Al margen de la crónica

La pasión de Leonardo

Una colección de dibujos de Leonardo Da Vinci, algunos de ellos inéditos para el público, muestra desde este viernes la pasión del pintor florentino por la anatomía humana en la londinense Queen’s Gallery, junto al Palacio de Buckingham.

“Leonardo Da Vinci: Anatomista” reúne la mayor exposición de los trabajos anatómicos de Da Vinci, con un total de 87 páginas de sus cuadernos, e incluye 24 dibujos no mostrados al público hasta ahora.

La exposición, que forma parte de los festejos del Jubileo de Diamantes de Isabel II para conmemorar los sesenta años de la monarca en el trono, se podrá visitar hasta el 7 de octubre.

Los dibujos, que se mostrarán casi 500 años después de la muerte de su autor en 1519, retratan con detalle órganos como el cerebro o el corazón; la estructura músculoesquelética de las cuatro extremidades humanas, las manos y los pies; la disección de un cráneo, o el sistema reproductor.

Entre las obras más famosas que incluye la exposición figura “El feto en el útero” (1511 aproximadamente), un retrato elaborado con tiza roja que muestra el útero durante un embarazo, con un feto en posición de nalgas.

“Leonardo Da Vinci no era sólo un artista sino también un gran científico. Se suele pensar en él como un pintor con algo de interés por la ciencia, pero estos dibujos nos enseñan que era tan bueno como científico que como artista”, explicó Martin Clayton, comisario de la exposición.

Según este experto, son los dibujos del cuerpo humano “más detallados y precisos” de todo el Renacimiento y reflejan el interés del artista italiano por la anatomía humana, una pasión que evolucionó a lo largo de su carrera y que se aprecia en las notas manuscritas que acompañan a cada pieza.

Además, son el resultado de una investigación intensa, de varios años, en los que Da Vinci realizó una veintena de autopsias humanas y animales, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pavía (Italia).

En los primeros años, Da Vinci centró sus esfuerzos en retratar y comprender la anatomía del cerebro y de los nervios, mientras que con el paso del tiempo se interesó cada vez más por los huesos y los músculos, hasta terminar, al final de su vida, apasionándose por el corazón.

Poco después de terminar su estudio del corazón, sus dibujos cayeron en el olvido en su estudio y no llegaron a ser publicados.

Al morir Da Vinci, su colección anatómica pasó a manos de su aprendiz favorito, Francesco Melzi, cuya familia los vendió al escultor Pompeo Leoni.

Tras el fallecimiento de Leoni en el siglo XVII, un único álbum con los dibujos de Da Vinci llegó a Inglaterra y, probablemente, fuese adquirido por el rey Carlos II y desde al menos el año 1690 forma parte de la Colección Real del Palacio de Buckingham.