Los orígenes de la estepa pynchoniana

“Early Sunday Morning”, de Edward Hopper.
Los orígenes de la estepa pynchoniana

“Early Sunday Morning”, de Edward Hopper.
Por Fabricio Welschen
“Un lento aprendizaje”, de Thomas Pynchon. Traducción de Jordi Fibla. Tusquets Editores. Buenos Aires, 2012.
Thomas Pynchon es uno de los nombres centrales de la literatura estadounidense actual. El autor, que ha merecido elogios de críticos como Harold Bloom, ha logrado no sólo destacarse como una de sus principales figuras (no hay duda de que Pynchon es mejor y ha dejado una huella más profunda que Joyce Carol Oates, figura autoral contemporánea con la que puede parangonarse por la importancia y trayectoria que tienen ambos), sino que también consiguió introducirse dentro de la tradición canónica de la literatura estadounidense que presiden el trípode fundacional Melville-Twain-Scott Fitzgerald, gracias a sus novelas La subasta del lote 49 (1965-6), El arco iris de la gravedad (1973) y Mason y Dixon (1997).
Un lento aprendizaje es un libro de cuentos de Pynchon publicado originalmente en 1984, traducido y publicado en español en 1992 por Tusquets y vuelto a editar, esta vez en la colección Fábula de la misma editorial.
Tal como el mismo autor señala en la introducción, los cinco cuentos que componen Un lento aprendizaje fueron escritos entre 1958 y 1964, y publicados cada uno de ellos entre 1959 y 1964 en revistas literarias como Cornell Writer de la Universidad de Cornell, institución en la que se sabe a ciencia cierta que estudió el joven Pynchon aunque el profesor Vladimir Nabokov que en ese entonces dictaba su curso de literatura europea en dicha universidad no recordara a esta huidiza figura en sus clases (un hecho que, si se piensa más detenidamente, resulta perfectamente acorde con las elusivas características de este escritor empecinado en ocultarse).
En 1984 Pynchon decide recopilar algunos de sus cuentos publicados en revistas literarias o antologías y reunirlos en una única publicación que servirá al autor para dar pie a una autocrítica retrospectiva. Además de ser su único libro de cuentos, Un lento aprendizaje es el único libro de Pynchon publicado en la década del 80 entre la monumental y estructuralmente delirante novela El arco iris de la gravedad (1973), para muchos la mejor novela del autor y obra digna de considerarse como una de las que integran la tradición de la Gran Novela Americana (otros pocos sostienen, por el contrario, que este último rótulo le resultaría más adecuado a La subasta del lote 49) y Vineland (1990), la historia de hippies y reaccionarios de la contracultura sesentista trasnochados durante la “Revolución Conservadora” de la gestión Reagan.
Los cinco cuentos del pequeño volumen se encuentran precedidos por una “Introducción” en donde Pynchon se detiene en cada uno de los cuentos para poner en evidencia ante el lector las fallas que contienen y explicarlas como errores característicos de la influencia del contexto social de la época o como torpezas propias de un escritor principiante en la creación ficcional. El título del libro alude precisamente al aprendizaje que se cosecha de los errores inherentes a los comienzos de toda carrera literaria.
A pesar de la rigurosa autocrítica, uno puede tomarse el atrevimiento de poner en tela de juicio lo señalado por el autor, debido a que los cuentos resultan encontrarse a una altura digna de toda su obra posterior. Por lo demás, el germen pynchoniano que se manifiesta en los cuentos anticipa los geniales retazos que aparecerán en las novelas, como por ejemplo los hilarantes diálogos que mantienen los personajes y la composición de sus intrincados nombres que son una marca distintiva del autor.
“Lluvia ligera”, el primer cuento, publicado en 1959, tiene como protagonista a un corpulento muchacho llamado Nathan “Culón” Levine, un ser haragán que permanece voluntariamente ocioso en el batallón militar más tiempo del que tiene como obligación, sólo para dedicarse a leer novelas pornográficas en su camastro, mientras engorda a medida que transcurre el tiempo. La devastación que causa en una localidad el paso de un huracán obliga a “Culón” Levine a ponerse de pie para ir junto a sus compañeros de batallón a una incursión, con el fin de restablecer los medios de comunicación caídos durante el temporal. Vagando ociosamente por el lugar de la tragedia, el protagonista contempla los numerosos cadáveres de víctimas y esta visión provoca en él un replanteo respecto a su vida.
En “Tierras bajas”, publicado en 1960, Dennis Flange, un marido licencioso e irresponsable, es echado de la casa por su esposa cuando aparece “Cerdo” Bodine, un impresentable compinche. La expulsión lleva a Flange a un onírico y alucinógeno paisaje del subsuelo, en donde escucha el pedido de una pequeña gitana para que se case con ella y se quede a vivir en tal inframundo.
“Entropía”, publicado en 1960, cuenta en simultáneo la resaca de una fiesta nocturna en la cual objetos e invitados se encuentran trastocados y, por otra parte, la experiencia de una pareja que se encuentra recluida en un invernadero bajo una temperatura especial.
“Bajo la rosa”, publicado en 1961, es una divertida historia de espionaje ambientada a fines del siglo XIX. Las potencias europeas se disputan el dominio de las colonias africanas; Porpentine, espía frío y meticuloso que ciñe su conducta a las normas y reglas del ejército, al servicio de Inglaterra, y su contrincante, el fantasmal Moldweorp, espía al servicio de Alemania, llevan a cabo un juego de estrategias en Egipto que podría desencadenar un anticipo de la Primera Guerra Mundial. De este cuento se puede agregar que resulta todo un acierto la inclusión de personajes como la familia Wren (la coqueta Victoria Wren; su padre, el severo Sir Alastair Wren, y la hija menor, Mildred Wren, niña miope de once años entusiasmada por las rocas de Oriente) que introducen una veta cómica y pintoresca en el cuento. De la misma forma es un logro la secuencia de la alocada persecución nocturna en coche a través de las pirámides y la Esfinge.
Finalmente, “La integración secreta”, de 1964, cuando Pynchon ya había publicado su primera novela, narra la historia de una pandilla de saboteadores preadolescentes y sus aventuras en medio de la tensión provocada por la discriminación racial. Tema con el que Pynchon logra escenas que se encuentran entre lo hilarante y lo conmovedor, como aquéllas en las que aparece el personaje Carl McAfee, un músico afroamericano alcohólico, conversando con los jóvenes saboteadores.
Estos primeros esbozos de la gran narrativa de Pynchon resultan una amena lectura para adentrarse en su intrincada y entusiasta obra.

“House by the Railroad”, de Edward Hopper.