EDITORIAL

El “vamos por todo” está en marcha

Cuando el 27 de febrero pasado, en Rosario y frente a las cámaras de televisión, Cristina Fernández manifestó a sus seguidores su decisión de “ir por todo”, las sospechas se convirtieron en certezas.

 

Los gestos políticos de la presidente preanunciaban que el kirchnerismo estaba decidido a avanzar más allá de los límites que imponen las leyes y la lógica republicana en su búsqueda del poder absoluto. Aquel día, mientras la intendente rosarina Mónica Fein hablaba en lo que supuestamente era un acto patrio, Cristina fue sorprendida por las cámaras mientras se dirigía a un grupo de militantes del oficialismo: “Vamos por todo... por todo”, les dijo la primera mandataria con gesto cómplice.

Cuando aún repercute la polémica desatada por la incursión de los “vatayones militantes” kirchneristas en las cárceles y las consecuentes salidas de prisión de internos que apenas purgan los primeros tramos de sus penas, una nueva denuncia desnuda tácticas preocupantes.

En este caso, el diario La Nación acaba de revelar que militantes de La Cámpora comenzaron a incursionar en las escuelas dictando el taller “El héroe colectivo”, una especie de juego basado en El Eternauta, de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López. Se sabe que el discurso oficial se apropió de esta obra y creó un nuevo personaje -”El Nestornauta”-, en alusión al expresidente Néstor Kirchner.

El gobierno se las suele ingeniar para poner en duda todas aquellas informaciones críticas que publica la prensa. Los métodos, en este sentido, van desde desviar la atención mediante artilugios discursivos, hasta pulverizar en público a los periodistas que se atreven a investigar hechos y revelar información que resulta molesta para el poder central.

Sin embargo, en este caso no será sencillo negar los hechos, pues las evidencias parecen irrefutables. En primer lugar, porque se publicaron fotografías que muestran a los alumnos con la historieta y con símbolos kirchneristas. Y por si esto no fuera suficiente, también existe un video de la presentación del taller en el Colegio Nacional de Buenos Aires, que refleja el carácter político-partidario de los contenidos que reciben los estudiantes.

Poco después de que se denunciaran las incursiones del Vatayón Militante en las cárceles y la salida de prisión de Eduardo Vázquez, exbaterista de Callejeros que acababa de ser condenado por incinerar a su esposa, Cristina Fernández de Kirchner avaló públicamente lo ocurrido. La experiencia reciente demuestra que no sería aventurado suponer que la presidente respalde también la intromisión de La Cámpora en las escuelas.

En definitiva, “ir por todo” implica traspasar todos los límites. Y con esa lógica, da lo mismo buscar adeptos en las cárceles, avanzar sobre los contenidos escolares, asfixiar a las provincias gobernadas por dirigentes opositores o aspirar a una reforma constitucional que avale la posibilidad de poder eterno.