Juega bien el zurdo y levantó las tribunas

Alemán, otro charrúa que se ganó a la gente

Alemán, otro charrúa que se ganó a la gente

La pegada en su máxima expresión: Brahian Alemán se empezó a adueñar de las pelotas paradas en Unión. Dejó una excelente impresión en los dos partidos que jugó. Foto: Pablo Aguirre

Es el tercer uruguayo del plantel de Kudelka. Por ahora juega en el carril pero tiene todas las condiciones técnicas para ser enganche o mediapunta.

 

De la Redacción de El Litoral

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La gente fue a ver el debut de Unión en casa, sí. Pero en especial con un comentario que salió a flote del lluvioso estreno en Sarandí ante Arsenal: “Che, juega bien el uruguayo que trajimos”. La referencia era, claramente, para Brahian Alemán, el ex Defensor Sporting, único refuerzo por el cual Unión “rompió el chanchito” para comprarle una parte del pase y capitalizarse.

Ayer fue, sin dudas, el mejor de todos los jugadores de Kudelka. Cumplió, a la perfección, el trabajo en el carril, por más que fue evidente que en la parte final sintió físicamente el cansancio de tanto desgaste por la banda izquierda.

Los primeros 90 minutos en Santa Fe dejaron la idea de un jugador de buen pie, interesante pegada y muy buen panorama de juego. Pero, además, la pisa bien en espacios reducidos. Físicamente, para que la gente tenga una referencia, es parecido al “Pomelito” Castillo, aquél zurdo que apareciera hace varios años en la primera de Unión.

A los 11 minutos dejó su sello: salida clara por la banda, cabeza levantada y cambio de frente espectacular para dejarlo solo a Magnín que prefirió terminarla él —la tiró arriba— cuando entraba libre Montero por el medio y no lo vio.

En la otra jugada, llegó al gol, pero Saúl Laverni se lo anuló a instancias de Iván Núñez, asistente número uno. Luego, la tele confirmaría que la decisión fue la correcta.

Cerca del final del primer tiempo, a los 39 minutos, la pisó prácticamente en una metro cuadrado, lo derribaron y de esa acción llegó la amarilla para Castellani, el otro buen jugador que dejó un pobre partido en Santa Fe.

Y así como lo hizo amonestar a Castellani, en el complemento fue Sánchez el que vio la amarilla por golpear a Brahian Alemán.

El zurdo charrúa fue, lejos, el jugador de Unión que más lastimó y preocupó a los de Asad en base a movilidad, despliegue y atrevimiento. Ratificó en este segundo partido lo que se había visto por tele en el primero contra Arsenal: es un buen jugador de fútbol.

Ahora, dependerá del equipo sacarle el mejor “jugo”. Y dependerá, a la vez, de la decisión que tome Kudelka en cuanto a lo posicional del uruguayo. La sensación es que si bien hizo a la perfección el trabajo del carril en la banda, tanto desequilibrio técnico podría ser mejor utilizado unos metros más adelante y sin obligaciones de tanto retorno a posiciones defensivas cuando el equipo pierde la pelota.

Concretamente, a pesar que Kudelka evita comparar a este equipo con el anterior, hay que decirlo con nombres propios: Brahian Alemán puede jugar tranquilamente con el disfraz de Paulo Rosales como enganche o mediapunta. Mucho más cerca de los delanteros o del delantero si juega con uno solo. Y mucho más cerca del arco rival, en los metros finales de la cancha.

Con fútbol y despliegue, en base a una pierna zurda desequilibrante, Unión acertó con la contratación de Brahian Alemán. Por ahora, jugó dos partidos en el carril. ¿Será el momento para que Kudelka vuelva a las fuentes con el 4-4-1-1 que tantos resultados le dio en las últimas dos temporadas al frente de Unión?

A la gente le gustó el debut de Alemán. A pesar de tener otros buenos pegadores en la plantilla, como Matías Donnet y el experimentado Diego Galván, el zurdo charrúa empezó a transformarse en “el dueño de las pelotas quietas”.

Con un aprobado enorme, el charrúa pasó la prueba en el 15 de Abril. Así, el compatriota del “Coto” Correa y Pablo Míguez, se empezó a ganar a la gente.

Chiapello, el clon de Frutos

La lesión de Cristian Núñez lo obligó a Frank Darío Kudelka a “subir” al plantel profesional y concentrar al chico Federico Chiapello, un delantero que estaba jugando en las inferiores.

La historia de Chiapello es muy reciente en Unión: llegó al club procedente de Santa Fe Fútbol Club y ayer no sólo que integró el banco de los relevos, sino que además debutó en Primera División al ingresar cerca del final en reemplazo de Matías Donnet.

Con su imponente altura, de casi dos metros, el delantero tiene un gran parecido físico a Nicolás Frutos, hoy encargado de reclutar y orientar a los valores de las fuerzas básicas formativas tatengues. Claro que, por las cuestiones del debut que se manejan en el fútbol, apareció totalmente rapado y se metió en el área para intentar cabecear algún balón.

El “Flaco” Chiapello tiene 19 años, es de San Jerónimo, pasó un semestre en Brasil y recaló en Unión por recomendación de Juan Pablo Pumpido. Pablo Bonaveri lo hizo debutar en Santa Fe Fútbol a los 17 años. El pase se hizo definitivo y si Unión algún día lo vende, el 20 % irá al club liguista.


Alemán, otro charrúa que se ganó a la gente