF, tiene ahora un crédito a cobrar contra el Gobierno Argentino, el que será litigioso si no le conforma el valor que se determine. Según el balance recientemente presentado en España, al 31/12/2011 tenía valorada su parte en YPF argentina en 6.504 millones de Euros, y tenía préstamos concedidos al Grupo Petersen por 1.542 millones de euros (a tasas entre el 8.12% y 7.40% anual). Tiene además otorgadas garantías a dicho Grupo por 74 millones de euros (seguramente por otros créditos tomados para pagar la parte). Si sumamos todo, tiene en riesgo 8.120 millones de Euros y eso es la mitad de su patrimonio neto. El 30 de Mayo próximo tiene su asamblea de accionistas.

8. El tratado con España prevé exactamente la situación: ‘La nacionalización, expropiación, o cualquier otra medida de características o efectos similares que pueda ser adoptada por las autoridades de una Parte contra las inversiones de inversores de la otra Parte en su territorio, deberá aplicarse exclusivamente por causas de utilidad pública conforme a las disposiciones legales y en ningún caso deberá ser discriminatoria. La Parte que adoptara alguna de estas medidas pagará al inversor o a su derecho-habiente, sin demora injustificada, una indemnización adecuada, en moneda convertible.‘

9. Desatado el conflicto no se verá afectado derecho alguno de Repsol si se le entrega por su parte un valor justo y en los plazos que prevé la Ley 24.118 (Tratado de protección de inversiones entre Argentina y España). Dicho valor no lo fijará Kicillof ni tampoco Brufau, lo fijará el Tribunal de Tasaciones argentino, en un procedimiento reglado, con instancias que el tratado de protección de inversiones respeta, superadas las cuales se habilita la vía en tribunales internacionales. Nuestro país debe cumplir honorablemente con una adecuada fijación del valor.

10. Hasta aquí la descripción objetiva de hechos. No debo dejar de señalar que, en mi opinión, la actitud del Gobierno no me parece correcta, no condice con mi ideología y creo que no será beneficiosa para los intereses del país. De todos modos mucho más del 80% de los ciudadanos que se expresaron en las urnas apoyan un modelo que admite entre sus herramientas estos mecanismos. Nótese como a peronistas disidentes, radicales y socialistas se les hace difícil ir contra lo que ellos mismos harían, quizá de otra forma. Debo respetar, la voluntad de una mayoría de ciudadanos que eligió un Gobierno que no esconde su ideología, cuyo proceder es conocido desde 2003 y cuyos aciertos o desaciertos no serán imputables a nadie más que a nosotros, los argentinos.

Recuerdo a expertos en petróleo decir que si hubiera estado vivo el Sr. Estenssoro, en lugar de Repsol comprar YPF; YPF hubiera comprado Repsol.