Una lección

Santiago Paviotti.

DNI. 6.259.192, ciudad.

Señores directores: No hay abundancia de ejemplos desde hace un buen tiempo. Por eso deberíamos procurar exaltar aquellos que, por gracia, se cruzaron en el camino.

Pedro fue un paradigma y sería una pena no tomar algunas de sus virtudes, incorporarlas y repicarlas.

No podría, ni es mi intención, biografiarlo. Sólo intento destacar dos de sus aspectos personales, los que más conozco: La amistad, practicada como un culto y la profesión, su profesión, ejercida con genuina vocación y entrega sin límites, misionando también en su otro reducto: Saladero Cabal.

Que su paso por aquí, ya que hace unos días se fue a algún otro lugar, sirva para que confiemos y creamos que imitando los modelos ayudaremos al cambio que necesitamos.

Como amigo; espero no ser irreverente con esta atribución, ejercitaré el aprendizaje, aleccionando como pueda, para honrar su nombre.

“En la bondad se encierran todos los géneros de la sabiduría”, decía Ernesto Sabato. Pedro Gucker era eso: bondad y sabiduría.

Que la lección sirva.