Homenaje al Dr. Manuel Joaquín Menchaca

A cien años del primer gobierno radical de la provincia de Santa Fe

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A la derecha el primer gobernador radical Dr. Manuel Joaquín Menchaca; a la izquierda el último gobernador radical Dr. Aldo Emilio Tessio. Entre ambos el autor de esta nota. Fotografía tomada en el despacho de la gobernación en 1965, durante una visita realizada por el primero al segundo.

Foto: Gentileza Dr. Isaac Tissembaum

Dr. Isaac Tissembaum (*)

Han transcurrido cien años de la asunción como gobernador de la provincia de Santa Fe del Dr. Manuel Joaquín Menchaca, quien, integrando la fórmula de la Unión Cívica Radical junto con el Dr. Ricardo Caballero, ganara las elecciones el 31 de marzo de 1912, como lo recordara recientemente en una nota en este diario Rogelio Alaniz, quien destacó el hecho de que ese triunfo fue el primero en el país con la vigencia del sistema electoral consagrado por la denominada Ley Saenz Peña, que estableció el voto secreto y obligatorio.

No voy a reiterar el preciso relato histórico que se realiza en la referida nota, sino que me referiré preferentemente a la personalidad del Dr. Menchaca, a quien tuve la oportunidad de conocer en el año 1962. Justamente cuando se estaban por cumplir los 50 años de su asunción como gobernador de la provincia.

Lo ubiqué en una quintita de la zona noroeste de la ciudad, en las cercanías del río Salado. Tenía por entonces 87 años y su vitalidad era admirable. La entrevista resultó muy larga, por cuanto ese día tuvo la particularidad de hablar extensamente, relatando todas sus maneras de pensar, antes y después de resultar gobernador. Sus ideas, sus proyectos y todas sus concreciones. La conversación duró varias horas. Un resumen de ella se publicó en este diario en aquella oportunidad.

No era santafesino pero sentía un gran cariño por la ciudad. Había nacido en San Nicolás de los Arroyos el 3 de setiembre de 1876. Su espíritu inquieto y sus ansias de aprender lo llevaron por todas partes. Luego de los estudios primarios y de magisterio, se graduó en el Instituto del Profesorado de Paraná. Y en 1898, en la Universidad de Córdoba, egresó como farmacéutico, pero allí mismo continuó sus estudios hasta recibirse de médico. Entonces su dilema fue: “Dónde instalo mi consultorio”. Eligió a Santa Fe, de la que ya no se iba a mudar hasta los últimos días de su vida, falleciendo en la Capital Federal el 26 de agosto de 1969, cuando se acercaba a los 93 años.

Un liberal progresista

Tomando en consideración la época en que le tocó actuar, podríamos encasillarlo en lo que hoy llamamos un liberal progresista. Me relató sus proyectos, en todos los órdenes, pero en varias oportunidades reiteraba sus consabidas rencillas con el obispo Boneo, por entonces titular de la diócesis de Santa Fe, rencillas que venían de mucho antes de ser gobernador. Recordemos que en 1902, Menchaca presidió el Comité Pro Ley de Divorcio, ley que se sancionó más de 80 años después. Reiteradamente el obispo lo catalogaba como masón. Y allí fue mi pregunta: ¿tenía razón el obispo? Su respuesta fue una pícara sonrisa.

Nos recordó que en la elección de gobernador y vice de 1912, que no era directa sino por electores de acuerdo con la Constitución Provincial de 1900, logró 34 de ellos con boletas de la Unión Cívica Radical, contra 15 de la Liga del Sur que llevaba como candidato a Lisandro de la Torre, y 1 de la Coalición Conservadora que tenía como candidato a Marcial Candioti. Al asumir el gobierno, debió prestar juramento en el viejo Palacio Escolar, en la esquina de Primera Junta y Primero de Mayo, donde actualmente se levanta la Escuela Nº 1 Domingo F. Sarmiento, recibiendo el mando de manos del interventor federal, Dr. Anacleto Gil. Allí ejerció sus funciones hasta el 25 de setiembre de 1915, cuando se instaló en la nueva y actual Casa de Gobierno, cuya finalización impulsó con energía, levantada sobre el predio que ocupaba el viejo Cabildo de Santa Fe, demolido en 1909. Al asumir, designó a sus ministros: Dr. Antonio Herrera en Gobierno, Justicia y Culto; Dr. Manuel Francioni en Hacienda y Obras Públicas, y Dr. Enrique M. Mosca en Instrucción Pública y Agricultura.

