al margen de la crónica

Conversaciones ilustres

Con los años, aprendemos que los verdaderos “grandes”, los hombres realmente inteligentes, se caracterizan no sólo por su humildad, sino también por su accesibilidad al momento de comunicar sus ideas.

Un ejemplo de esto es León Tolstói. Y somos muchos los que, una vez superado el preconcepto de esperar de él una lectura engorrosa, hemos terminado enamorados de cualquiera de sus textos. Por algo, su influencia se extiende hasta nuestros días conservándolo como uno de los mejores exponentes de la literatura mundial.

Y hoy, Tolstói continúa siendo noticia gracias a la publicación, por primera vez en castellano, de un libro llamado ‘Conversaciones y entrevistas‘, un bello y revelador texto que reúne un material periodístico de primer orden con una veintena de diálogos con el escritor ruso entre 1885 y 1910, año de su muerte.

Unos últimos años que el autor de “Guerra y paz” o “La muerte de Ivan Illich” pasó en Yásnaia Poliana, que en ruso significa Claro del Bosque, una finca rural a 12 kilómetros al suroeste de Tula, y que hoy es casa museo, al lado de la escuela que fundó para los niños de los campesinos y un parque donde está su tumba.

Un lugar que se convirtió en destino de peregrinación para los periodistas de diarios y revistas rusos y extranjeros que buscaban al gran escritor para obtener su opinión o análisis sobre diferentes temas de su tiempo o sobre cuestiones de su país o del mundo, tal como sostiene en el prólogo el editor y traductor Jorge Bustamante García.

Estas entrevistas nunca fueron recopiladas y permanecieron perdidas hasta para “los más escrupulosos biógrafos” y fue el crítico e historiador Vladimir Lakshin quien se dedicó a recolectar el material, buscando en las hemerotecas, archivos y bibliotecas, para reunirlo un siglo después en un volumen con más de 106 entrevistas.

De todas ellas, Bustamante seleccionó 24 y fue un proceso difícil. “Me interesaba que tocasen aspectos novedosos pero también que mostrarán a Tolstói como un ser de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos. Hubo conversaciones que empecé a traducir, pero que luego dejé, porque me parecían que se alejaba de ese propósito. Y así fui configurando el espíritu del libro”, añade Jorge Bustamante García.

Conversaciones que van desde la pianista polaca que va a visitarlo a su hacienda y toca sus piezas favoritas, hasta otra mujer que le acusa ante la prensa de haberla plagiado o la de un periodista que quiere entrevistarlo durante una visita de Tolstói a San Petersburgo, y al no poder hacerlo escribe “una magistral crónica” de la visita del intelectual a la ciudad.

Temas como las novedades literarias, la música, pintura, política, religión, filosofía o cualquier aspecto de la actualidad era tratado por este talentoso, cuya pluma escudriñaba el alma humana mejor que cualquier tratado filosófico.

Respuestas como “creo en Dios porque reconozco su presencia en mi alma” u opiniones acerca de Chejov, los avances técnicos o la Rusia zarista, también forman parte de este imperdible nuevo regalo para todos los amantes del ilustre Tolstói.