MAÑANA ES EL DÍA MUNDIAL DEL ASMA

Sólo el 5% de los pacientes

sabe cómo controlar su asma

Los médicos advierten que la mayoría de las personas cree equivocadamente que manejan bien la enfermedad, a pesar de que sufren crisis y exacerbaciones que se podrían prevenir con un tratamiento adecuado.

De la Redacción de El Litoral

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Se estima que en la Argentina hay 4 millones de personas que padecen asma -con distintos grados de severidad-, una enfermedad crónica de las vías aéreas que afecta a 300 millones de personas en todo el mundo. La gente sobre todo conoce a la enfermedad por sus crisis o exacerbaciones: la angustiante sensación de ahogo y de que el pecho se cierra, que en los casos más graves lleva a los pacientes a las guardias de los hospitales y a las unidades de internación.

Este es un síntoma, advierten los médicos, por el que todavía hay mucho por hacer en la educación de los pacientes, una de las herramientas centrales para prevenir las crisis. Una investigación revela que en el país sólo el 5% de los pacientes tiene controlado su asma, de acuerdo a los criterios de la Iniciativa Global del Asma (que se conoce como Gina, por sus siglas en inglés). Por eso, en el Día Mundial del Asma, que se conmemora el 1º de mayo en todo el mundo, el objetivo es generar conciencia sobre la necesidad de que los pacientes aprendan a manejar mejor su asma.

El estudio, que fue realizado por la Fundación para la Investigación y Difusión de las Enfermedades Respiratorias y Alérgicas (Cidea), plantea que existe una gran brecha entre lo que los pacientes piensan sobre el control de su enfermedad y lo que realmente ocurre en su vida cotidiana.

En esta encuesta, el 77% de los pacientes dijo tener controlado su asma, cuando en realidad ese porcentaje apenas alcanza al 5% de la muestra estadística. En este sentido, uno de los problemas más importantes es que el 52% de los pacientes piensa que su asma está bien controlado a pesar de que padecen tres o cuatro exacerbaciones por año.

Además, los datos mostraron que el 17% de los pacientes argentinos encuestados debió ser hospitalizado y el 43% requirió atención médica de urgencia debido a una exacerbación asmática durante los últimos 12 meses.

La enfermedad, cuando no es adecuadamente tratada, puede tener un impacto relevante en la calidad de vida y en los estados de ánimo. En el estudio de Cidea, que evaluó a más de 2.100 pacientes con asma de Argentina, Brasil, México, Puerto Rico y Venezuela, los pacientes admitieron que sintieron una importante carga emocional y psicológica por la sensación de cansancio, miedo, depresión, vergüenza y frustración que genera la enfermedad.

Prevención

“El control del asma es un objetivo ineludible no sólo porque lograrlo mejora la calidad de vida del paciente y reduce o elimina cualquier limitación que el asma pueda causar, sino también porque disminuye enormemente el riesgo de exacerbaciones o crisis de asma y el consiguiente riesgo de visitas a salas de emergencia, eventuales internaciones o muerte por asma”, afirma el doctor Jorge Máspero, director médico e investigador de la Fundación Cidea.

El doctor Hugo Eduardo Neffen, director asociado de Cidea y jefe de la Unidad de Medicina Respiratoria del Hospital de Niños Orlando Alassia, coincide en este diagnóstico: “La mayoría de las hospitalizaciones pueden ser evitadas con un control adecuado de la enfermedad. El control del asma significa la ausencia de síntomas o su mínima expresión, lo que reduce significativamente el riesgo de desarrollar exacerbaciones asmáticas que pueden poner en peligro la vida del paciente”.

Desde el punto de vista de la salud pública, mejorar el manejo de la enfermedad y prevenir las crisis asmáticas reduce los costos para el sistema y evita la pérdida de millones de pesos causados por ausencias escolares, laborales y baja productividad de los afectados cuando tienen asma no controlada.

En la Argentina, el otoño es la época del año en que las hospitalizaciones por asma son más frecuentes, porque se suma el efecto conjunto de las infecciones respiratorias virales y bacterianas sobre las vías aéreas inflamadas.

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Pico estacional. El otoño es la época del año en que las hospitalizaciones por asma son más frecuentes. Los médicos detectan la enfermedad, en parte, cuando escuchan silbidos en la respiración de sus pacientes.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

¿Qué es el asma?

La enfermedad se caracteriza por una inflamación de las paredes internas de los conductos por los que circula el aire que entra y sale de los pulmones, que hace que estén inflamados y muy sensibles, y tiendan a reaccionar exageradamente ante la presencia de ciertas sustancias que se inhalan. Eso hace que los músculos que rodean las vías respiratorias se contraigan, obstruyendo aún más la llegada de aire a los pulmones y causando síntomas como sibilancias (silbidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos.

/// EL DATO

Los principales factores desencadenantes de episodios de asma en la Argentina son la exposición a distintos alergenos, como los ácaros del polvo, y algunos hongos y pólenes que frecuentemente aumentan sus niveles atmosféricos en circunstancias de cambios de tiempo.

Diagnóstico y tratamiento

El asma suele ser diagnosticado a partir de la presencia de sus síntomas. Los médicos lo confirman, en parte, al escuchar sibilancias con el estetoscopio en la respiración de los pacientes, que delatan una obstrucción en el flujo aéreo en las vías respiratorias. Estudios como la espirometría permiten cuantificar la limitación de la función respiratoria y su reversibilidad.

También, se evalúa la historia familiar del paciente y la ocurrencia de síntomas desencadenados tras la exposición a sustancias alergénicas, así como su posible variabilidad estacional.

Se considera que el asma es causado por la interacción de factores genéticos propios del paciente con la exposición a ciertos factores de su medio ambiente, que produce la inflamación de las vías áreas. Los principales factores desencadenantes de episodios de asma en la Argentina son la exposición a distintos alergenos, como los ácaros del polvo, y algunos hongos y pólenes que frecuentemente aumentan sus niveles atmosféricos en circunstancias de cambios de tiempo.

El tratamiento de cada paciente depende de la severidad con que se manifiesta la enfermedad, pero hay medicamentos de control a largo plazo y otros de alivio rápido o “rescate”. Los broncodilatadores de acción corta y los corticoides orales o inyectables son los medicamentos de “rescate”, que permiten contrarrestar los síntomas del asma una vez que se han manifestado, pero no controlan la enfermedad.

En cambio, los medicamentos de control a largo plazo se utilizan en forma diaria y reducen la inflamación de las vías aéreas que causa la aparición de los síntomas del asma. En la actualidad, se dispone de los antileucotrienos, de esteroides inhalados solos o en combinación con broncodilatadores de acción larga, que son medicamentos de uso diario por vía oral que ayudan a bloquear la inflamación de las vías respiratorias.