A 50 años de su muerte

Marilyn Monroe, la belleza inmutable

50 dólares le pagaron

La mujer más famosa y sensual del mundo fue encontrada muerta el 5 de agosto de 1962. Cautivó a millones de personas.

 

 

Ana María Zancada

Fue la encarnación de la belleza y el glamour. ¿O fue el arquetipo de la rubia tonta? Ella pretendía ser algo más. Tenía talento pero su físico perfecto y su natural sensualidad la superaban. Luchaba para ser tenida en cuenta. Pero los hombres que la rodearon y la usaron sólo insistían en destacar su anatomía, unida a una innata facilidad para seducir. Sus ojos se agrandaban como los de una niña asombrada, mientras su boca seducía en un gesto naturalmente incitante. No podía evitarlo, estaba dentro de su naturaleza.

Su historia transitada en cientos de oportunidades cuenta de su niñez desvalida, nunca conoció a su padre, sumado a una abuela y una madre depresivas y paranoicas fueron los fantasmas que la persiguieron siempre. Un peregrinar por hogares adoptivos, con una supuesta violación en alguno de ellos. El casamiento con un vecino, James Dougherty, duró cuatro calamitosos años y le dio una cierta independencia para ir escalando posiciones. Tenía apenas 16 años. Uno de sus primeros trabajos fue como simple obrera en una fábrica de paracaídas.

Pero Marilyn decide escapar de esa vida oscura. Su figura era su garantía. Pronto se convierte en una de las tantas pin up que revoloteaban por los estudios buscando el promotor que con un poco de influencia le consiguiese una prueba. Al principio de 1946 comienza su carrera como modelo bajo la protección de Emmeline Snively, quien le aconseja teñir su cabello de rubio. Ese mismo año tiene una entrevista con el jefe de reparto de la Fox que queda fascinado con su belleza y la contrata.

La cámara se enamoró de ella. Comenzaron a llegar los primeros papeles, incluso un casi protagónico con los hermanos Marx en 1949.

Desnuda en el calendario

Pero ese año sucede una de las tantas cosas que en su vida tuvieron repercusión, marcando un antes y un después. Ante la desesperada necesidad de conseguir dinero, Marilyn acepta la propuesta de posar desnuda para un calendario sólo para hombres. Por este trabajo recibe 50 dólares. Y una promoción que no declinó con el paso de los años. Pero en la vida de Marilyn todo fue tan frágil como una burbuja. Ella misma no pudo evitar la fascinación que provocaba en el público masculino.

La primera etapa de su carrera muestra a diversos personajes que van instalando su nombre entre los más conocidos. A pesar de ello, hay una inseguridad que no la abandona, una leve tartamudez que arrastra desde la infancia y su total irresponsabilidad cuando se trata de cumplir horarios. Además es extraño el terror que tenía a las cámaras en el set, cuando por el contrario se sentía segura frente a un fotógrafo.

Su carrera aunque con algunos tropiezos sigue avanzando. Ya el público la identifica. En 1952, realiza varias películas, entre ellas “Los caballeros las prefieren rubias”, dirigida por Howard Hawks, con Jane Russell. Dejando atrás su primer matrimonio, se deja seducir por un astro del béisbol Joe Di Maggio, que la ama sinceramente pero pretende convertirla en un ama de casa a la italiana. Nada más alejado de los proyectos de la blonda joven.

Escena antológica

En 1953 se estrena “Cómo pescar un millonario”. Allí Marilyn actúa e interpreta una de sus canciones emblemáticas, “Los diamantes son los mejores amigos de las mujeres”. Ya es una actriz consagrada. En 1954 interpreta una película mediocre pero que termina de consagrarla como la mujer seductora que es: “La tentación vive arriba”, o para Argentina “La comezón del séptimo año”. La escena donde el vestido plisado blanco de Marilyn se abre con el viento producido por el paso del subte, se convierte en antológica. Ese vestido años después es subastado en 4 millones y medio de dólares. Guillermo Cabrera Infante se refiere a esta toma como una de las imágenes más memorables de la segunda mitad del S.XX: una bella y bulliciosa rubia que muestra sus torneadas piernas debajo de la falda que vuela alto y alegre.

