Charla-homenaje en Santo Tomé
Monzón y Amílcar brusa estarán juntos otra vez
El 8 de mayo, en la sala cultural de Fundación Bica, Sergio Ferrer y Lucas Cejas recordarán a la famosa dupla boxística, al cumplirse 41 años del segundo combate con Nino Benvenuti.
Agencia Santo Tomé
El próximo 8 de mayo, el periodista santotomesino Sergio Ferrer brindará una charla en homenaje a Carlos Monzón y Amílcar Brusa, al cumplirse el cuadragésimo primer aniversario de la segunda victoria del púgil santafesino sobre el italiano Nino Benvenuti, a quien primero despojó del título mundial mediano (Palazzo dello Sport de Roma, Italia, 7 de noviembre de 1970) y luego volvió a superar en su primera defensa, hecha en el estadio Louis II de Montecarlo, Mónaco, el 8 de mayo de 1971.
La reunión se llevará a cabo a partir de las 20.30 en la sala cultural de Fundación Bica de Santo Tomé (25 de Mayo 1774) y en ella, Sergio contará con el acompañamiento del dibujante Lucas Cejas, quien tuvo a su cargo las ilustraciones de la obra “Monzón nunca estuvo solo”, recopilación de púgiles santafesinos escrita por el mencionado autor.
El encuentro ha sido denominado “Nuevamente juntos”, ya que servirá, de manera simbólica, para recrear al inolvidable y singular binomio boxístico, que esa noche estará representado a través de miembros de sus respectivas familias. Ferrer, apoyado en el testimonio de quienes trabajaron y colaboraron durante muchos años con Monzón y Brusa (tarea para la que contó con la inestimable ayuda del colega Hugo Isaak), procurará reflejar conceptualmente el porqué del éxito conseguido por esta histórica dupla, una de las más nombradas y recordadas del boxeo a nivel mundial, en toda la historia de este deporte.
Respeto mutuo y dedicación
Si algo caracterizó a la campaña profesional de Carlos Monzón fue su permanente evolución y progresivo encumbramiento. Desde su novel participación en el torneo Cinturón Eduardo Lausse del Luna Park (1965), pasando por los triunfos contra Jorge Fernández para quedarse con los títulos argentino y sudamericano de las 160 libras (1966 y 1967), hasta la consagración mundialista, el famoso “Escopeta” nunca dejó de crecer y madurar, tanto física como deportivamente. Así se convirtió en el monarca indiscutido y victorioso que logró ser. Mucho tuvo que ver en ello don Amílcar Brusa, con su infranqueable tozudez y su enérgico paternalismo, para llevar adelante tamaña empresa y para componer una relación entrenador-pupilo única e irrepetible, en la que el respeto mutuo y la dedicación fueron una constante.
Por eso, hoy, en tiempos en los que algunas figuras del pugilismo cambian en cuestión de pocos años, o tan sólo meses, tres, cuatro y hasta cinco veces de director técnico o rincón, retomar el ejemplo de Monzón y Brusa surge como un sano ejercicio de la memoria y de resguardo hacia el boxeo, ya no como oficio, sino como disciplina deportiva, en la cual la consideración por uno mismo y por el otro son herramientas fundamentales. En esta charla conmemorativa, que cuenta con el respaldo de la reconocida institución anfitriona, serán rescatados algunos aspectos sobresalientes del trabajo hecho por Ferrer y Cejas en “Monzón nunca estuvo solo”, cuya tapa refleja artísticamente aquel segundo triunfo de Carlos sobre Nino. Los nombrados cumplen funciones desde hace años en Diario El Litoral.
Paternal. Brusa quiso, guió y condujo a Monzón como un padre a un hijo. Ése fue uno de los grandes secretos entre ellos. ¿El otro? Una gran contracción al trabajo. Foto: Archivo El Litoral
En honor a Cosme Maturán
En el marco de la charla homenaje “Nuevamente juntos”, Sergio Ferrer recordará también la figura de quien fuera pionero y precursor del boxeo en la provincia de Santa Fe, Nicolás Cosme Maturán (1902-1981). Días atrás, Sergio remitió al Concejo Municipal de Santo Tomé una nota, a través de la cual solicita al cuerpo legislativo que considere la posibilidad de reconocer póstumamente al nombrado referente, quien, desde el deporte y a través de sus enseñanzas, dejó sentado un valioso precedente a favor del desarrollo de jóvenes y adolescentes de la mencionada ciudad.
Tanto en su rol de deportista multifacético (practicó pugilismo, básquetbol, tenis de mesa, vóleibol, artes marciales, atletismo, gimnasia con aparatos y ajedrez, entre otros deportes), como en el de instructor de disciplinas físicas y el de dirigente comprometido con las circunstancias de su tiempo, Cosme Maturán cumplió una destacada labor en los distintos lugares de la provincia de Santa Fe en los que vivió. En 1917 fue el creador del Decálogo del Buen Deportista, cuya vigencia aún hoy perdura. En el vecino distrito se lo recuerda mucho, especialmente por haber acompañado y tutelado el crecimiento de varias generaciones de santotomesinos.
En equipo. En 2011, Ferrer y Cejas plasmaron “Monzón nunca estuvo solo”, recopilación ilustrada de boxeadores santafesinos.
Foto: Agencia Santo Tomé
