En San Cristóbal
En San Cristóbal
Media docena de secuestros
virtuales en un fin de semana
Con algunas variantes, la mecánica se repite alternadamente en distintas ciudades del interior santafesino. La mayoría de las veces, quienes contactan a las víctimas lo hacen con números con características de otras provincias.
Juliano Salierno
San Cristóbal fue la ciudad elegida el último fin de semana por una banda de estafadores, que mediante una aceitada pantomima, fabula un secuestro extorsivo que nunca se produce, pero que en algunos casos culmina con su interlocutor haciendo depósitos en efectivo o comprando tarjetas de telefonía celular.
Las denuncias son sistemáticas. Cada fin de semana le toca a una ciudad o pueblo diferente, donde al azar o tal vez con alguna tarea de inteligencia previa, los delincuentes salen a la pesca de los más desprevenidos o de aquellos que paralizados por el terror no atinan a cerciorarse si lo que le están diciendo es cierto.
Una llamada anónima, de un número desconocido y por lo general con característica de provincias vecinas, alerta a la víctima de la ocurrencia de un accidente. Un familiar -puede ser un padre, madre, hijo o marido-, ha tenido un accidente. A partir de ese momento, como la noticia vulnera a quien recibe la tremenda noticia, el delincuente aprovecha para extraer la mayor cantidad de datos posibles de las víctimas.
Rehén en la línea
Pero ante las preguntas por el lugar donde ocurrió el choque, el hospital donde está o cómo se encuentra el ser querido, el desconocido cambia su discurso y anuncia que en realidad se trata de un secuestro y quien se encuentra al otro lado del teléfono se convierte en rehén de un anónimo que busca sacar un rédito económico.
El último fin de semana se denunciaron seis casos en la órbita de la Unidad Regional XIII del departamento San Cristóbal, según informaron desde la oficina de prensa de esa regional.
Del total, cinco quedaron en grado de tentativa, porque al advertir la maniobra fraudulenta cortaron sin más la comunicación. Pero el sexto llamado surtió efecto y le reportó a los bandidos una suma que ronda los $ 400.
La ecuación es perfecta. No hay riesgo de ser detenido porque la trampa se concreta a distancia, tal vez a cientos de kilómetros. Tampoco hay heridos ni se exponen a serlo, porque la extorsión se consuma en base a una ficción. Y con las tarjetas y el dinero que recaudan, una parte se reinvierte para el siguiente golpe, el resto es ganancia constante y sonante.
El entregador
No obstante, la precisión lograda en algunos intentos hace sospechar a las víctimas que alguien cercano puso a disposición datos vitales para tejer la red en la que luego envuelven a la víctima.
En el caso de una joven arquitecta de San Cristóbal, el último sábado una persona que llamó a su celular y se presentó como policía le anunció que su hermano había sufrido un accidente. Ante el estado alterado de la mujer, el falso policía le pidió hablar con su marido. A esa altura de la comunicación el mensaje era otro, “su cuñado estaba secuestrado”.
Primero le reclamaron una carga virtual de $ 400 en distintos kioscos de la ciudad. Como mordieron el anzuelo fueron por más y entonces le ordenaron realizar un depósito por $ 4.000 a través de Correo Argentino o Pago Fácil, para lo cual le proporcionaron la identidad de una mujer a nombre de quien hacer el depósito.
Fuera de servicio
La casualidad quiso que ese día y en el horario en que los delincuentes actuaron, las sucursales de dichas empresas tenían el sistema fuera de servicio y en la demora, la primera víctima logró contactar a su hermano, que se encontraba perfectamente en su lugar de trabajo.
Como consecuencia de ello y “ante varias denuncias radicadas durante el sábado en la ciudad de San Cristóbal”, la Policía de la URXIII “alertó nuevamente a la ciudadanía en general sobre la modalidad ilícita conocida como secuestros virtuales”. Asimismo confirmaron que “de los casos denunciados solamente un damnificado efectuó cargas telefónicas por un monto de total de $ 400”. “Los demás se percataron a tiempo de la maniobra de engaño y no sufrieron ningún perjuicio económico”, aclararon.
En cuanto al origen de las llamadas, “en todos estos casos requerían que las cargas se efectuaran a teléfonos celulares con característica (351) correspondiente a Córdoba”.
El juzgado de Instrucción de San Cristóbal, instruye actuaciones por los delitos de “extorsión” y “tentativa de extorsión”, con conocimiento del fiscal.
911
Emergencias.
Es el número al cual acudir ante casos en que se ponga en riesgo la vida de las personas y o la seguridad de los bienes. Es un servicio gratuito que permite la recepción de llamadas desde teléfonos fijos y móviles y funciona en los centros urbanos más importantes de la provincia.