editorial

Los adolescentes consumen más alcohol

La experiencia indica que la mayor parte de los homicidios que se cometen en la ciudad de Santa Fe tienen origen en la resolución de conflictos interpersonales a través de la violencia. Sin embargo, no es éste el único punto en común. En general, quienes deciden acabar con la vida de otro se encuentran bajo los efectos del alcohol en el momento de cometer el crimen.

Durante los fines de semanas o en las noches previas a los feriados, los médicos de las guardias de los hospitales locales -en especial la del Cullen- ven incrementado su trabajo por la incesante llegada de personas accidentadas. Otra vez, en la mayoría de los casos existe un punto de confluencia: los promotores de los accidentes suelen encontrarse alcoholizados al protagonizar los siniestros. Y además, en general se trata de personas jóvenes.

En este contexto, acaban de conocerse los resultados de nuevos relevamientos sociales realizados por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).

Según estos estudios efectuados entre adolescentes que concurren a escuelas secundarias y que tienen entre 13 y 17 años, el 63,4% de los estudiantes reconoció que en las dos semanas previas a la consulta, consumió al menos una vez más de cinco vasos de bebidas alcohólicas en la misma noche.

El resultado de la encuesta preocupa, sobre todo porque en 2001 se realizó la misma consulta y las conclusiones fueron distintas. En aquel momento, apenas el 29,7% de los estudiantes había consumido al menos cinco vasos de bebidas alcohólicas en una misma noche durante las dos semanas previas al relevamiento.

Las estadísticas demuestran que no alcanza con sancionar leyes o con incrementar las penas para quienes las violan, si antes no se ejecutan medidas de control adecuadas.

De hecho, en toda la Argentina está prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. Pero el estudio del Sedronar revela que el consumo se incrementa de manera alarmante en esta franja de edad.

Hace algunos años, desde la escuela primaria los contenidos educativos comenzaron a hacer hincapié en la defensa del medio ambiente y en el respeto por las normas de tránsito. Con el tiempo, es notable cómo los más chicos han incorporado estos conocimientos y reflejan conductas ciudadanas que suelen ser un verdadero ejemplo para los mayores.

Tal vez resulte necesario incorporar cuanto antes en la educación básica todo tipo de información tendiente a que los chicos comprendan el grado de riesgo que implica el consumo abusivo del alcohol.

Cuando los problemas sociales echan raíces tan profundas, no se pueden esperar soluciones mágicas o instantáneas. El proceso educativo arrojará resultados en el mediano y largo plazo, pero no se puede seguir perdiendo tiempo en este sentido y urge la necesidad de comenzar a trabajar cuanto antes para enfrentar este verdadero flagelo que se agrava año tras año.