En aquella conversación recordó que el estallido de la primera guerra mundial tuvo repercusiones en el manejo de su administración, como las tuvo en otros órdenes de la vida nacional. Mencionó que como gobernador tuvo que intervenir en los sucesos protagonizados por pequeños productores agrarios y arrendatarios, que quedaron en la historia como el “Grito de Alcorta”, añadiendo en su relato : “Debí diferenciarme de la actuación del gobierno nacional, favorable a los grandes terratenientes”.

Resulta interesante resaltar un tema contenido en el primer mensaje ante la Asamblea Legislativa. Allí se manifestó partidario de la reforma de la Constitución provincial de 1900, a pesar de que solamente tenía 12 años de vigencia. Expresó en la oportunidad que “en la provincia se habían producido transformaciones sociales y económicas que exigían su actualización, para favorecer el armónico desarrollo provincial”. Uno de los fundamentos más fuertes, además de la adecuación del sistema electoral, fue el considerable aumento de la población con inmigrantes provenientes de diversos países europeos que trabajaban, principalmente la tierra, y contribuían al fisco, por lo que había que otorgarles derechos, al menos para elegir las autoridades de sus comunas y municipios. Esa idea suya, fue el origen de la ley orgánica de municipios y comunas. Años más tarde, en 1921, fue designado presidente de la Convención Constituyente para la Reforma de la Constitución Provincial.

En la provincia de Santa Fe nunca rigió la reelección del gobernador. De haber existido, posiblemente hubiera sido reelecto. No obstante, y merced a la política desarrollada, la población santafesina privilegió a los candidatos radicales que gobernaron la provincia hasta el 7 de setiembre de 1930, en que fueron destituidos por la primera asonada militar en el país que encabezó el general Uriburu.

Pero al margen de sus cuatro años de gobierno, el Dr. Menchaca desarrolló muy importantes actividades que definieron su tinte progresista, particularmente en los rubros salud pública y educación. Él propició la creación de la Escuela de Parteras, y fue presidente del Departamento General de Higiene.

La salvaje oposición a su gobierno, que debió soportar desde el primer día fue, de alguna manera, superada por las fuertes convicciones progresistas del Dr. Menchaca, orientadas especialmente hacia la salud pública y la enseñanza.

Casi noventa escuelas primarias nuevas, así como la creación de la Escuela de Mecánica Agrícola de Esperanza, del Consultorio Agronómico (precursor en décadas del INTA), el fomento decidido del cooperativismo (a tal punto que impulsó la concreción de la Asamblea de Cooperativas Agrícolas, concretada el 27 de diciembre de 1913), y el mejoramiento del sistema judicial, fueron otros aspectos importantes de su gestión. Fue asimismo uno de los impulsores más entusiastas de la creación de la Universidad Nacional del Litoral y del Colegio Nacional de Santa Fe. Pero nuestra ciudad fue la principal beneficiada de sus muchas realizaciones. Como médico, durante la gran inundación del año 1905, fue quien comandó las tareas de auxilio a la gran cantidad de familias damnificadas. La ciudad le reconoció todos los esfuerzos realizados durante su gobernación, eligiéndolo intendente municipal en los comicios del año 1934. Su idea de que una urbe moderna debe albergar muchos espacios verdes, lo llevó a concretar muchas plazas y paseos, entre ellos lo que hoy conocemos como Parque Garay.

Corría el año 1965. Yo me desempeñaba como director de prensa del gobernador Tessio, quien me solicitó le transmitiera al Dr. Menchaca una invitación suya para concurrir a la casa de gobierno a tomar un café y conversar. Acordamos el día y la hora y fui en su búsqueda para llevarlo con sus 89 años, hasta el despacho de la gobernación. Fue una charla bastante extensa, muy amena y cordial. Los presentes observamos como disfrutaron del encuentro quienes hasta hoy fueron el primero y el último de los gobernadores de la provincia en representación de la UCR.

Con lo manifestado precedentemente, he querido recordar a alguien que hasta hoy no ha tenido el reconocimiento que merece. El tiempo histórico transcurrido permite ya que algún concejal proponga su nombre para alguna arteria importante de esta ciudad.

(*) abogado y periodista

Su idea de que una urbe moderna debe albergar muchos espacios verdes, lo llevó a concretar muchas plazas y paseos, entre ellos lo que hoy conocemos como Parque Garay.

He querido recordar a alguien que hasta hoy no ha tenido el reconocimiento que merece. El tiempo histórico transcurrido permite ya que algún concejal proponga su nombre para alguna arteria importante de esta ciudad.