AL MARGEN DE LA CRÓNICA

La mítica Ciudad Blanca

La Ciudad Blanca es una leyenda de la cual muchos hablan sin haberla visto, cuyos primeros vestigios parecen haber sido detectados en la espesa selva de Honduras por un grupo de arqueólogos que confían en poder develar los secretos de una antigua civilización precolombina.

Tecnología de punta como el escaneo aéreo mediante láser, así como el aporte de científicos hondureños y estadounidenses hizo posible la detección de lo que parecen ser los restos de esa legendaria ciudad sagrada, descrita por la tradición oral indígena e incluso en algunas reseñas de los conquistadores españoles como una urbe impresionante.

La Ciudad Blanca, uno de los lugares enigmáticos de Honduras, estaría oculta por una jungla espesa formada por imponentes árboles de 75 metros de altura, en el sector de La Mosquitia, en las costas del Caribe de Honduras.

Un “sistema de detección aéreo de luz y medidas de rangos” permitió visualizar en un terreno de unos 1.500 kilómetros cuadrados “varios ríos en el interior de la jungla y una ciudad inmensa”, dijo en una entrevista gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Virgilio Paredes.

Puede tratarse, señaló el funcionario, de la “Ciudad Blanca, concebida como las ruinas de una población precolombina, que está protegida por un impenetrable y húmedo bosque tropical”.

En dos meses comenzará una exploración con el apoyo de universidades e instituciones de España, Estados Unidos, Francia, Japón y Reino Unido. Aunque lo intrincado y apartado del lugar representa un grandísimo reto para los exploradores que pretenden descubrir los secretos que oculta esa jungla y dar con la legendaria urbe precolombina. Avanzar un kilómetro en esas condiciones podría llevar años, aseguró Paredes, tras destacar que en la Ciudad Blanca “el hombre no ha puesto pie” desde hace siglos.

El arqueólogo estadounidense Steve Helkins, quien dirigió la primera parte de la investigación, dijo al presentar sus resultados a Lobo que en La Mosquitia hallaron vestigios de una “ciudad de gran magnitud”, y que su descubrimiento podría ser “el más importante del siglo XXI”.

Algunas publicaciones dan cuenta de que el conquistador español Hernán Cortés hizo referencia a la Ciudad Blanca en 1526, en una carta que envió al rey Carlos V y en la que decía haber sido informado sobre una gran ciudad, comparable por magnífica con Tenochtitlán, en México. Aunque Cortés renunció a visitarla debido a lo impenetrable de la selva.

La Ciudad Blanca se cree que fue abandonada por sus habitantes hacia mediados del siglo XVI, sin que se sepa con certeza las razones.

Otras publicaciones indican que el lugar estuvo en el olvido hasta 1939, cuando el estadounidense Teodore Morde aseguró haber estado en la Ciudad Blanca, de la que tomó evidencias, sin embargo no dio la ubicación por temor a que fuera invadida por saqueadores de tesoros.