Esa famosa escena, fue uno de los disparadores para que Di Maggio le propine una buena paliza al retornar a casa. A los nueve meses de su casamiento, Marilyn tramita su divorcio. A pesar de todo, dentro de su primitivismo, este hombre rudo fue el único que la amó sinceramente y estuvo siempre presente para ayudarla.

Lo que sí fue una constante en su vida fue el deseo de huir de la imagen de rubia tonta. Trató de instruirse, leía , escribía y fue alumna de Lee Strassberg en el Actor’s Studio para perfeccionar su técnica interpretativa. Pero ni siguiera el gran maestro pudo hacerle superar la inseguridad que siempre la acompañará.

En 1956, Elia Kazan le presenta al dramaturgo Arthur Miller. Éste queda deslumbrado por la belleza de la ya famosa Marilyn y se casan. Ella se convierte al judaísmo y cree haber encontrado al fin al hombre que la podrá contener.

Tranquilizantes y alcohol

Pero, para ese entonces ya los tranquilizantes y el alcohol formaban parte de su rutina. Comienza a intensificar la dependencia de su siquiatra. Luego de su muerte las cintas de estas sesiones costarán millones.

Si hubo un error grande en su vida fue la de reunirse con sir Lawrence Olivier en una película, “El príncipe y la corista”, en 1956. Este trabajo significó una nueva serie de humillaciones para ella, que sentía la frialdad con que Olivier la trataba, además olvidaba sus líneas, llegaba tarde al set atontada por los tranquilizantes que consumía para poder dormir y los que después ingería para estar despierta. La película fue un fracaso y el matrimonio de la actriz y el dramaturgo se desintegraba.

Para colmo se sumó un aborto que terminó de desmoronar su frágil equilibrio. La vida de esta inestable y hermosa mujer era una serie de éxitos y fracasos que trataba de disimular pero que interiormente la iban postrando, haciendo sangrar todas las lacras de un pasado que no terminaba de dejar atrás.

En 1958 filma “Con faldas y a lo loco”, para nosotros “Una Eva y dos Adanes”, dirigida por Billy Wilder. Un enorme éxito, a pesar de los inconvenientes del rodaje. No se llevaba bien con Tony Curtis, que no ahorraba denostaciones para su compañera. Llegaba tarde al rodaje, olvidaba sus líneas. Al terminar la película es encerrada en una clínica de donde la rescata Di Maggio. Se le diagnostica grave agotamiento psíquico.

Antes de su divorcio de Miller, filma “El millonario”, “Let’s make love” o “La adorable pecadora”, con Ives Montand. En esta película hay otra canción, cuyo protagonismo a lo Monroe nadie ha logrado superar. Con un holgado pulóver que trataba de disimular algunos kilos de más, Marilyn susurra “Mi corazón pertenece a papito”.

Por supuesto hubo un tórrido romance con el enamoradizo Ives Montand, pero terminada la filmación todo vuelve a la normalidad: Montand con Signoret y la Monroe con Miller.

La caída

Ya comenzaba la caída. “Los inadaptados”, con guión de Henry Miller fue su última película completa. Con Clark Gable y Monty Cliff, fue un verdadero martirio para todo el equipo. Para esta época ya veía todos los días a su psiquiatra. Por supuesto llegaba tarde, dos, tres horas, a veces con un día de retraso, no memorizaba el guión, tenía terror a la cámara, insegura, ansiosa. Para colmo de males a los pocos días de concluir la filmación murió Clark Gable. Ella se sintió responsable.

En 1961 se divorcia de Miller. Con Frank Sinatra frecuenta el mundo de la mafia relacionada con el espectáculo y también el clan Kennedy a través de Peter Lawford. A esta altura ya su adicción a su psiquiatra y a los barbitúricos es total. Éste declaró luego que la estrella era un caso fronterizo a menudo al borde del delirio.

Por otra parte no se sabe hasta dónde era cierto su deseo de maternidad. Hay una versión que habla de una operación para no quedar embarazada y luego otra para revertir el proceso. También que en sus delirios gritaba diciendo que le habían quitado a su bebé.

