En Reconquista
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Preocupa la inseguridad en el hospital
tras la agresión sufrida por un pediatra
Familiares atacaron al profesional al enterarse del fallecimiento de un bebé por neumonía. Uno de ellos le asestó un golpe de puño en el arco superciliar izquierdo. Debieron colocarle seis puntos de sutura.
Agencia Reconquista
Un nuevo caso de violencia contra profesionales de la salud del norte santafesino se produjo en la zona de estacionamiento interno del hospital de Reconquista.
El martes, a las 17.30, el jefe de Pediatría del efector de mayor complejidad de la región, Dr. Alejandro “Nito” Mansur, informó a los familiares del pequeño Paul Martínez, de tan sólo seis semanas de vida, que había fallecido producto del agravamiento del cuadro de neumonía que padecía desde hacía por lo menos quince días.
El bebé Paul Martínez había ingresado con un cuadro de neumonía, en grave estado, por el cual ya había estado internado junto a sus padres -Darío Martínez y María Gómez- del barrio La Loma de Reconquista.
Al momento de comunicar la triste noticia y sin mediar aviso, el médico fue atacado por los parientes, quienes le propinaron patadas, golpes, insultos. Uno de los puñetazos lo alcanzó en el arco superciliar izquierdo y le provocó un corte profundo, al punto que recibió seis puntos de sutura en la propia guardia del nosocomio.
Los agresores explicaron ante los medios que “la muerte se podría haber evitado si lo hubieran trasladado a Santa Fe. Ellos sin cofia, sin barbijos, sin ponerse alcohol en las manos, entran a Neonatología como si entraran a un supermercado”, recriminó uno de los familiares.
Por su parte, el médico agredido dijo, al retirarse del centro de salud, que “me pusieron seis puntos en la ceja izquierda, otro punto de sutura en el párpado izquierdo; sufrí sangrado de nariz y posiblemente tenga desviado el tabique nasal. Es como si Maravilla Martínez me hubiese pegado”.
Pesar
Conmovido por la escena vivida, expresó su pesar porque exista “gente inadaptada”. Para su sorpresa, ya en la vereda del hospital un tío del bebé muerto lo abrazó y entre sollozos le pidió perdón por el ataque. Respecto del deceso de su paciente, Mansur puntualizó que el niño permaneció internado dos semanas en Neonatología desde donde recibió el alta médica, pero que “regresó la semana pasada con neumonía en el pulmón izquierdo”.
“Como consecuencia de la afección, el bebé fue internado en terapia intensiva y ya el lunes debió ser asistido con respirador artificial”, indicó el profesional. Añadió que en la tarde del martes “comenzó con complicaciones en riñones y pulmones hasta que entró en paro y falleció. Se llama sepsis severa con fallos multiorgánicos. Traducido, una infección generalizada que empezó en los pulmones y luego afectó otros órganos como riñones y corazón”.
Mansur, que en su reconocida carrera se desempeñó al frente del servicio de Terapia Pediátrica en el Hospital de Niños Orlando Alassia, de Santa Fe, descartó que un traslado a la capital provincial lo hubiese mantenido con vida. “Una patología como la que tuvo este bebé tiene el mismo tratamiento en Reconquista que en Santa Fe”, argumentó.
Saga sin fin
El caso de agresión física contra el médico pediatra no es más que otro triste episodio de una saga de altercados y ataques furibundos que deben soportar los trabajadores de la salud, que en distintas jerarquías prestan sus servicios en el Hospital de Reconquista.
En agosto del año pasado, El Litoral publicó un informe dando cuenta y bajo el título que el “personal del hospital es víctima constante de hechos de violencia”, que puso el foco en los constantes embates que sufrían los prestadores.
En ese momento, se detalló que “la escalada de agresiones físicas contra empleados de la guardia se sucede sin solución de continuidad” y que “los hechos son protagonizados por pacientes que acuden alcoholizados y drogados, fuera de control”, lo que configuraba una realidad de “agresividad extrema y situación social desbordada”.
Repudio
La Dirección y Consejo del Hospital Central de Reconquista Olga Stucky de Rizzi repudiaron las acciones de violencia que se ejercieron sobre el médico Alejandro Mansur, jefe de Terapia Pediátrica de la institución, que fue agredido físicamente el 3 de julio en el efector de salud por familiares de un paciente, provocándole una herida en párpado izquierdo y corte en la ceja izquierda. A su vez, la Dirección y el Consejo expresaron un enérgico rechazo al lamentable episodio que fue denunciado en sede policial y se solidarizaron con el Dr. Mansur.
Por último, destacaron que continuarán trabajando en los dispositivos para “garantizar las condiciones de seguridad e higiene, para salvaguardar la integridad física y psíquica’’ del personal y pacientes.