Fórmula Uno

Mónaco, donde todos quieren ganar

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Uno de tantos. Kimi Raikkonen y el Lotus con una notable evolución, es uno de los tantos candidatos al triunfo en el callejero más famoso del mundo. Foto: Agencia EFE

Mañana a las 9 de nuestro país, se largará la sexta fecha del Mundial. En cinco carreras disputadas, hubo otros tantos ganadores ¿Será 6 de 6?

 

Daniel Monticelli

dmonti@ellitoral

Cuánta historia encierra esta carrera en el Principado. Porque a decir verdad, esta hermosa locura que es correr en el callejero más emblemático del mundo, como es Montecarlo, arrancó allá por 1923. Pero desde que se instauró el Campeonato Mundial de Fórmula Uno en 1950, siempre resultó una cita distinta y es junto a Italia e Inglaterra, uno de los grandes premios más añejos de la categoría. Ganar allí toma un cariz ilimitado. Es otra caja de resonancia a nivel mundial tanto para pilotos, escuderías y para el automovilismo deportivo en general.

En la época de oro para los argentinos, Juan Manuel Fangio logró su primer triunfo allí en Mónaco en 1950 (con Alfa Romeo) y lo repitió en 1957 con Maserati, obteniendo en esa temporada la última de sus cinco coronas.

Más acá en el tiempo, el santafesino Carlos Alberto Reutemann recibió el máximo trofeo por vencer en el trazado citadino el 18 de mayo de 1980, con un Williams-Cosworth. Eran otros tiempos sin dudas.

Después se vieron hazañas como las del increíble Ayrton Senna, el más ganador en el circuito urbano, con 6 triunfos: venció en 1987 y desde 1989 hasta la edición del año ‘93 inclusive. De los competidores de la actualidad, Michael Schumacher puede igualar el récord del brasileño. El “Kaiser”, venció en el 94, 95, 97, 99 y 2001. Por el lado de Fernando Alonso, es otro de los que inscribió su nombre en la costa azul. Lo hizo en las temporadas de 2006 y 2007. El otro que ganó en Mónaco fue Kimi Raikkonen (en 2005). Lewis Hamilton, Jenson Button, Mark Webber y Sebastian Vettel, vencieron desde 2008 hasta la actualidad; el actual campeón lo hizo en 2011.

5 de cinco

Ni el más experimentado seguidor de la Fórmula 1 alcanza a comprender semejante paridad que se ha dado en este 2012. Es que a la hora de iniciarse un Gran Premio, nadie arriesga quién será el triunfador.

Como suelen comentan los que saben: “Mirá la estadística”, te dicen. Por supuesto que a excepción de otros deportes, aquí en numerosas ocasiones los “números” son determinantes. Y uno se fija en las tablas y observa, Australia: ganador, Button con el McLaren; en Malasia, Alonso con la Ferrari; en China, Rosberg le dio un histórico triunfo a Mercedes. En Bahrein, Vettel volvió a los primeros planos con el Red Bull y en España, el venezolano Pastor Maldonado, también debutó como ganador y acercó a Williams a lo máximo.

¿Qué se espera de Mónaco? Y que pase de todo. Desde contingencias diversas, como puede ser la aparición de la lluvia, hasta piñas al por mayor y definición ajustada por malas o buenas estrategias. Pero dejamos para lo último lo que aparentemente es por donde pasa el “nudo gordiano”: los neumáticos. A Mónaco, la casa de Milán llevó los compuestos súper blandos y blandos, los cuales se adaptan a las distintas variantes del “dibujo encantado” que, y a propósito, ha sufrido algunas modificaciones en cuanto a su diseño. Son los que mejores se adaptan a las condiciones del piso monegasco.

¿Llegará por fin el turno de Michael Schumacher, quien desde su regreso no ha podido vencer? ¿O será el preciso momento para Raikkonen con el evolucionado Lotus? ¿Tal vez sea Hamilton con el otro McLaren o puede ser para un “primerizo”, como Sergio Pérez y su Sauber? El “Checo” mexicano cada vez suena con más fuerza en Ferrari, sustituyendo a Massa, tal vez para 2013. Todo puede suceder en esta Fórmula 1.

A todo esto, en Montecarlo pasa algo que se dio en llamar: “la fiebre de los cascos”. Por lo menos media docena de pilotos cambió de color y/o colocó leyendas alusivas. Así por ejemplo, Alonso puso entre otros, números que recuerdan varias fechas (poles, victorias, siglas de Ferrari). Después ese casco será subastado y lo recaudado irá a parar a la fundación que lleva su nombre. En tanto, Sergio Pérez, le hace un homenaje a Roberto Gómez Bolaños y se pintó el inolvidable “Chespirito”. Kimi Raikkonen lleva la inscripción de James Hunt (campeón en el ‘76) y los colores que usaba el inglés en su época. El francés Jean Vergne hace lo propio con su mentor, Jean Alesi. Mientras que Charles Pic recuerda por su parte a todos los ganadores de Mónaco, con una especial mención a Ayrton Senna. Por último, Vettel lleva pintadas lentejuelas rojas, grises y doradas para realzar todo el glamour que supone el Gran Premio de Mónaco.

Así partirán

La clasificación para el ordenamiento de partida del Gran Premio de Montecarlo deparó no pocas novedades. El alemán Michael Schumacher (Mercedes) logró el mejor tiempo, pero deberá partir sexto debido a una sanción en el GP de España.

Por su parte, el venezolano, Pastor Maldonado arrancará diez puestos por detrás de la posición lograda en clasificación, debido a un incidente con el mexicano Sergio Pérez en la última sesión de entrenamientos.

Primera línea: Mark Webber (Red Bull) 1:14.381 y Nico Rosberg (Mercedes) 1:14.448.

Segunda: Lewis Hamilton (McLaren Mercedes) 1:14:583 y Romain Grosjean (Lotus) 1:14:639.

Tercera: Fernando Alonso (Ferrari) 1:14.948 y Michael Schumacher (Mercedes) 1:14.301.

Cuarta: Felipe Massa (Ferrari) 1:15:049 y Kimi Raikkönen (Lotus) 1:15:199.

Quinta: Sebastian Vettel (Red Bull) 1:15:245 y Nico Hulkenberg (Force India) 1:15.421.

Sexta: Kamui Kobayashi (Sauber) 1:15.508 y Jenson Button (McLaren Mercedes) 1:15.53.

Séptima: Paul Di Resta (Force India) 1:15.709 y Bruno Senna (Williams) 1:15.718.

Octava: Daniel Ricciardo 1:15.878 y Jean-Eric Vergne (ambos con Toro Roso) 1:16.885.

Novena: Heikki Kovalainen 1:16.538 y Vitaly Petrov (ambos con Caterham) 1:17.404.

Décima: Pastor Maldonado (Williams) 1:15:245 y Timo Glock (Marussia) 1:17.947.

Undécima: Pedro de la Rosa (HRT) 1:18.096 y Charles Pic (Marussia) 1:18.476.

Duodécima: Narain Karthikeyan (HRT) 1:19.310 y Sergio Pérez (Sauber) sin tiempo.