Lo cierto es que siguiendo paso a paso su vida se tiene la sensación de estar frente a una potente luz que sola se va consumiendo. Y una soledad feroz que va creciendo a medida que transcurre su breve existencia. Ella necesitaba desesperadamente tener a alguien a su lado que la cuidase, que tratase de contener sus cada vez más graves desbordes. Es una frágil mujer, niña desvalida que deambula con un grito soterrado de auxilio.

Kennedy

El libro “Marilyn y John F. Kennedy”, del periodista francés Francois Forestier, muestra el lado más oscuro de toda una sociedad frívola y corrupta, ligada a los negocios sucios y a la mafia, y a John F. Kennedy como un niño rico que no soportaba un no. Allí el autor insinúa un posible romance de la estrella con el joven político y una serie de enredos que como una trágica telaraña va envolviendo a Marilyn ya confundida en la nebulosa de barbitúricos, sueños no realizados, dependencia psiquiátrica y una soledad total y absoluta. De acuerdo con su relato unos días antes de morir, Marilyn es violada en casa de Frank Sinatra por uno de los jefes de la mafia, en represalia por no haber cumplido pactos hechos antes de asumir la presidencia.

Y luego la noche de su última y memorable actuación en el cumpleaños del presidente Kennedy, cantando el feliz cumpleaños más famoso de la historia. Su imagen es realmente patética. Días antes, ella había declarado: “Un hombre muy importante está loco por mí y va a dejar a su mujer para que nos casemos”. No hay certeza de a quién se refería. Ella se llevó su ilusión a la tumba.

El 29 de mayo de 1962, ante un Madison Square Garden desbordado, Marilyn se escurre entre los guardias que intentan detenerla. Con voz susurrante, onnubilada por los tranquilizantes y enfundada en un sensual y ceñido vestido de gasa recamado en piedras, entonó el “Happy Birthday, Mr. President”, más famoso de la historia. Tal vez no podía imaginar que estaba elaborando su trágico final.

En la madrugada del 5 de agosto de 1962, su cuerpo sin vida era encontrado en su cama. Sola en la muerte como había estado toda su vida. “No la conozco”, dijo Miller cuando la policía le comunicó su muerte. Su cuerpo estuvo varias horas en la morgue de Los Angeles hasta que Joe Di Maggio lo fue a retirar. Llamó a Allan Snyder, que había sido su maquillador personal durante 15 años y antes de cerrar el ataúd, con lágrimas en los ojos la besó susurrando “Te amo”.

La mujer más famosa y sensual del mundo sólo tuvo 14 personas en su entierro. Sobre su tumba de mármol rosa, en el Memorial Park Chapel de Westwood, mientras Di Maggio vivió, nunca faltó un ramo de rosas rojas.

Obras consultadas: “Las vidas secretas de M.Monroe”, Anthony Summers, Edit. Pla-neta. “Marilyn y John F. Kennedy”, François Forestier, 2010.“Marilyn Monroe”, Giuliana Muscio Mondadori, 2004. “Marilyn Monroe, investigación sobre un asesinato”, Donald H. Wolfe, Emecé-1999. “40 años sin Marilyn”, Leila Guerrero, 2002. El Litoral 3-03-1988. La Nación 30-04-1989. ABC de Madrid 4-04-2010. El País 22-10-2011.

50 dólares le pagaron

La belleza icónica en uno de los rostros más bellos de la historia del cine mundial. Fotos: Archivo El Litoral

50 dólares le pagaron

La escena más famosa

en la carrera de la actriz, en “La comezón del séptimo año”.

 


50 dólares le pagaron

para este bellísimo almanaque que la lanzó a la fama.

50 dólares le pagaron

Espléndida, en una foto de André de Diene.

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Con John y Robert Kennedy, en la fiesta de cumpleaños del primero, con el vestido con el que cantó el feliz cumpleaños más famoso de la historia.

Siempre quiso huir de su imagen de rubia tonta.

50 dólares le pagaron
50 dólares le pagaron

La fascinación que provocaba-y provoca aún- en el público masculino marcó su corta vida.