Buenos Aires

Desbaratan a “La Banda del Gordo Sumo”

Télam

Un hombre que pasó 11 años preso por haber asesinado a un policía y recuperó la libertad hace seis meses fue detenido junto a otras cinco personas, acusado de liderar una organización que vendía drogas en el barrio San Pablo, del partido de Tigre.

Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que la “Banda del Gordo Sumo” -denominada así por la gran contextura física de su líder-, fue desbaratada tras una serie de allanamientos realizados en dos casas de ese barrio, donde se secuestraron ocho kilos de marihuana, uno de cocaína y varias armas.

El principal imputado y presunto jefe de la organización narco fue identificado por las fuentes como Arnaldo Ariel Ayala (33), a quien el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, denominó en conferencia de prensa como “el Gordo Sumo”, porque “es un hombre de mucho volumen y además practica ese deporte”.

Fuentes judiciales confirmaron a Télam que Ayala recuperó la libertad en enero pasado luego de haber pasado casi 11 años preso cumpliendo condena por el homicidio de Alberto Casaret, un suboficial retirado de la policía bonaerense asesinado el 7 de febrero de 2001 en un asalto ocurrido en la localidad de El Talar.

Además, en los allanamientos, a Ayala se le secuestraron varias armas de fuego, entre ellas, una pistola de la Policía Federal Argentina que escondía debajo de la almohada y otra robada hace pocos días a la víctima de un asalto en el partido de Malvinas Argentinas.

Venta callejera

Los voceros explicaron que en los meses que estuvo en libertad, Ayala montó una organización que se dedicaba a vender principalmente marihuana en la vía pública del barrio San Pablo mediante la utilización de “satélites” (vendedores callejeros).

El ministro Casal aseguró hoy en la conferencia de prensa realizada en la Jefatura Departamental Conurbano Norte, en Tigre, que la banda “tenía una logística aceitada de venta y distribución con la particularidad de que además de los ocho kilos de marihuana y la cocaína había armas de grueso calibre”.

Casal agregó que entre esas armas había “dos escopetas 12/70 que las usaban los que cuidaban o hacían la custodia de este señor ‘Gordo Sumo’ en las cercanías de su domicilio”.

La investigación estuvo dirigida por el fiscal Diego Callegari, de la fiscalía antidrogas descentralizada de Tigre, a partir de la denuncia de un vecino del barrio que aseguraba que en la casa de Ayala se vendía droga.

Según las fuentes, tras seis meses de investigación, tareas de inteligencia y seguimientos, el fiscal Callegari y policías de la comisaría local descubrieron que en su domicilio, Ayala les proveía a tres o cuatro vendedores una bolsa con 26 “baguyos” de marihuana para cada uno.

Labor de “satélites”

Los “satélites” comenzaban a trabajar a las 10.30 de la mañana en distintos puntos del barrio y al final del día debían rendirle al líder de la banda el dinero de la venta de 20 de esos 26 paquetes.

“Cada ‘baguyo’ con dos gramos de marihuana, que alcanza para dos o tres porros, lo vendían a 10 pesos.

El vendedor debía regresar a la casa de Ayala con los 200 pesos de 20 paquetitos, y los otros 6 eran la ganancia del ‘satélite’ o para su consumo personal”, explicó a Télam una fuente judicial.

El fiscal Callegari consiguió con su investigación que un juez de Garantías le otorgara ayer el allanamiento a la casa de Ayala, pero antes del operativo, policías encubiertos siguieron al sospechoso mientras transportaba bolsos hasta otro domicilio que también terminó allanado y donde también se secuestraron armas y drogas.

En los procedimientos, fueron secuestradas dos escopetas calibre 12/70 tipo Ithaca, cuatro pistolas -tres 9 milímetros y una calibre .45-, ocho kilos de marihuana y dos “piedras” con un peso total de un kilo de lo que el ‘narcotest’ dio positivo como cocaína, paco o pasta base.

También se secuestraron balanzas de precisión, rayadores y otros elementos de estiramiento y fraccionamiento de la droga.

Además de Ayala, la policía informó que otras cinco personas quedaron aprehendidas a disposición del fiscal Callegari quien ahora debe definir su situación de acuerdo al grado de vinculación que pudieran tener con la banda.

Casal aprovechó la conferencia para hacer mención a otro operativo antidrogas de la policía bonaerense en la localidad de González Catán, partido de La Matanza, donde “se desbarató una cocina de cocaína”, donde se secuestraron nueve kilos de esa droga de “máxima pureza”.