El maestro de la narrativa moderna

Medio siglo sin William Faulkner

“El pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado” afirmaba William Faulkner, uno de los reyes de la prosa sureña de Estados Unidos. Hoy se cumplen 50 años de su muerte.

 

De la Redacción de El Litoral

Agencias EFE

La obra de Faulkner aún mantiene plena vigencia. Ganador del premio Nobel de Literatura en 1949 y galardonado con dos Pulitzer (“A Fable”, en 1955, y “The Reivers”, en 1963), este novelista es considerado uno de más influyentes escritores de la literatura universal gracias a sus planteamientos sobre la raza y sus descripciones sobre los retos y dilemas que propone la modernidad.

Sus monólogos interiores dentro de una narrativa tan profunda y compleja como suntuosa sirvieron de análisis de las heridas del alma del sur estadounidense tras la Guerra de Secesión, dibujadas gran parte de ellas sobre el ficticio Yoknapatawpha, un territorio inspirado en Mississippi al que denominó su “condado apócrifo”.

“Desde que ganó el Premio Nobel, Faulkner ha sido una parte indiscutible de la identidad de Oxford y creo firmemente que también es parte integral de la identidad de esta universidad”, dijo Jay Watson, profesor del centro especializado en la obra del autor.

Una vida de novela

Faulkner no sólo hizo historia con títulos como “The Sound and The Fury” (1929), “As I Lay Dying” (1930), “Sanctuary” (1931), “Light in August” (1932) o “Absalom, Absalom!” (1936), sino que también realizó una exitosa experiencia en Hollywood.

El cine fue su refugio cuando comprobó el escaso éxito de sus obras iniciales, y aún como autor de encargo puso su nombre a los guiones de seis películas, cinco de ellas bajo la dirección de Howard Hawks y algunas tan célebres como “To Have and Have Not” (1944) o “The Big Sleep” (1946).

Fue su granja en Oxford la que vio sus primeros pasos como autor, incluso antes de que se uniera a la Fuerza Aérea de Canadá durante la I Guerra Mundial, una etapa a la que siguieron sus estudios en la universidad de Mississippi y sus primeros trabajos en una librería de Nueva York y en un periódico de Nueva Orleans.

Durante su carrera se volcó en campos como la poesía, el relato, la novela, el ensayo y el artículo, si bien el reconocimiento universal no le llegó hasta la entrega del Nobel.

Faulkner, uno de los más importantes escritores sureños junto a Mark Twain, Truman Capote, Eudora Welty, Thomas Wolfe o Tennessee Williams, fue también referente para la novela moderna latinoamericana y su trabajo ha sido ensalzado por nombres desde Gabriel García Márquez hasta Jorge Luis Borges, que destacaron su carácter innovador e ilustrador del espíritu humano.

“Creo que el nombre no solo perdurará, sino que prevalecerá. Él es inmortal, no porque sea la única entre las criaturas que posee una voz inagotable, sino porque posee un alma, un espíritu capaz de compadecer, sacrificarse y resistir”, manifestó Faulkner en su discurso al recibir el Nobel.

Faulkner recibió el Nobel por haber acuñado algunos de los títulos más simbólicos de la narrativa moderna.

Foto: Agenia EFE

Medio siglo sin William Faulkner